Cuando Alexander abrió finalmente los ojos, demoró varios minutos en comprender dónde se encontraba. Su cabeza le daba vueltas, mientras que sentía su cerebro a punto de estallar. El había experimentado un millón de veces aquellos efectos como para no reconocer que se trataba de los efectos colaterales de beber alcohol en exceso.Luego de frotarse la cien con dificultad, al cabo de algunos segundos comprendió que estaba en el baño de su apartamento.El hermoso hombre de mirada verde y cabello dorado hizo el ademán de incorporarse, sin embargo algo se movió a su lado, atrayendo su atención.Con el corazón acelerado y la respiración irregular, el noto que junto a el se encontraba Selena, durmiendo enrrollada con la cabeza apoyada contra su hombro.Evitando moverse lo más mínimo, el se volvió levemente hacia ella y la observó con detenimiento, admirando la belleza de sus facciones relajadas, en completa calma y armonía.Sin embargo, en ese preciso instante, ella abrió los ojos de par en
Alexander dava vueltas algo nervioso por el living, mientras que Irina aguardaba tranquila con los brazos cruzados sobre su pecho y la espalda apoyada contra una pared.—¿Podrías quedarte quieto? Empiezas a ponerme nerviosa—solto la rubia preciosa con el ceño algo fruncido, lanzandole una mirada de advertencia al millonario.Alexander volvió el rostro hacia ella, al tiempo que liberaba un suspiro acongojado y pasaba una mano por su cabellera dorada.—Lo lamento, es que estoy nervioso—se disculpo el, mientras tomaba lugar en un mullido sillón con la mirada fija en el pasillo.—¿En verdad estás nervioso? Casi no se notaba—se burló Irina con arrogancia.Alexander simplemente se limito a liberar un resoplido de exasperación, mientras seguía observando el punto en el pasillo. Un punto que seguía vacío desde que Selena había desaparecido engullida por las sombras.Un par de horas atrás, mientras los tres se disponían a desayunar, la hermosa pelirroja había comenzado a sentirse mal, al comie
El hermoso millonario de mirada verde como esmeralda y cabellos tan dorados como el sol no estuvo muy seguro de que hizo cuando escucho aquella noticia escapar de los labios de Selena, si suspiro o ahogo un grito de terror.Iba a ser padre. Mierda, aquello iba a pasar, mejor dicho, aquello ya estaba pasando.No estaba listo, no estaba preparado y sin lugar a dudas no deseaba para nada tener que correr en contra del tiempo. Intentando con todas sus fuerzas ganar una absurda batalla ya perdida, porque sin lugar a dudas ese seria el triste final de su historia.Pero ¿Que historia? Selena era una prostituta, hermosa si, pero no dejaba de ser una prostituta, cuyo futuro estaba ferozmente ligado a el y al pequeño pedacito de vida que crecia en su vientre.El observo a Selena durante algunos instantes, evaluando la expresion de sus facciones y la belleza y felicidad que alli de hallaba. Ella estaba orgullosa, puesto que sabia muy bien lo que ese bebe implicaba para su vida. Ese pequeño pedaz
Selena caminaba por las calles de la ciudad con Irina, ambas tomadas del brazo de la otra, entrelazadas con firmesa. La ciudad estaba concurrida, sin embargo no tan abarrotada como lo estaria en hora pico, por lo que ambas mujeres aprovecharon ese tiempo juntas para disfrutar de un paseo por la ciudad al mismo tiempo que decidian que comprar. Esa misma mañana, luego de enterarse de la noticia del embarazo, Alexander le habia entregado nuevamente una tarjeta negra a Selena, afirmando que con ella podria comprar lo que deseara en cualquier punto de la ciudad, incitandola asi a comprar ropa para ella y su amiga ya que lo poco que tenian era del burdel.—Alexander parece muy feliz con la noticia—dijo Irina, mientras observaba de reojo un hermoso pantalon blanco.Selena tambien se lo quedo mirando por algunos segundos, antes de recordar que pronto nada de aquello le cabria.Con el ceño fruncido ella siguio avanzando.—Si, bueno es logico que este contento, despues de todo esta fue su idea
