_ ¡Tú, ven aquí!

Eli con sus delicadas manos sujetó la cintura y el cuello de la mujer para luego besarla, los demás en el momento que vieron esto se quedaron más helados de lo que ya estaban debido a que el beso no era solamente entre mujeres si no también que estaba bastante subido de tono. Elizabeth le tocó un seno y al finalizar tan apasionada escena le dejó un chupete en el cuello.

_ ¡Ahí tienes Liam Reed! Me puedo besuquear en cualquier momento y poco me importa el género.

_ Al menos invítame un cafecito antes de besarme de esa forma _ dijo la secretaria de Liam arreglando su pelo _ vaya que trabajar aquí es de todo menos aburrido.

Elizabeth le guiñó el ojo a la mujer y después salió de la oficina de Liam. Ella al llegar a su puesto de trabajo se puso a examinar la autenticidad de unas joyas ya que ese era su trabajo desde que había obtenido un ascenso, entró como subastadora y terminó ocupando el puesto antes mencionado.

_ Elizabeth Harris por favor presentarse nuevamente en la vicepresidencia.

Eli suspiró y se levantó nuevamente de su asiento, se decía que si empezaba con la misma cantaleta de siempre iba a castrarlo sin anestesia. Ella llegó al piso de la vicepresidencia y la secretaria la hizo pasar a la oficina de Liam.

_ Buenos días _ ella miró a una persona de espaldas _ ¿Qué necesitas Liam?

_ El señor aquí presente trajó una pintura, es un lienzo de Picasso y necesito que verifiques que tan auténtico es.

 Eli en el momento que miró el lienzo supo que era auténtico, ella se colocó un lente en el ojo y lo examinó más detenidamente.

_ Es auténtico, definitivamente esto es una rareza demasiado grande y puede costar una fortuna.

_ Definitivamente no me defraudas Elizabeth Harris _ dijo la voz del hombre _ no has perdido tu habilidad.

En el momento que ella miró al propietario fue que se dió cuenta de quién era, se trataba de aquel universitario con el cuál perdió su virginidad y aquel que la acosó a más no poder después de que pasará lo que pasó.

_ Pero que demonios _ ella lo miró anonadada _ ¿Qué haces aquí? ¿Acaso sigues con tú manía de querer acosarme? Por Dios santo ya deja eso de lado.

_ ¿Cómo? _ dijo Liam _ ¿Acaso ustedes dos se conocen? ¿Por qué la señorita Harris dice que la está acosando?

_ Ella tuvo una historia conmigo estando en la universidad _ el hombre la miró mientras sonreía de lado _ no la estoy acosando, solamente son inventos suyos y nada más.

_ Conozco a la señorita Harris desde hace algún tiempo y ella no es de las mujeres que dice eso solo porque sí, entonces amablemente le pido que se vaya de aquí ya que no estoy interesado en el lienzo.

Elizabeth se sorprendió al ver la forma tan firme con la que Liam había rechazado un lienzo tan valioso sólo por defenderla de ese hombre.

_ ¿Cómo ha dicho? ¿Realmente está dispuesto a rechazar un lienzo tan valioso solo por palabras vacías de Elizabeth Harris?

_ Mientras soy amable le pido que se retire, la señorita Harris es la mejor amiga de mi cuñada y por ende parte de mi familia así que se puede imaginar que nuestra relación va más allá de la laboral.

_ Así que también te acostaste con él _ el hombre habló con burla _ vaya que abrir tus piernas es igual o más fácil que abrir una puerta.

La ira de Liam al escuchar a ese hombre fue enorme, dió la vuelta a su amplio escritorio y sin anunciarlo le dejó ir un puñetazo muy fuerte.

_ Antes de hablar de la señorita Harris te voy a pedir que laves tu boca con jabón, eres un maldito bastardo al atacar a una mujer de esa forma.

Liam tomó al tipo y lo sacó de su oficina, la secretaria al ver la escena decidió llamar a seguridad que en poco tiempo llegó sin embargo en el momento que intentaron meterse fue detenido por el primer mencionado.

_ De este bastardo me encargó yo, por favor traigan un lienzo que se encuentra en mi oficina y del resto ni se preocupen.

