Dos manos grandes como abanicos se estrellaron con fuerza en las cabezas de dos personas. Se oyeron dos explosiones sónicas, y sus cabezas explotaron como sandías.

Al ver esto, los dos restantes intentaron retroceder instintivamente, pero fueron atrapados por el hombre de cabello dorado, quien les aplastó la cabeza.

Sangre, crueldad, violencia.

La escena hizo que a todos se les erizara la piel.

—¡Ataquemos todos juntos! ¡Matémoslo! —la expresión de Dionisio se oscureció y dio la orden de aniquilación.

—¡Matar!

Más de cien miembros de Sector Cielo gritaron enfurecidos y cargaron juntos.

El hombre de cabello dorado mostró una sonrisa siniestra, se agachó ligeramente y luego saltó con fuerza. El suelo explotó dejando un agujero, y él se disparó como una bala de cañón, colisionando violentamente con la multitud.

Dondequiera que pasaba, había cadáveres y sangre por doquier.

Cualquiera que intentara bloquear su camino era destrozado en el acto.

—Jajaja...

El hombre de cabello dorad