A pesar de los sentimientos negativos que mi padre despertó en mí, una carga de culpa comenzó a instalarse durante estos últimos días. Aunque no creía en su arrepentimiento, si hubiera sabido que su visita podría haber sido una especie de despedida, habría actuado de manera menos brusca.

Mientras la tragedia que rodea su muerte se desarrollaba, la mayoría de las personas continuaban con sus rutinas, aparentemente poco afectadas. Así que me vi obligada a posponer mi regreso a Seattle para encargarme de los arreglos funerarios.

Entro en la iglesia, el sonido de mis tacones resuena en el espacio vacío. Avanzo hacia su ataúd, observando los bancos vacíos a mi alrededor, lo que me hace darme cuenta de que el hombre que solía estar rodeado de gente ahora descansa aquí, siendo velado en soledad.

Suspiro profundamente antes de acercarme, quitándome mis gafas de sol. Contemplo su rostro pálido y tranquilo. La barba afeitada y el pelo arreglado casi me hacen creer que estoy frente al mismo homb