Cada vez se pone mejor!
Valka se recuperaba de todo lo vivido lentamente mientras revisaba las redes sociales que nombraban su caso y las condolencias que daban las personas. Buscó el perfil de Kara Razar, la vio vestida de negro junto a Khan, ella lo tomaba del brazo y se notaba que deseaba hincarle el diente. Fedora llegó muy contento con unas copas de champaña: —Debemos brindar por tu muerte. Ella recibió su copa y le dijo: —Sé que estoy haciendo una locura, pero no sé… —Escucha, debes comenzar a pensar como un hombre. Valka le prestó atención y él se cogió las sienes: —¿Cómo es que era? —sacudió su cabellera y comentó— Hace tiempo que no lo hago… Después de media hora le dijo: —Claro, debes de pensar que no te importa nada. —¿Eso hace un hombre? —Bueno, la mayoría lo hace. —Debo de elegir un nombre y hacer diseños. —Debes tener físico en brazos. En los próximos meses, Valka hizo ejercicio hasta que sus brazos se volvieron fuertes y práctico. —Pose. Ella se cruzó de brazos y adquirió una po
Julieta hacía un crucigrama, estaba muy entretenida, cuando escuchó unos tacos acercarse y alzó la mirada y vio a un sujeto muy elegante con un hermoso abrigo color zanahoria y lentes oscuros. —Buenas tardes —colocó su portafolio en el escritorio con fuerza—. Soy diseñador y vengo a hacer brillar esta m****a. Julieta se acomodó los lentes, cielos que era apuesto, ese cabello negro alborotado y como recién lavado, todo él, un muñeco de ojos verdes y esos lentes eran tan elegantes. —Su nombre, por favor. Entonces se acercó a ella para decirle de forma coqueta: —Si te digo mi nombre, tendremos que coger juntos. Julieta se ruborizó toda como un foco. —Por favor… —comenzó a gaguear—. Es para anunciarle. Daba pena verla así de mal por una mujer y dijo con seguridad: —Víctor Talking. Ella anotó nerviosa y le comentó: —Voy a anunciarlo, señor Talking. —Señorito, soy niño todavía. Julieta se volvió a ruborizar y fue a la oficina de Cayetana a decirle del recién llegado. Aprovechó
Valka llegaba a Hamdi, conocía el camino perfectamente y confiaba en su trabajo, sentía un hueco en el corazón y entonces se dijo: —¡No puedes tener miedo! ¡Eres un hombre! Respiró varias veces y decidió lanzarse de una vez por todas a darlo todo. ** Julieta estaba ansiosa con la llegada de Víctor Talking, espera ver a ese hombre en acción y cuando lo vio entrar tan elegante y propio se estremeció. —¡Señor Talking! —Julieta… —besó su mano—, siempre tan perfecta. La mujer enrojeció y le dijo con cierta timidez: —Lo esperan en la sala de presentaciones. —Ilumíname el camino, reina. Julieta comenzó a llevarlo y de cuando en cuando daba la vuelta para verlo avanzar seguro. Le indicó la puerta y la abrió para anunciarlo: —El prestigioso diseñador Víctor Talking. ** Ricardo Dumani recibía los informes que su abogado le entregaba en la cárcel. —Están revisando tu caso, dada las pruebas que ese abogado encontró, puede que te echen más culpa. —Tienes que encargarte de eso, no pue
Khan se acercó a Kara desconcertado por su presencia allí. —Kara, ¿qué haces aquí? —Vine a verte, quiero invitarte a cenar —miró de reojo al sujeto que probaba una máquina—, ¿quién es él? Se acercó a ver al diseñador y Valka—Víctor se dio la vuelta. —Hola. Tenía que hacer algo que no la delatase frente a ella. Se dio la vuelta y le dijo: —¡Oh, por Dios! Kara arrugó el ceño y lo miró detenidamente. —Usted se parece a… —¡Kara Razar! En persona, es toda una diosa de la moda. Kara estaba confundida con lo que veía, ese tipo se parecía a Valka, pero… era un hombre. —Sí, soy yo, ¿no conocemos? —En este mundo no he visto su trabajo, lo he estudiado… —Entonces, para enojarla, comentó—, muy básico. Eso sorprendió a Kara. —¿Básico? —Bueno, es como una mezcla entre Coco Chanel y Carolina Herrera. —¡No es cierto! —Oh, querida, ¿te ofendí? —¿Quién es usted? Después de hacer una mueca, se presentó: —Víctor Talking. Eso no le decía nada y se lo dijo en la cara. —No te conozco.
