Desafortunadamente para las mujeres de la familia Velázquez Torres, el tiempo tenía que transcurrir y con ello las horas de distracción por la ciudad trascurrieron, dejando así bellos recuerdos de un tiempo grato en familia, el cual se disfrutó con la compra de extravagantes prendas, zapatos, accesorios y maquillajes; Acompañados de un agradable día en el spa, la estética y demás lugares de cuidado y vanidad.
Todo esto, dando magníficos resultados que se dejaban ver a simple vista, los cuales eran en el físico de estas dos bellas mujeres, que habían quedado esplendidas para esta noche importante del sábado.
Donde, la matriarca de la familia, la señora Irene Torres, portaba un físico inigualable, con un cutis bien cuidado, cubierto con una base en su tono, que otorgaba luminosidad y juventud, acompañado de sombras cargadas y fuertes que resaltaban sus ojos, labios claros que hacían juego con su atuendo en tonos rosados claros, un contorno de su rostro bien definido, cabello recogido, cuidado y resplandeciente, el cual se había dejado igual en su tono cobrizo natural; Mientras que, aquellos cuidados ayudando a que su piel luciera más fresca, aportando un mejor look en general, el cual era clásico, conformándose por un vestido serio en color rosado, de escote poco pronunciado, acentuando la zona de sus caderas y cayendo ligeramente por sus piernas, esto acompañado de un abrigo marrón y tacones medianamente altos en el mismo tono, mientras que su joyería era sencilla, en plata conformándose por su anillo de compromiso, un brazalete y un collar con un dije de la virgen de Guadalupe; Todo esto en conjunto la hacían ver como la decente y formal mujer que era, mostrando un rostro falsamente sonriente acompañado de un gran nerviosismo que ocultaba a la perfección.
Mientras que, por su parte, la principal Grecia, había decidido cambiar un poco, colocando en ella un tono de cabello algo más rojizo, más atrevido que la hacía resaltar más; Ella el día de hoy portaba su bello cabello suelto, con rizos ligeros en las puntas, y con el rostro descubierto, el cual estaba maquillado ligeramente, con un rubor rosado, sombras muy claras en los ojos, grandes pestañas, tono de piel uniforme y mate, contorno pronunciando sus bellos rasgos, cejas perfectamente maquilladas en cobrizo y bien destacadas, un iluminador en tonos dorados y lo más importante de su rostro, que se llevaba toda la atención eran sus labios, en un color rojo decente, en mate sin ser provocativo pero de igual manera asombroso. Este gran maquillaje, iba en juego con el vestido que compro par este día, en color negro, ajustado y acentuando su cuerpo, en una tela caía perfectamente, largo, acompañado de un abrigo de pelo de zorro, unos tacones medios en color rojo y su típica joyería favorita en oro, la cual conformaba su par de aretes de perla, su collar con un dije antiguo de corazón, sus brazaletes y anillos; En fin, todo esto la hacían lucir como la joven más bella y especial del mundo, esto también siendo comprobado por quien la viera, ya que en todo el día, no había sido más que halagada por su belleza.
Siendo esto algo de orgullo para ella, pero también sintiéndolo como algo de suma perdición, ya que, si destacaba en los ojos equivocados, su destino terminaría siendo al lado de aquel Mafioso poderoso que simplemente se aprovechaba de su desafortunada situación.
En fin, en los rostros de ambas mujeres simulaban felicidad, aunque en el fondo, con cada minuto que asaba, crecía la ansiedad, estando así cada vez más nerviosas por lo que fuera a suceder.
Es así, que ya siendo un poco tarde, para las 06:00 pm la familia Velázquez Torres ya se encentra en el Rancho, en el salón principal que habían adornado para la llegada de aquel tan importante hombre.
