Capítulo 14
Delicia escuchó su diálogo en la habitación, ¡pero sólo se sintió patética!

Su familia la despreció, e incluso no le permitió dar a luz al hijo de Alvaro. No lo mencionó nada a Alvaro aunque lo supiera.

En aquel momento pensó tontamente que no le gustaba a su familia porque no había hecho lo suficiente, y que cuando hiciera lo suficiente la aceptarían.

Echaba de menos a su familia después de perderla, así que se hizo todo esfuerzo para mantener la familia de Alvaro.

Pero se equivocó. No sirvió de nada lo que hizo.

Cerró los ojos.

Estaba muy triste en ese momento.

Cuando entró Alvaro, vio que Delicia estaba acostada en el sofá. Se acercó y se agachó.

Tomó su mano: —Delicia.

Quería rechazarlo.

Pero el hombre no la dejó,—¿Por qué no me dijiste nada?

—¡Vaya! —Delicia rio, fría.

«Este hombre es parcial a su familia, aunque se lo diga, ¿de qué sirve? ¿Acaso se rompa la relación con su familia?»

«¡Imposible!»

No quería que le fuera mal en la vida. Isabel era poca magnánima. Si A
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