Samantha comenzó a sentirse incómoda ante la mirada de los demás, ella incluso estuvo a punto de regresar al carro sin embargo no pudo debido a que Vlad la sostuvo muy fuerte y se puso delante para darle un beso delante de todo mundo.

_ No les hagas caso a esas miradas imprudentes y llenas de malicia, estoy contigo porque te quiero así de simple, me importa muy poco lo que piensen los demás.

_ Te adoro, siempre tienes la respuesta ideal a todo _ ella sonrió con una felicidad que se la contagió a Vlad y luego lo abrazó _ por suerte mi matrimonio no se llevó a cabo ya que gracias a eso fue que te pude conocer.

_ Ni que me lo digas, hasta estoy a punto de darle un premio al imbécil de Abel por haberla embarrado contigo ya que de esa forma estás a mi lado.

Samantha tomó con firmeza la mano de Vlad y ambos entraron al supermercado para comprar todo lo necesario, Sam le preguntó a su novio por sus gustos y metió en el carrito las cosas que le gustaban siendo en su mayoría comida chatarra.

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