Este lugar se destacaba por verse muy clásico, teniendo un aspecto de cabaña, ubicándose a unos metros de la vivienda principal, el cual estaba cubierto totalmente por madera de roble, sillas rusticas, una gran mesa, candelabros antiguos, cuernos de animales por las paredes, cabezas disecadas, armas antiguas adornando la parte superior de la chimenea vieja de ladrillo donde yacía una cálida fogata, fotos familiares por doquier, entre otros detalles más que la hacían sentir muy familiar: Y así era, ya que esta cabañita estaba destinada para pasar el tiempo cálidamente en familia, viviendo buenos momentos y disfrutando de sí.
En fin, Tal vez el día de hoy sería la excepción y allí no se viviría un buen momento, aun no se sabía y se desconocía lo que pasaría.
De esta manera, para aligerar la tensión que se sentía en el ambiente de aquel lugar, el padre de familia Juan, decide colocar un poco de música mexicana, mientras sirve un poco de tequila en unos vasos que tenía allí, y se los otorga uno a cada uno, invitando a sus mujeres a beber para entrar en calor y hacer que llegara la calma.
Tanto Irene como Grecia aceptan la idea de alcoholizarse un poco como distracción, y así lo hacen mientras que esperan, donde a la vez dialogan sobre lo que pasaría:
- Creí que sería una buena idea probar este Tequila que tenía guardado para una ocasión especial, espero que sea de su agrado ya que lo traje hace algún tiempo de mi viaje a Jalisco, ¿Lo recuerdan? -Comenta el padre tratando de distraer a su familia con viejos recuerdos-
- Lo recordamos papa, en aquel tiempo estábamos bien o al menos parecía serlo ya que, gastabas e dinero en inmensas cantidades sin pensar en lo que pudiera pasar...-Dice un poco molesta Grecia-
- ¿Me reprocharas por simple dinero? El dinero va y viene hija, hay que disfrutarlo, para eso se hizo, para gastarlo...
- Puede ser que se haya hecho para eso, pero al tener una deuda pendiente, creo que lo principal era saldarla y no solo ver en tu goce personal.
- Perdona Grecia, pero ya nada puede hacerse al respecto, aquel tiempo ya paso y ese dinero se desvaneció... desafortunadamente yo, tu papa no pudo hacer un mejor trabajo, perdóname.-Dice con culpa y molestia Juan mientras se toma todo el resto de tequila de su vaso-
Grecia solo lo mira con un poco de indignación, mientras que su madre le susurra al oído que:
- Por favor hija, no hostigues a tu padre, sé que él ha tomado malas decisiones, pero por favor, no es momento de que se lo reproches... lo que el menos necesita ahora, es más culpa que cargar en su alma... por favor, se amable con él.
- Esta bien mama. -Responde indignada Grecia, mientras voltea los ojos en signo de inconformidad-
De esta manera, Grecia después de algunos minutos de calma y silencio en la habitación, decide continuar la conversación, pero ya un poco de forma más amable, donde comienza a tratar otros temas, como recuerdos de la infancia y consejos, donde las cosas se situaban agradablemente así:
- Ay papa, de verdad que te quiero, siempre has sido el hombre de nuestras vidas y hasta ahora, que soy adulta valoro la lucha que has enfrentado por tratar de vernos y mantenernos bien... perdóname si alguna vez me pote como una idiota contigo o con la familia, perdona si no los valore y te digo sinceramente que te quiero, te perdono y espero que tú también lo hagas. -Dice con gran emotividad Grecia mientras se levanta a abrazar a su padre-
- Yo también te quiero hija y claro que te perdono, veras que en familia podremos superar los problemas, ¿Verdad que si Irene?
- Por supuesto Juan, hay que mantenernos unidos y saber sobrellevar las penas-Dice un poco sentimental Irene, mientras que se une al abrazo-
De esta manera, estos tres se abrazan fuertemente y sollozan un poco, haciendo con esto liberar un poco la pena y la tristeza del momento, así, después se separan, vuelven a sus lugares sentados en aquella mesa y siguen conversando, dejando así un poco más tranquilo el ambiente, donde parecía ser que la familia estaba de acuerdo con lo que se venía, mostrándose fuerte y valerosa ante el dichoso o desafortunado futuro que les tocara vivir.
