Narrador. Italia. —Vamos mi niña — dijo Gregory cargando a Elizabeth entre sus brazos para llevarla al baño, mientras Elizabeth estaba nerviosa por haberle enviado la ubicación a su amiga sin haberle dicho a Gregory de que ya había puesto su plan en marcha, Elizabeth sentía que no era justo para su amiga seguir llorando por alguien que en realidad está vivo. —Tengo una sorpresa para ti —comentó Gregory sacando a Elizabeth de los pensamientos en los cuales estaba metida, cambiando sus nervios por curiosidad. —¿Dime cuál es esa sorpresa? —le preguntó Elizabeth emocionada a Gregory. —Si te lo digo no será una sorpresa —le dijo Gregory acomodándola con mucha precaución dentro de una tina de baño llena de espuma. —Gregory no tengo paciencia para esperar — Elizabeth estaba tan concentrada en su sorpresa que no había notado que Gregory estaba excitado. —Primero déjame consentirte — dijo Gregory tomándola de la cadera y la sentó encima de él, provocando que ella sintiera su promin
Narra Elizabeth. Disimulé limpiarme la boca con una servilleta desechable para escupir las pastillas sin que Gregory lo notara. —Amor te dije que más adelante vamos a tener todos los niños que quieras, pero primero debemos de casarnos, me urge que dejes a Edward, hoy mi abuelita cumpleaños y en esa fiesta te presentaré como mi mujer — seguí comiendo con la mirada fija en mi plato. —Ujum — balbuceé irritada sin creer en sus palabras. —Elizabeth, amor mírame, no me trates así — dijo agarrando mi mano. —Te estoy escuchando Gregory que más quieres — le contesté hastiada, yo soy muy dócil, pero cuando estoy molesta soy irritable. —Está bien mi vida, entiendo — apartó su mano de la mía — al menos mira — señaló para el mar — ahí está una de las sorpresas que tengo para ti. ¡¡Wooow!! No sé en qué momento el enojo se me pasó, pero sí que la sorpresa fue impresionante. Yo no podía creer lo que estaba ocurriendo y todas las personas en el restaurante también miraban asombrados por
Narra Elizabeth. Me di una ducha rápida y empecé a vestirme, me puse un maquillaje sencillo porque encontré todo lo necesario para vestirme adecuadamente y por último tomé un frasco de un perfume que estaba en la cama junto al vestido, pero antes de usarlo quise sentir su olor y este era exquisito su aroma es dulce con un toque floral y lo que más me impresionó es que el frasco tenía mi nombre grabado con letras doradas. —Ese perfume es único, lo mandé a elaborar exclusivamente para ti, solo tú serás la dueña de esa fragancia — comentó Gregory entrando a la recámara. —Muchas gracias mi amor —me acerqué a él para darle un beso y él me rechazó apartándose de mi lado. —Si ya estás lista vamos — dijo posando una de sus manos en mi espalda baja y el roce de sus dedos me erizó la piel. Narrador. Edward había llegado a Italia con la intención de asistir a la fiesta, pero su plan cambió por uno más efectivo que Paulina ideó. En el interior de la limusina en la que iban Gregory y Elizab
Narrador. Elizabeth llegó a la pista de aterrizaje dónde se encontraba el avión privado de Edward, y él al verla tan hermosa sintió como su corazón empezó a latir con rapidez. ¡¡mi mujer está radiante!! Pensó Edward admirando a Elizabeth, quien avanzaba insegura y nerviosa. — Haré lo imposible para que te quedes a mi lado Elizabeth — comentó Edward hablando consigo mismo. —Ya estoy aquí, por favor elimina ese video — le pidió Elizabeth a Edward sin notar que su pedido lo había molestado. —¡Vaya, Elizabeth, así es como saludas a tu esposo! — comentó Edward con sarcasmo y sonriendo con arrogancia. —Edward, tú y yo sabemos que entre nosotros no hay cordialidades, así que deja de hacer comentarios y sugerencias que no vienen al caso— le respondió Elizabeth desesperada por volver a la fiesta antes de que Gregory note su ausencia. —Ok — dijo Edward levantando las manos — quieres hablar del vídeo, pues hablemos del vídeo, solo lo borraré si regresa conmigo a nuestra casa — le propuso E
