"Sacar conclusiones apresuradas, nos puede llevar a la angustia sin razón" Anónimo.
Manizales- Colombia.
Las hojas secas y ocres que el otoño dejaba a su paso crujían bajo las pisadas del joven, quien se aferraba con suavidad a las pequeñas, manitos de las niñas que lo acompañaban. Caminaba a paso lento, y su mirada iba cubierta de melancolía, respiraba agitado, y el hondo vacío en su alma se hacía presente, como cada año, en aquella fecha.
Una vez que llegó a su destino, su mirada azulada se enfocó en las blancas y frías paredes de aquel lugar, entonces observó a las personas a su alrededor y asintió.
Las ágiles manos de unos músicos tomaron el arco y rasgaron las cuerdas del violín:
«Déjame llorar by Ricardo Montaner» empezó a sonar frente a la fría tumba del mausoleo de la familia Duque, por celebrarse un aniversario más de la muerte de una de las mujeres más importantes en la vida de Joaquín.
La melodía parecía traspasar aquellos fríos muros, y mezclarse con el sonido del viento:
«Iluminada y eterna, enfurecida y tranquila. Sobre una alfombra de hierba ibas volando dormida. Un imposible silencio enmudeciendo mi vida. Con una lágrima tuya y una lágrima mía»
Un indescriptible vacío se instauró en la boca del estómago del joven Duque, quien dejó caer su cuerpo en una de los escalones que daban a la puerta del mausoleo, entrecerró sus ojos por unos minutos mientras su respiración se aceleraba, entonces cuando abrió sus párpados la miró levitando:
El hermoso y largo cabello dorado de la mujer jugaba con el viento, la falda de su vestido blanco se agitaba con el vaivén de la melodía, su rostro seguía siendo tan hermoso tal como él lo recordaba, lo observaba con aquella amplia sonrisa jovial, y su mirada cargada de ternura se reflejaba a través de sus ojos llegando hasta su alma.
«Siempre cuidaré de ustedes, lo prometí» escuchó en un suave murmullo, entonces varias cálidas lágrimas brotaron de los ojos del joven Duque, de pronto unos tibios y pequeños brazos lo rodearon brindándole consuelo.
—No llores papi, nosotras te queremos mucho —se escuchó en la delicada voz de María Fernanda.
Joaquín abrió sus ojos y limpió con el dorso de su mano su rostro, estrechó a sus pequeñas hijas, conmovido hasta los huesos por su demostración de cariño, entonces les sonrió con ternura y las vivaces miradas azuladas de las gemelas se posaron en él.
—Es el momento de colocarle las flores que trajimos —comentó él aclarándose la garganta, entonces se puso de pie y con las manos temblorosas introdujo la llave en la cerradura del mausoleo.
—¿Por qué escogiste lila, papi? —preguntó Malú.
—Porque ese era su color favorito —expresó con la voz entristecida el joven.
—¿El próximo domingo le podemos poner flores rojas? —indagó Mafer.
—Sí mi princesa, el otro fin de semana le vamos a colocar rosas rojas — aseguró Joaquín a su niña, mientras pasaba su mano por la fría lápida y le dedicaba unas palabras en suaves murmullos.
—Papi —escuchó de nuevo y sintió las manos de sus hijas jalando de sus chaquetas.
—¿Qué sucede princesas? —cuestionó él inclinando su rostro para mirarlas.
—Dijiste que cuando cumpliéramos cinco años, nos ibas a contar cómo conociste a mi mamá, hoy es nuestro cumpleaños —comentó María Luisa.
Joaquín sonrió y las observó con ternura, su corazón se estremeció al volver al pasado, miró en el rostro de sus hijas a aquella chiquilla de sonrisa traviesa que le cambió la vida por completo, y que le convirtió en el hombre que hoy en día era, entonces pasó con dificultad la saliva y respiró profundo.
—Tienen razón, les voy a contar la historia de un Duque que andaba perdido en la vida, y tuvo la suerte de conocer a una hermosa reina que le alumbró el camino —mencionó suspirando, mientras acariciaba los rubios cabellos de sus hijas, entonces las pequeñas se aferraron a las piernas de él, y lo abrazaron con emoción.
