[DANNA]

En todo este tiempo que Mauro y yo llevamos juntos en este juego donde nos encontramos presos, jamás lo había visto tan decidido como el día de hoy. Después de haber llegado al hotel, le pidió a uno de los empleados que recogiera un paquete en un local y cuando abrió la bolsa en la suite donde nos hospedamos, me encontré con una peluca, un cambio de ropa para los dos. Nunca imagine que él fuera capaz de hacer algo como esto, pero al parecer no lo conocía en su faceta de hombre enamorado.

Me lleva de la mano por los pasillos de la parte de empleados del hotel y puedo notar como algún que otro empleado nos mira como preguntándose quienes somos, pero él no dice nada, solo hace que sigamos caminando hasta que llegamos a una puerta que da al exterior —Por aquí— Indica mientras atravesamos los jardines de la parte de la piscina.

Continuamos nuestro camino has