Narrador. Lucero salió sin ponerle atención al comentario que había hecho Edward y regreso a la cocina para buscarle el jugo a Edward, tras regresar al despacho tomó el sumo sin que Edward se lo volviera a repetir y se fue para entregárselo a Elizabeth y era que lucero ansiaba volverla a ver Lucero le había preguntado a Samantha por Elizabeth, pero Samantha le respondió que el día que fue a buscar a Elizabeth a su empresa, una de sus secretarias le dijo que Elizabeth había salido del país. —Mi niña puedo pasar—dijo lucero tocando la puerta de la habitación de Edward. Claro que sí — Elizabeth se emocionó mucho al escuchar la voz de lucero y se levantó de la cama para abrirle. —Me da mucho gusto verte tan bonita mi niña —le dijo lucero con mucho cariño a Elizabeth. —Yo también las extrañé mucho a ti y a Sam — le respondió Elizabeth dándole un beso en la mejilla. —Ella también te ha extrañado —le dijo Lucero acariciándole la cabeza — niña Edward te envío este sumo — le dijo lucero
Narrador. Señor, Bianchi D’angelo lo estamos invitando a nuestra actividad anual en la cual celebramos el día del empresario, como cada año elegimos a los mejores empresarios del país para invitarlos a esta celebración y les otorgamos un reconocimiento por su buen desempeño en el mundo empresarial. Esperamos contar con su presencia. Gregory estaba leyendo la invitación que había llegado hace varios días y las cuales no tenía deseos de leer. —Gregory, Edward siempre asiste a estos tipos de fiesta, deberías ir— comentó Dante sabiendo que Gregory se negaría, pero aun así pensó que no perdía nada con intentarlo para convencerlo. —Buena idea Dante, llama a Paulina y dile que me servirá de acompañante esta noche, pero déjale claro que no será más que mi acompañante no quiero que esté de melosa— Gregory odiaba que Paulina lo tocara y a pesar de que por su mente pasaba buscar una mujer y tener sexo lo descartaba seguido porque a él no le apetecía ninguna mujer que no fuera Elizabe
Narra Elizabeth. Sabes que, no deseo dañar mi noche contigo, mejor vámonos — trató de besarme y pude evadir sus labios al subirme al coche. Narrador. Gregory tenía minutos que había llegado a la Fiesta encontrándose con varios conocidos a los que saludó rápidamente y prosiguió a sentarse en el lugar que le habían indicado. Paulina estaba insoportable como de costumbre, y Gregory seguía callado mirando a su alrededor, buscando a Elizabeth con la mirada, y a pesar de que él no lo quería admitir, estaba ansioso por verla. Elizabeth llegó colgada del brazo de Edward, quien sonreía orgulloso, al notar que ellos eran el centro de atención, le causaba satisfacción saber que en ese momento él estaba siendo envidiado al tener a una hermosa mujer a su lado. Su sonrisa amplia fue borrada en el momento que le indicaron que sus lugares estaban en la misma mesa que estaban Gregory y Paulina y otra pareja a la cual no conocía, en realidad su molestia no se debía a ellos. ¡¡Esto e
Narrador. ꟷ Señor, ya está puesta la bomba y como usted ordenó, solo la pusimos para asustar al dragón, nadie saldrá herido — le dijo uno de los turcos a su jefe quien estaba parado Observando a Elizabeth bailar con su peor enemigo. ꟷ ¿Ella es hermosa verdad? — le preguntó el tigre a su empleado. ꟷ Sí, jefe, ella es una joven muy bella — él estaba de acuerdo con su jefe porque Elizabeth se veía radiante y acaparaba la atención de todos en la fiesta. ꟷ Llama a Michael y dile que ejecute el plan — el tigre sentía tanto odio por el padre de Gregory que envió a sus mejores hombres a matarlo como él lo hacía con personas inocentes. ꟷ Ok jefe, él me envió un mensaje acatando su orden, jefe ya deberíamos salir de aquí, la bomba explotará en cualquier momento — mientras su empleado le hablaba el tigre empezó a seguir a Elizabeth quien se dirigía al baño. ꟷ Sabes que no saldré de aquí sin Elizabeth — vociferó el tigre enojado por la sugerencia que le hizo su escolta porque est