Narrador. Grecia en ese momento estaba tomando un baño relajante con burbujas y escuchó como la ruidosa música dejó de sonar hizo una mueca con el rostro agradeciéndole a dios al creer que la fiesta que Justin y sus dos hijas organizaron ya había terminado, tomó su copa de champán moet satisfecha se dio un sorbo del contenido disfrutando de esta bebida burbujeante y se decía que esta sería la vida que llevarían ella y su familia de ahora en adelante, su baño se vio interrumpido cuando escuchó varios gritos que provenían del primer nivel de la casa, así que con pesar tomó una bata de baño para cubrir su desnudez mientras amarraba los lazos de la bata en su cuerpo pensaba en pedirle dinero a Edward para comprar bata de seda, ella no quería usar esas simples batas de baño que tenía puesta. Mientras bajaba la escalera no dejaba de apreciar la hermosa casa que con el tiempo sería suya, por qué tenía un plan para que Edward accediera a darle todo lo que ella deseara tener. —Madre, el g
Narra Elizabeth. La secretaria de Melissa se equivocó al reservar dos vuelos en clase turista, pero en realidad a mí me agradó su error por qué me he divertido mucho durante el trayecto del viaje, el cual fue un poco largo porque el vuelo duró casi 11 horas, pero con Meli a mi lado esas 11 horas fueron de pura diversión, en ese momento me había olvidado de mi problema y siento que durante mi estadía aquí en Italia podré tomar un respiro de lo que es mi vida en Miami. Llevamos dos horas dentro del aeropuerto buscando nuestra maleta, ahora resulta que se ha extraviado mi equipaje. ¡¡Genial, ahora solo tengo mi bolsa de mano!! Pensé un poco incómoda, la ropa que llevo puesta me molesta, estoy muy sudada y ahora no tengo que ponerme. —Meli mejor dejemos nuestra dirección para que me envíen el equipaje, me siento muy cansada y no creo que estando aquí vamos a resolver nada — ya mis ojitos se cerraban solos, el cambio de horario y el cansancio del vuelo estaban haciendo su efecto en
Narra Edward. ¡¡Estoy que me lleva el mismo diablo!! Exclamé molesto. Supe que Elizabeth está en Italia y solo eso hace que me sienta sumamente cabreado, también me molesta saber que Elizabeth le haya dicho de su viaje al abogaducho estúpido y no a mí que soy su esposo. ¡¡Qué rayos tiene que buscar ella en Italia!! Pensé disgustado. ¡¡Seguro que el maldito de Gregory tiene algo que ver con este viaje, pero se equivoca al pensar que le dejaré el camino tan fácil!! Comenté para mí mismo dando vueltas en mi despacho. Estoy sumamente jodido, ahora tengo la arpía de Grecia sacándome dinero como si yo fuera un maldito banco y para completar mi desgracia está usando mi casa a su antojo se siente dueña y señora de lo mío o mejor dicho de lo que es de Elizabeth por qué hace varios días puse la casa a su nombre para que Grecia no quiera usar unos de sus trucos conmigo y con ello tratar de quitarme la casa. —Amor que te pasa, qué estás tan descontrolado, tus gritos se escuchan en toda
Narrador. No señorita, usted está equivocada por favor revise bien porque esto tiene que ser un error en el sistema, yo he reservado dos habitaciones por 15 días y apenas ayer por la noche fue que ingresé a este hotel — le reclamó Elizabeth a la recepcionista quien se sentía culpable por mentirle a Elizabeth por orden de su jefe, pero como todo empleado tenía que seguir las órdenes del jefe o si no perdería el trabajo con el cual le da el sustento a su familia. Lo siento mucho, señora Marít, pero su reservación fue por un solo día, ya he revisado y en el sistema aparece que su hora de arribo era ayer en la mañana y salía hoy a la misma hora, tenemos otros huéspedes que entrará mañana a esta misma hora por favor sea consciente y abandone el hotel a la hora acordada— mientras le respondía con pesar a Elizabeth su jefe la miraba satisfecho por lo convincente que su empleada sonaba. Pero solo tengo que renovar la reservación, así que hágalo — le pidió Elizabeth mirando a Melissa, quié
