ISABELLA MONROEEl avión aterrizó sin contratiempos, lo que significaba que por fin podría estirar la espalda y alejar mis sentimientos de él durante un rato. Vi que Celeste se estaba ocupando de sus pertenencias mientras yo daba un tranquilo sorbo a mi última gota de champán.Me sentí muy agradecida por haber podido alquilar un avión privado para ir a trabajar y poder guardar mis pertenencias en el equipaje. Era tan arriesgado poner nuestras pertenencias en un transporte público porque no sabíamos que alguien podría ser tan malvado como para abrir nuestras maletas y robarlas.—Japón— dijo Celeste lo que hizo que mis ojos se fijaran en los suyos.—Tu lugar favorito para ir— sonrió, y tenía razón.Japón era en realidad uno de mis favoritos porque la ciudad era increíble estaba lleno de deliciosa comida y accesorios lindos. Me encantaba estar aquí, además siempre tenía una cita con gente muy generosa e increíble que siempre me hacía mucha ilusión.Recuerdo que tenía planeado ir a Japón
ISABELLA MONROESalí del ascensor con Celeste a mi lado que estaba ocupada enviando mensajes de texto en su teléfono, mientras que un auricular estaba conectado a su oreja izquierda. Vi que muchos medios de comunicación esperaban fuera listos para encender sus luces.El tiempo era bastante frío, pero no tanto, aunque para mí supuso un cambio extremo de un clima cálido y soleado a otro bastante frío y ventoso.Salí del vestíbulo principal y me dirigí directamente al Range Rover negro que tenía delante, seguido de Celeste, que seguía muy ocupada. Me preguntaba dónde estaba el edificio donde iba a encontrarme con uno de mis fotógrafos favoritos, Jaden Brooks.Mis ojos estaban conectados a la hermosa carretera única en Japón y era tan hipnotizante para mí. Me encanta mi trabajo, pero a veces siempre pienso en hacer una pausa para disfrutar del tiempo libre, para tener mucho más tiempo para mí.Después de unos minutos finalmente llegamos a nuestro punto de encuentro aka los edificios, entr
ISABELLA MONROEEl avión se detuvo después del suave aterrizaje en Milán, tristemente no hice nada además de trabajar en Japón todo fue porque estaba muy enferma y lo único que hice fue dormir en mi habitación de hotel con Celeste cuidando de mi agenda.Me quité el cinturón de seguridad antes de prepararme para salir del avión, tomé algo de beber dentro del avión para al menos relajarme, pero aun así no me sentía bien. Estaba tan asustada que no iba a dar una buena actuación, porque sentía que mi cuerpo temblaba y no tenía energía.—¿Campana estás bien? — Celeste me preguntó mientras estaba de pie junto a mi asiento.—Sigo igual— le dije.—Bien, vamos a descansar un poco, me aseguraré de que la habitación del hotel esté lista—, dijo y me ayudó a levantarme de mi asiento.El grueso abrigo desnudo que cubría mi cuerpo para bloquear el fuerte viento al que tenía que enfrentarme, me cubría los ojos con unas gafas de sol. Lo siguiente que me preocupaba eran los medios de comunicación que s
ISABELLA MONROEParpadeé y me di cuenta de que, ese era el día en que tenía un espectáculo, tenía que estar allí en el lugar a tiempo porque tenía que hacer el bloqueo y esas cosas como normal.Giré mi cuerpo y encontré la cama vacía, bueno después de 2 noches durmiendo dentro de esta habitación de hotel que se suponía que era nuestro dormitorio nunca me había despertado con él a mi lado. Siempre era la última persona que se despertaba, o él no estaba durmiendo allí. Y esa noche me fui a la cama antes que él, así que no sabía si dormía a mi lado o no.Si pudiera compararme con sus chicas, yo era igual, además no tuvimos sexo, no nos besamos, no hubo contacto físico, pero terminamos en el mismo lugar llamado su cama. Me pagó, me sentí como una puta, pero aún tenía una razón para no sentirme como esas pobres chicas que se habían acostado con él.El sol estaba saliendo y brillaba justo en la habitación, alguien debía haber abierto las cortinas esta mañana y no era otro que él. Miré el pa