Alexander le conto la noticia a Andrew, sin poder borrar una boba sonrisa de sus labios. Andrew, por su parte, luchaba para mantener la suya, intentando parecer feliz y alegre ante la noticia de que su amigo pronto seria papa.—Felicitaciones, Alexander, espero que sea lo que desees—solto finalmente el hermoso hombre de mirada azul como el hielo, sin ser capaz de sostener aquella sonrisa falsa por mucho tiempo mas.El ceño del millonario de cabellos dorados se arrugo, mientras cruzaba los brazos sobre su fuerte pecho.—¿Que quieres decir?—escupio con un siseo amenazador Alexander.Andrew solto un suspiro, mientras se acomodaba sobre el escritorio de su oficina. El edificio estaba casi vacio, las personas se encontraban en su horario de almuerzo por lo que el sitio parecia desierto, solo ellos se encontraban en esa ala del edificio.Por este motivo, Andrew no tuvo problemas en hablarle de forma normal a su amigo, dejando a un lado la relacion de jefe y empleado.—Digo—comenzo a decir A
Las piernas de Selena temblaron, mientras observaba con pavor a Maleck Erawen parado al otro lado de la calle, con las manos dentro de los bolsillos y una sonrisa espantosa posada en sus labios.Selena hizo acopio de todas sus fuerzasz para evitar salir corriendo del lugar, para gritarle e incluso implorarle a Irina que fuera con la policia.—¡Ey mira ese mono, es super tierno!—grito Irina jalando del brazo a su amiga—A tu bebé le quedaria hermoso.La mencion de la palabra bebé hizo que Selena volviera su rostro de forma fugaz y velos hacia su amiga, mientras escuadriñaba el escaparate de la vidriera, ubicando un pequeño mono para bebés color caramelo.Sin embargo, el rostro de Selena estaba palido, demacrado, mientras volvia su rostro hacia el lugar donde se suponia que estaba Maleck.Pero la esquina estaba completamente vacia, despejada, sin el mas minimo rastro del hombre.—¿Que te ocurre?—pregunto con cierta duda la rubia preciosa, mientras evaluaba el rostro de su amiga, temerosa
Alexander libero un profundo suspiro, mientras reunia mas agua entre sus manos, antes de volver a humedecer su rostro. El reflejo que le daba el espejo de la oficina dejaba en evidencia a un hombre cansado, con la mente atormentada y perdida en miles de cosas.Iba a ser padre. Por primera vez ese pensamiento lo lleno de miedos y dudas, las cuales no parecian encontrar una solucion prota.—Señor—dijo una voz femenina a sus espaldas, mientras abria la puerta de su baño privado.Al instante, Alissa se deslizo dentro del estrecho lugar, vistiendo una ceñida falda a juego con una blusa blanca que no dejaba espacio a la imaginacion. Bueno, no es que el la necesitara para recordar como era su cuerpo completa y totalmente desnudo.>—¿Se encuentra bien?—continuo ella con tono preocupado, avanzando hacia el con pasos firmes. Su mirada clavada en el reflejo del espejo.—Si, es solo que estoy algo estresado—solto Alexander con un suspiro, mientras pasaba una mano por su cabello dorado.Aquello, m
Allisa desabotono los pantalones de Alexander, y sin previo aviso, tomo su miembro con los labios, comenzando a moberse sobre este.El millonario gruño y gimio en aprobacion, mientras ella lo tomaba aun mas profundo. Alexander cerro los ojos, mientras disfrutaba de aquello, de ese contacto.Sin embargo el placer no duro demasiado, cuando su mente comendo plasmar en su recuerdo la imagen de Selena dandole la noticia del embarazo. Todo el calor, la lujuria, la pasion y el deseo que habitaba en su interior murio, mientras alejaba a la bella mujer con un movimiento bruzco, antes de volver a subirse los pantalones de un tiron.—No debiste hacer eso—escupio con la voz afectada el millonario, su mirada verde estaba turbada.La hermosa mujer fruncio el ceño consternada.—No parecias enojado, por el contrario, parecias estar disfrutandolo—arremetio Alissa avanzando un paso hacia el—. Vamos, no te hagas el dificil, se que lo deseas.Aquellas palabras, las que una vez habrian doblegado la volunt