Narra Gregory. Ver a Elizabeth ponerse celosa me hizo sentir bien, es que no puedo negar que esa mujer me tiene delirando por más rudo que intento ser con ella, más me enamora su prepotencia, me gusta verla enojada, es la imagen más hermosa que he visto en mi vida, sus ojos verdes toman un tono más oscuro, arruga su nariz de manera tierna, ella piensa que me intimida cuando está furiosa, pero su enojo a mí solo me provoca mucha ternura. ¡¡Elizabeth es mi jodida debilidad!! Pensé mirando sus puños apretados, la quiero en mi cama en este puto instante y es que esta pequeña hace que yo la quiera poseer con necesidad, fantaseo con ella tanto que en ocasiones me he masturbado pensando en ella, cosa que nunca había hecho por qué siempre estoy rodeado de mujeres, pero ahora ninguna mujer me interesa en mi mente solo está ella, mi cuerpo solo la desea a ella. Estoy tan obsesionado que llevo en mi bolsillo la braguita blanca que le quité la noche que pude disfrutar de su sabroso coño y esa
Narrador. El padre de Gregory seguía apuntando a Elizabeth con su pistola. —¡¡Padre, baja esa m****a!! —exclamó Gregory asustado. Era la primera vez que Gregory sentía miedo, él nunca había conocido ese sentimiento y hoy lo conoció al ver a su padre apuntando directamente a la cabeza de Elizabeth y es que Gregory sabía que a su padre no le temblaría el pulso para matar a Elizabeth, él fue su mejor maestro de su padre aprendió a ser un hombre frío y cruel. —Padre, por favor — gritó Gregory y eso se escuchó como un ruego, actitud que a todos los presentes le causó intriga. ¡¡El gran dragón rogando por una mujer!! Pensaron la mayoría, incluido su padre, quien guardó su pistola aún sin comprender el porqué de su hijo al rogarle delante de todos por una mujer. ¿Por qué mostró debilidad? Se preguntaba sintiéndose furioso con su hijo. Esta era la primera vez que Gregory hacía algo que fue contra la voluntad de su padre. —Dulzura, estás bien —Melissa interrumpió en la sala de r
Narra Elizabeth. Para llegar a la habitación donde estoy alojada tengo que caminar por un pasillo que parece el túnel de la muerte, no es porque este sea tenebroso, es porque ese túnel es bastante largo. Y hablando de muerte pude ver a Gregory caminando de frente. —Elizabeth necesitamos hablar por favor, ven conmigo— es la primera vez en el tiempo que conozco a Gregory que me pide que hablemos con un tono amable y no tratando de ordenarme como siempre. —Tú y yo no tenemos nada de que hablar — le respondí enojada y seguí caminando, hasta que él detuvo mi andar, aprisionando mi cuerpo contra el suyo. —Solo quiero que veas algo — me susurró al oído. Por qué rayo me estás susurrando, acaso me quieres decir un secreto _ Exclamé luchando con él, para apartarlo de mi lado. —Chsss —puso un dedo sobre mis labios en señal de que me mantuviera en silencio _ ven conmigo y entenderá lo que te quiero decir — volvió a susurrar. —El gran dragón le tiene miedo a su padre —comenté con sar
Narrador. —No puedo cumplir esa petición —Elizabeth se paró del sillón con la intención de marcharse, pero Gregory la detuvo sujetándola por la cintura, Elizabeth sentía la respiración de Gregory en su nuca. —no puedo, mi primo sería el siguiente en tomar el liderazgo y su plan de negocio para conseguir dinero es prostituir niños de ambos sexo, también quiere empezar con la venta de órganos, eso significa que él matará personas sanas para sacarle los órganos, Elizabeth, yo soy un maldito asesino, pero los niños y las mujeres son seres sagrados para mí nunca he matado personas inocentes a todas las personas que yo he matado son delincuentes, empresarios corruptos y violadores — Gregory sabía qué Adriano dañaría a muchas personas si él le cedía el control de la mafia Italiana. —¿Y tú qué tipo de negocios haces para obtener dinero? — Elizabeth no era tonta, ella sabía que Gregory no era una mansa paloma, pero le agradó saber que él no es el tipo de mafioso que ella imaginó. —Narcotrá