La familia paso las horas de espera de aquel sábado de manera agradable, con su convivencia, cosa que hacía aligerar el peso que cargaban y distraerlos un poco con sus platicas, donde se mantenían calmados hasta que, a las 09:00 pm en punto, alguien toca la puerta de la cabaña, haciendo que todos se pusieran nerviosos, ya que temían que la llegada de Lombardi a su residencia estuviera hecha; Así que, con temor Juan se levanta de su asiento, camina unos cuantos pasos de manera nerviosa y finalmente abre la puerta, esperando ver al jefe de la mafia italiana ante sus ojos, pero para fortuna suya, quien le hablaba era su jardinero llamado Rodolfo Lira, un hombre de 36 años de edad, de piel morena, cabello y ojos negros, con un aspecto bajo y sucio que vestía simples pantalones de mezclilla, chaqueta, camisa de cuadros, sombrero y botas desgastados, este era empleado de la familia desde hace varios años, a quien estimaban, le tenían confianza y estaba al tanto de la situación de la familia
Mientras que las mujeres de la familia esperaban con ansias de pie, frente a la entrada principal de la cabaña con sus mejores apariencias; Los hombres del rancho caminaban con paso firme hacia el lugar, donde caminando al rente, con la cabeza en alto, postura muy derecha y un ego indomable, caminaba con plena seguridad y poder el señor Lombardi, mientras que a sus lados se encontraban sus guardaespaldas de 2m de estatura, afroamericanos, complexión grande y musculosa, vestidos formalmente en traje negro y zapatos con lentes oscuros, sus apodos eran G.1 y G.2, ya que sus nombres estaban ocultos y no eran de gran importancia. Mientras que, detrás de estos tres tipos, iba caminando el padre de Grecia en compañía del jardinero, de Valentín y de otros tipos más de seguridad de Lombardi. En fin, finalmente después de un camino silencioso y angustioso, por fin llegan a la entrada de la cabaña, lugar donde Juan le hace la seña al jardinero de que abra la puerta y así lo hace, no sin antes
De esta manera, el señor Lombardi, se encuentra de pie, con la mirada fuerte, viendo a su alrededor mientras es observado por las miradas temerosas de la familia Velázquez Torres, y la mirada ansiosa de su mano derecha Valentín, quien esperaba con nervios cual sería el siguiente movimiento de su jefe, ya que sabía que las cosas podían suceder o negativa o positivamente, no existía la posibilidad de una respuesta a medias. Así que, después de segundos de tensión, los cuales disfruto Lombardi ya que le causaba placer ver el temor y la ansiedad de sus acompañantes, el decide decir: - Jajaja, que gracia me da el ver como mi persona los hace temer de sus vidas... tranquilícense, cambien esos rostros que me disgustan de verdad ya que aquí he venido para pasarla bien con ustedes, con mi futura familia... por favor, les pido que se relajen, olviden quien soy y mejor se pongan a disfrutar del momento que aquellas dulces palabras de sinceridad de Grecia no me han afectado en absoluto, yo co
Mientras que Juan y Valentín hablaban sobre temas de su interés y curiosidad, desde la sala de estar se encontraba casi nada nerviosa Grecia, quien había iniciado una conversación algo amable con Lombardi, la cual se situaba de esta manera, con ellos dos sentados sobre el ismo sillón, cada uno en un extremo de este mueble de cuero, viéndose a los ojos y hablando con seguridad y fluidez, donde Lombardi con una voz buena y amable le decía a la joven y bella Grecia que: - Que placer tenerte solo conmigo, de verdad que disfrutare el tiempo que tengamos a solas... - El placer me invade a mí también, ya que me genera algo de gusto ver que al menos te comportas bien con mi persona... - Claro que me portaría bien con una chica tan bella como tú, no podría tratarte al, ni podría pensar en hacerte tal grosería o... ¿Cómo creerías que te trataría? ¿Pensabas que era malo o algo por el estilo? -Pregunta con curiosidad Lombardi- - No me refería a eso, solo que, aun mi mente no sabe con qué lado