Se sentaron frente al mausoleo y mientras empezaba a narrar la historia, la voz de las gemelas lo irrumpió:
—¡Ya volvieron! —gritaron las niñas.
La mirada de Joaquín se iluminó por completo, su corazón palpitó con fuerza abrupta, tal y cuál la primera vez que la conoció, ella caminaba hacía él, mostrando aquella amplia sonrisa que lo enamoró a primera vista.
—¡Papi! —gritaron los dos pequeñitos que se soltaron de los brazos de su madre y corrieron hacía él.
—¿Por qué demoraron tanto? —indagó abrazando a los chiquitines que se aferraron a sus piernas, y observando con profundo amor aquella verdosa mirada de su esposa.
—Porque estos duquecitos, luego de salir del baño se pusieron a correr por todo el cementerio —comentó ella algo agitada, y se acercó a él—. Escogiste una canción muy linda. —Lo abrazó, y acarició con ternura su mejilla.
—Ella se merecía eso y más —mencionó él, y la tomó de la cintura, la abrazó a su pecho y luego inhaló su aroma tan familiar—. Gracias a ella vos y yo estamos juntos.
La esposa del joven sonrió y su mirada mostró un gran destello de luz. Observó a lo lejos a la mujer levitando y le sonrió, y notó como ella los observaba mostrando en su rostro una infinita paz, y profunda felicidad.
—Cuando era niña prometí que me enfrentaría a brujas y dragones por rescatar a mi Duque, y lo cumplí —aseveró orgullosa, sintiendo su corazón agitado, se reflejó en la azulada mirada de él—, siempre encontraré la forma de regresar a tus brazos.
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¿Será que el amor triunfó y pudo acabar con la maldición que pesa sobre la familia Duque? ¿Creen en los milagros? ¿Son lectoras de poca fe?
¿Qué opinan? ¿Desean descubrir que sucedió? Lleguemos hasta el final. Les pido no sacar conclusiones apresuradas, lean con calma, y disfruten de la historia.
Si llegaste a esta historia y no leíste: Si me ves llorar por ti, no pasa nada, pero recomiendo hacerlo, para entender esta de mejor manera.
María Paz está por cumplir 17 años cuando conoce a Joaquín, él tiene veinte, sin embargo, en ese lapso ellos no sostienen ningún tipo de contacto sexual. A pesar de que la edad de consentimiento en el estado de New York es a partir de los 16 años Joaquín es un caballero y en ese tiempo, ellos se dedican a conocerse.
Les pido dejar sus comentarios en las reseñas. Si desean seguirme en redes sociales estoy como: Angellyna Merida. O unirse al grupo de F*: Si me ves llorar por ti by Angellyna Merida. También les recomiendo leer los libros de: Xinova Escritora.
Gracias por llegar hasta aquí, recuerden que todas las historias de la app, son de paga, así que deben desbloquear los capítulos, y si desean bonos pueden votar en este libro.
"...Me entenderás, cuando te duela el alma, como a mí..." Frida Kahlo.Manizales- Colombia.Hacienda la Momposina. Años antes.Miguel Ángel Duque observaba con melancolía las grandes hectáreas de cafetales que rodeaban su casa. Liberó un largo suspiro rememorando la celebración que realizaba su esposa antes de empezar la cosecha, sin embargo, desde que ella falleció todo cambió.Miró su reloj de muñeca con impaciencia esperando ver llegar a su hijo menor de Estados Unidos, sin embargo, el jeep que fue por el joven al aeropuerto no aparecía. Presionó sus labios y bajó al gran salón de la casa y cuando se dirigía a la cocina el sonido del motor de un automóvil detu
"Solo una vez te miré. Y eso bastó para atarme. A esos, tus ojos de sol. Y más nadie que yo. Será quien te ame"... Carlos Montilla.Bogotá- Colombia.Para olvidar aquel sueño que la perseguía desde la niñez, se puso a caminar por el aeropuerto. Tenía tres horas para estar ahí, sin embargo, por más que intentaba desechar aquel sueño no podía, entonces fue a las diversas tiendas y adquirió varios dulces, y obsequios, enseguida su mirada se iluminó al leer el letrero de su café favorito.«Amo Colombia» dijo en su mente y sonriendo con amplitud caminó en dirección a aquel lugar. A medida que se acercaba su corazón se aceleraba y no comprendía nada. Presionó con fuerza su bolso, miró a todo lado,