Liam se quitó el impecable saco que llevaba puesto y después de hacerlo se lo dió a Eli que miraba la escena sorprendida. Él tomó al sujeto del pelo y lo subió al elevador, Elizabeth temerosa de que la situación pasará a más fue que decidió entrar con ellos.

El ascensor comenzó a descender y una vez que estuvieron en la planta baja Liam tomó al tipo que se había atrevido a ofender a su Eli. Los empleados de la casa de subastas miraron atónitos al vicepresidente arrastrar a ese pobre hombre del pelo mientras se encontraba sumamente golpeado. 

_ ¡No me interesa hacer negocios contigo! _ lo arrojó a la salida de la casa de subastas _ así que largo de aquí y si te vuelvo a ver cerca de Elizabeth me voy a hacer cargo de ti de una manera mucho más desagradable.

Liam arrojó el lienzo sobre el sujeto como si fuera basura, se dió la vuelta sin mediar más palabras y miró a Elizabeth con una mezcla de sentimientos. Ella se acercó entonces le dio el saco.

_ Ven inmediatamente a mi oficina _ él ordenó _ tenemos que hablar seriamente.

Elizabeth por primera vez no sabía qué decir o qué hacer, pensó que era un buen inicio seguir a Liam así que lo siguió hasta su oficina.

_ Liah por favor déjanos a solas, puedes tomarte un descanso y regresas dentro de 30 minutos.

Ella se marchó y Liam entró a su oficina en donde intentó sentarse pero no pudo hacerlo debido a la molestia que tenía corriendo por sus venas.

_ ¿Te das cuenta lo qué acababa de pasar? Definitivamente a veces siento que no puedo contigo y después me digo que tengo que tener mucha paciencia.

_ Comprendo que la casa de subastas acaba de perder un lienzo de un gran valor _ ella bajó la cabeza _ estoy preparada a asumir cualquier consecuencia que se me presente.

_ ¡¿Hablas en serio?! _ Liam la miró con más molestia que antes _ yo no me refiero a ese lienzo, eso poco me importa. Ante mis ojos eres más importante que cualquier obra de arte o joya, lo que quiero decir es que debes de tener mucho cuidado con quien te metes, ¿En qué pensabas a la hora de acostarte con ese cobarde?

_ ¿Cómo te has dado cuenta de que me acosté con él? ¿Acaso te dijo algo?

_ Eso es lo de menos pero si quieres saber cómo es que sé que te acostaste con ese poco hombre es porque acabo de tratar con un tipo despechado que poco le importa si la mujer no quiere saber nada de él, busca como acosarla y es incapaz de aceptar un NO como respuesta.

Elizabeth se quedó callada ante todo lo que Liam le dijo, jamás pensó que ante sus ojos ella tenía más valor que cualquier otra cosa.

_ Escucha muy bien Elizabeth, puede ser que te arme algunas escenas de celos pero quiero que sepas que si me pides que me alejé de ti pues lo voy a hacer ya que es lo correcto.

_ Lo sé _ ella suspiró _ realmente lamento que se perdiera un cuadro de esa magnitud todo por mi culpa, sé que no te importa pero eso no significa que conmigo sea igual.

_ Realmente le das la importancia a cosas que no la tienen, a mi no me importa ese lienzo. Te recuerdo que el dinero es algo que me sobra y cien millones más o menos pues no me va a afectar de gran manera. 

_ Muy bien _ ella habló no tan convencida _ tengo que irme a trabajar, hay algunas cosas que necesitan ser preparadas para la subasta de este mes.

En el momento que Elizabeth se iba a ir, su estómago gruñó y ella sintió como su sangre subía lentamente por todo su rostro e incluso llegó hasta las orejas.

_ ¿Acaso no has desayunado? _ Liam la miró _ ¿Ah? ¿Por qué estás roja?

Elizabeth no dijo nada y simplemente salió corriendo de ahí. Llegó a su sitio de trabajo en dónde se puso a revisar las piezas.

_ La prenda es genuina, perteneció a la dinastía Xia y es un cuenco de sacrificio ya que está hecho de bronce. La puja inicial puede ser de veinte millones.

Eli le pasaba a sus subordinados los objetos, tenía el lente puesto mientras revisaba un rubí cuando de repente le pusieron un vaso de café y unas tostadas...