—Hola Lucca aquí estoy, perdona el retraso—se disculpa.

—Hola Abi, pensé que no vendrias

—Te dije que vendría y aquí estoy —contesta sentandose frente a Lucca. El mozo se acerca a ellos y piden algo de comer y otra botella de vino—¿No crees que es mucho alcohol? Tienes que manejar.

—¿No tomas tu? ¿Que sucede que no tomas más alcohol? —Abi no sabe que responder para no delatar su embarazo.

—No quiero más alcohol, solo tomo agua. Tu controlate, no vas a poder manejar si te emborrachas.

—Tu puedes manejar si no tomas alcohol.

—No lo haré Lucca, he venido sola en mi auto y sola me ire.

—No te pongas a la defensiva, no volveré a hacer lo que hice, nunca me lo perdonaré—exclama Lucca con tristeza en su voz—no puedo creer que ya no te veré más, dime Abi que tienes pensado hacer

—Nos iremos a Estados Unidos, Lucca. Mi familia y yo empezaremos de nuevo allá.

—Abi acepta lo que te propuse hoy, quiero devolverte todo lo que te pertenece.

—No quiero tus limosnas Lucca, ese dinero te pertenece a