Talking con mucha autoridad le dijo a la odiosa mujer. —Nunca aparte a quien desee conocerme. —Lo siento, pensé que ella podía distraerlo. —La juventud nunca distrae —miró a la pequeña que estaba con la boca abierta—. Vamos, muéstrame lo que tienes. Fueron a la oficina, la pequeña apuró el paso y cuando llegaron adentro, preguntó asombrada. —¿Mamá, eres tú? Talking comenzó a arreglar nervioso las cosas. —¿Eres tú mamá? Ella se dio la vuelta sorprendida, mirando a todos lados. —¿Cómo te diste cuenta? —¡Mamá! —gritó emocionada. Valka le tapó la boca y le dijo: —Nadie puede saberlo. —Pero… —Hija, debes disimular, no pueden saber que soy yo. —¿Por qué? Ella le explicó: —Alguien de aquí me metió en líos y quiero saber quién y por qué. La joven se abrazó fuertemente de ella y le dijo sorprendida. —¿Qué te hiciste? —Tengo puesto un traje especial, debo fingir ser un hombre. Rafaella se rio divertida y le comentó. —Papá Khan no sabe nada de esto, piensa que eres un gran d
Julieta estaba animada con la presencia de Talking, sonreía, canturreaba y más con las atenciones del sujeto. —Mi querida Julieta, siempre tan hermosa, debió ser modelo. Ella se sonrojó toda de la emoción. —Quise ser modelo, pero no di la talla. Talking dijo de pronto. —Estoy para cumplir los sueños de las mujeres, quiero que desfile en la pasarela de Hamdi. Ella abrió tanto la boca de la sorpresa. —¿Yo? —Sí, usará un traje que diseñaré especialmente para usted y la quiero divina en la pasarela. Estaba tan impresionada. —Es la primera vez que me proponen algo como eso. —Ya es hora de practicar pasarela y luego se mide el vestido. Julieta no daba crédito a lo escuchado. ** Talking entró en el estudio y comenzó a diseñar y Fey le preguntó. —¿Por qué deseas tener un detalle con esa mujer? —Querida, Víctor Talking, es un conquistador, quiero que ella sea capaz de soltarle la lengua a Talking. —Cuando sepa la verdad, se va a caer para atrás. Ella sonrió divertida con la id
Talking le servía otra copa y la mujer soltaba la lengua más y más. —Esta mujer era petulante, nunca se midió del sitio donde salió, hacia cada alharaca. —Debió ser terrible trabajar para ella. —Horrible, horrible, además ella fue la causante de que el señor Khan dejara a la señorita Razar. Eso le interesó a Víctor, que preguntó: —¿Ellos se querían mucho? —Como el chocolate y el manjar —rio nerviosa—. Ellos se adoraban. Analizaba todo lo que ella decía y preguntó. —¿Entonces por qué se separaron? —Bueno… —chocaba la copa de Talking—. A usted sí que le gusta el chisme. —Querida, me gustas tú. Ella se sonrojó toda y él añadió. —Personas como tú son raras de conocer. —Bueno, bueno… Ellos pelearon por cosas de familia. Beto, el diseñador, era muy incisivo. —Entiendo. —Creo que Khan no era perita en dulce. —¿Y hay una amistad entre Kara y tú? Ella se rio escandalosamente y nerviosa le respondió. —Somos así —juntaba sus dedos índices—. Ella no da un paso sin que yo lo sepa.
Lucio hacía el reconocimiento del cadáver de su padre que había sido encontrado en los muelles. —¿Tiene idea de quién lo mató? —No, ni idea. Estaba muy impactado con la muerte de su padre de una herida de bala en el corazón. Ahora todo adquiría un tinte oscuro en su vida. ** Khan no daba crédito a lo que había hecho. ¡Había besado a Talking y lo que era peor, le había gustado! Bebía en un bar, sintiéndose el sujeto más raro del mundo. —Soy un hombre, claro que sí —se decía—. Me gustan las mujeres. Vio al bar tender y le dijo con seguridad. —Soy hombre y me gustan las mujeres. —¡Qué bien, amigo! Sin embargo, Talking y su rostro no salían de su cabeza, sus labios… —Dios, no, no puede ser. Kara llegó al bar con una amiga y al verlo se emocionó. —¡Es Khan! Fue a él con una sonrisa y al verlo cogiéndose la cabeza, se extrañó. —¿Khan? Al verla se acomodó. —¡Kara, vaya sorpresa! —Te ves fatal. Estaba fatal y bebió de su whisky de una sola. —Vine a tomar un trago y ya acabé