De esta manera, Lombardi y Grecia ya comenzaban a ponerse un poco más cómodos como para seguir hablando de temas personales y de sus vidas en compañía del consumo de bebidas alcohólicas, aunque eso se ve interrumpido por un toque en la puerta principal de la sala de estar, exactamente siendo tres toques fuertes, lo que termina llamando la atención de él y dice ante esto: - Espera aquí Grecia, iré a ver qué es lo que quieren... Grecia asiente con la cabeza y desvía su mirada hacia la puerta, esperando que quien estuviera tras de ella fueran sus padres, ya que, sabía que ellos no soportarían el tenerla lejos de sus ojos por tanto tiempo. Y de esta manera ella tenía la razón, Lombardi al abrir la puerta, lo primero que observa es el rostro nervioso de Juan, que en primer lugar dice: - Disculpe que lo interrumpa, pero uno como padre siempre se encuentra ansioso por el saber de sus hijos, y yo no soy la excepción, creo que se ha hecho tarde y es hora de que Grecia se vaya a acostar, ma
Es el mediodía del día domingo, en el que todos en el rancho se han levantado algo tarde, debido a la desvelada anterior, la cual, por parte de los hombres principales del lugar, se trataba por su borrachera, mientras que, en las mujeres se trataba de que habían aprovechado que era último día del fin de semana para descansar y asimilar las cosas que pasaban por allí. De esta manera, se encuentran en el área del comedor de la vivienda principal sentadas madre e hija, desayunando unos deliciosos huevos a la mexicana acompañados de jugo de naranja, viendo por el gran ventanal al patio desolado del frente e iluminado por el sol, mientras disfrutaban el clima que les brindaba el calefactor que tenían a un lado, el cual les servía para entrar en calor aquel fresco día de 14 grados, en el cual, ya estando un poco más despiertas deciden iniciar una conversación entre ellas, la cual al encontrarse solas, surgía con confianza de esta manera: - Pues que gusto me da el estar solamente contigo h
Cae la tarde en la ciudad de Delicias, Chihuahua, lugar en el que sucederá la primera cita formal entre el señor Lombardi y Grecia, la cual era organizada con antelación por parte de él, el cual planeaba pasar la tarde y noche del domingo a sola con aquella bella joven, a la cual trataría de convencer de llevarse bien con el fin de pronto llevársela a su país natal de la mano de una buena relación entre estos, que terminaría haciendo más fácil todo. Pero, para que esto sucediera, Lombardi tenía que ganarse la confianza de Grecia, así que, para lograr esto, él estaba al tanto de sus gustos, la había estudiado e investigado perfectamente gracias a su equipo, dándose cuenta que lo que más amaba eran los restaurantes de pizza, era una comida que le encantaba y solía comer de manera recurrente, además que, a ella también le fascinaban las películas, en especial las de suspenso, drama, terror o documentales históricos; Por lo cual, Lombardi estaba dispuesto a crear una tarde bella y excepc
Son la 05:00 pm del día domingo en Delicias, Chihuahua, nos encontramos en el centro de la ciudad, exactamente en el Cinema de los Venados, un bello lugar tradicional de cine, creado hace más de 50 años, con una estética retro, poco iluminada, lujosa y llamativa, que contaba con todas las comodidades, para ser más exactos, con una sala VIP, la cual en lugar de asientos comunes individuales, tenia de los asientos modernos que asemejaban camas, acompañados de pantallas de excelente calidad y la posibilidad de ver películas en 3D y 4D, además de tener a su disposición el servicio del personal del establecimiento. En general, era un lugar perfecto para tener una cita muy cómoda, interesante y grata aquel día entre un par de apenas conocidos; Quienes ya se encontraban cómodamente sentados en aquellos reconfortantes asientos, uno al lado del otro, con un asiento de separación que les servía para colocar la mesa de la comida, en la cual, en primer instancia se había pedido una simple pizza