"... Barcoa la deriva que, se hunde un poco cada día. Barco a la deriva que, no puede ver el faro que le guía..." Guillermo Dávila.***Joaquín rascó su nuca y su mirada se enfocó en la chica, la persiguió con su vista, notando lo atractiva que era, y la seguridad con la que caminaba.—Eres muy bella —comentó.María Paz tomó asiento en la sala de abordaje, se llevó las manos al pecho, respiró profundo, entonces cerró sus ojos y la mirada de él se le vino a la memoria.Joaquín… Duque de Manizales —murmuró suspirando—, no, esto no puede ser posible —comentó.—¿Disculpe? —cuestionó una señora que estaba junto a ella.María
“Mírame. En nada me consigo concentrar. Ando despistado todo lo hago mal. Soy un desastre y no sé. Que está pasando…” Alejandro Sanz. ****East Hampton- Nyc, UsaVarios días después. María Paz mantenía su mirada fija en la pantalla de su computador, sonreía contándole a su mejor amigo Matt sobre todas las aventuras que había vivido en sus vacaciones en Ecuador, y él le hablaba de su visita a Europa.—Estuve en el palacio de Kensington, pero no tuve la suerte de conocer a ningún Duque. —Carcajeó el chico observando con atención como los labios de la joven se abrieron en una gran O.—¡Qué
La jovencita enrojeció al recordar que le mintió, y más por lo que su hermano mencionó, miró como el semblante de Joaquín se iluminó, y una amplia sonrisa apareció en los labios del joven.—¡Vaya! —exclamó—, así que vos querés casarte con un Duque —mencionó divertido—, debo aclararte que yo, no estoy disponible. —Elevó una de sus cejas mirándola a los ojos.María Paz lo observó de pies a cabeza.—Con un Duque de verdad, no con una imitación barata —expresó avistándolo con desdén.—Ya quisieras que este Duque se fijara en vos —mencionó él.—Dios te agarre confesado Joaquín —intervino Santy riendo. María Paz golpeó con su puño
“No soy ejemplo para nada ni para nadie. Tengo miserias como cualquiera de ustedes. Catorce marcas que me duelen en el alma. Y cien defectos que me siguen y no aprenden…” Manuel Carrasco. ****New- York- Usa. Algunas semanas habían pasado después de aquel encuentro, tanto Joaquín como María Paz se veían muy poco, y sus encuentros ocasionales se daban cuando el joven colombiano iba a realizar las tareas con su amigo Santiago, las veces que coincidían no tenían mucho tiempo de charlar.Una tarde en la cual los rayos del sol resplandecían en la casa de la familia Vidal mientras Santiago y Joaquín realizaban un proyecto de Contabilidad, María Paz no se percató de la presencia del joven colombiano y entró de la piscina por la puerta del jardín.
“…Vale la pena pelear por nuestros sueños. Vale la pena equivocarse y levantarse. Vale la pena liberarse y ser el dueño de la verdad siendo uno mismo en cualquier parte…” Manuel Carrasco. ****Minutos después.María Paz se hallaba acostada en su cama, boca abajo chateando con su mejor amigo, ya no se oía música, ni las voces de los compañeros de Santiago, notó como los motores de los vehículos se iban encendiendo, entonces escuchó tres golpes secos en la madera de la puerta de su habitación.—Adelante —contestó, y bajó la tapa de su laptop, entonces giró su rostro y se encontró con la mirada de su hermano.—Nena, voy a salir —coment&oacut
Al día siguiente.Joaquín caminaba de un lado a otro por los pasillos del edificio de la universidad. Miraba impaciente su Rolex, esperando ver aparecer a su amigo Santiago. Varias chicas lo saludaban y coqueteaban con él, el joven ni corto ni perezoso correspondía de la misma forma.Faltaba un minuto para ingresar al salón cuando Santy llegó corriendo agitado.—Parcero, pensé que no vendrías —recriminó a su amigo.Santiago tomó una gran bocanada de aire.—Mi hermana amaneció enferma. —Miró a Joaquín elevando una ceja.—Ella es más necia que una cabra —comentó—, yo se lo advertí, pero no me hizo caso. ¡Qué vaina! —Negó con su cabeza preo