Narrador:

Camila reflexiona sobre todo lo que Lara dice, pero su corazón habla más alto. En medio de la tarde, mientras Lara y Marina se distraen, Camila encuentra una forma de pasar su número de teléfono celular a Lucas. La tarde continúa sin ningún contratiempo y, casi llegando a las seis de la tarde, Marina y Camila se despiden y dejan a Lara descansando en su habitación.

— Fue genial, amiga. Espero poder venir aquí más veces.

— Seguro, tan pronto como puedan regresar, avísenme y enviaré a mi chofer por ustedes.

Las tres se despiden y Marina y Camila regresan a casa, mientras Lara se queda en su habitación descansando. Estar convaleciente es lo peor para Lara, se siente inútil sin poder hacer nada. Además, está el problema de su padre que está desaparecido y necesita encontrarlo. Pide que le traigan la cena a su habitación, ya que no tiene energía para unirse a los demás en el comedor. Ya tarde en la noche, James sube a la habitación para ducharse.

— Qué milagro verte por aquí, pen