ISABELLA MONROE—Celeste— la llamé por su nombre lo que hizo que me mirara.—Brendan me acaba de mandar un mensaje diciendo que tiene una reunión y que tenemos que irnos inmediatamente después del show— le dije.—Pero no hemos empacado nada del hotel— dijo ella.—Bueno, tienes razón, voy a llamarlo.le dije y empecé a marcar su número, aunque odiaba llamarlo, pero era tan importante, nuestras cosas estaban allí y todo desordenado no podíamos dejar que nadie las empacara por nosotros porque eran cosas personales.—Hey— una vez que lo cogió.—Hey— me dijo.—Así que Celeste y yo nos preguntamos si podemos volver a nuestra habitación de hotel primero porque no hemos empacado nada— le dije.—Siempre puedo decirles a mis hombres que lo empaqueten para las dos— dijo.—No, claro que no, son cosas personales— le dije.—No robaran nada— dijo.—Así no, quiero decir que hay tantas cosas que no quiero que nadie me las empaquete— intenté hacerle entender.—¿Qué? ¿Tu ropa interior? — Me preguntó.—T
ISABELLA MONROEHabía pasado una semana desde la última vez que me encontré con Brendan y no habíamos hablado de nada porque no había ningún acto público y me había tomado un descanso de una semana del modelaje. Siempre me tomo un descanso después de trabajar sin parar porque Celeste sabe que si me canso no estaré de humor así que las fotos que produzca o el trabajo que consiga no serán 100% buenos así que me sugirió que me tomara un descanso después de unos cuantos trabajos que haya hecho.Brendan Adams:HolaBrendan Adams:Necesito que vengas a mi oficina tenemos que hablarUn mensaje apareció de repente en la pantalla de mi teléfono.Isa Monroe:Estoy ocupadaBrendan Adams:Celeste dijo que tienes un descanso esta semanaBrendan Adams:Así que yo también te di uno.Me fui en una lectura porque realmente no quiero que mi día libre gastado por tener una discusión con él, yo deseaba que se acaba de ir.Brendan Adams:Vamos mantenlo profesional Isa.La notificación me dijo, pero guardé
ISABELLA MONROE—¡Isa, te has olvidado de la chaqueta! — Celeste, mi jefa, me llamó antes de que saliera corriendo del vestuario.—¡Oh, sí! —, dije, girando mi cuerpo para coger mi chaqueta vaquera que dejé accidentalmente en la silla.—No olvides que la semana que viene tienes una agenda muy apretada—, me recordó.—Siempre hay una agenda ocupada, ¡Gracias de todos modos! —. Gimoteé antes de coger mi chaqueta de su mano. Miro la hora en la pantalla de mi celular que tiene de fondo a mi novio. Y vaya... si no me doy de prisa llegaré tarde.—Vale, Isa, cuídate—. Celeste sonríe mientras me mira.—Tú también—, salí corriendo del vestuario, corriendo por el pasillo hacia el vestíbulo donde se suponía que me recogería el coche.Espero no quedarme atrapada en medio de un embotellamiento porque primero, lo odio y segundo, realmente no quiero llegar tarde. Bueno... sé que técnicamente ya llegaré tarde, pero al menos, en mi predicción, si no hay embotellamiento, podré verlo jugar durante la mit
ISABELLA MONROEVolví a mi mesa de maquillaje donde pude ver a Celeste que estaba sentada al lado de mi silla con los ojos fijos en la pantalla de su teléfono.Finalmente, volví después de cerrar el espectáculo, fue fantástico y el vestido era tan hermoso. Sentía que no quería quitármelo, porque era así de bonito.Había pasado un mes desde que rompí con Austin, él parecía estar bien con eso. Me dijo que estaba aburrido de mí, que no podía tener un tiempo para él, así que me engañó, ¿cómo pudo hacer eso? ¿Por qué no me dijo simplemente que necesitaba mi tiempo? Por qué tenía que echarme la culpa a mí cuando era claramente culpa suya. El hecho de que no lo sintiera me seguía doliendo, en especial, verlo con otra chica en las redes sociales.—Por cierto, hay que darnos prisa, señorita Monroe, tenemos una reunión de emergencia con su agencia de modelos después de esto— dijo Celeste y finalmente me miró a mí que llevaba una bata.—¿De qué trata la reunión? — Le pregunté.—Hay un proyecto m