—¡Cómo puedes decir una estupidez como esa! Acaso quieres terminar en la cárcel, sé muchos secretos tuyos, mi vida, a mí no puedes amenazarme, lo olvidas.Pablo miró a su amada esposa; ella no sabía de lo que él era capaz o simplemente intentaba ignorarlo.—Te utilicé para llegar a donde estoy. Si hablas, venderé este video al mejor postor. ¿Lo recuerdas? Cuando asesinaste a varios de los empleados de Sofía, por puro placer, no me hagas hundirte conmigo.Patricia se limpió las lágrimas, estaba molesta, dolida, una mezcla de emociones se arremolinaba en su interior.—Tú ganas, de acuerdo, pero debes de tener cuidado al dormir, mi amor, puedes no despertar luego, te odio maldita escoria. Patricia salió del lugar con una mano en su pecho; sentía que toda su vida había terminado en fracción de segundo.Estaba en la calle, sin un solo centavo; Pablo la había traicionado.Las lágrimas bañaron su rostro y nublaron su visión, había recibido un golpe fuerte.El karma se había hecho cargo de e
Patricia empezó a caminar sin rumbo nuevamente, tomó su celular y marcó el número de su antigua amiga. —¿Patricia, estás bien? —escuchó la voz preocupada de la joven.—En realidad no lo estoy —respondió con sinceridad.—No vemos en el lugar de siempre en media hora.Continuó caminando, su corazón dolía de manera inexplicable, había llamado a su madre, pero ella le dejó muy en claro que no quería volver a verla.No le perdonaba la muerte de su hermano, incluso a ella misma le costaba perdonarse, fue una tonta que pensó con el corazón y no con la razón. La vida estaba dándole la lección de su vida, se encontraba cerca del café que ella y su amiga frecuentaban casi a diario, tomó asiento en una de las mesas y ordenó una taza de té para los nervios.Había dormido en un hotel de mala muerte la noche anterior y con el poco dinero que le quedaba, había comprado algo de ropa y comida. Jamás imagino que llegaría a estar en una situación como esa, Pablo era un maldito desgraciado. ¿Pero cóm
Linda le colocó esposas en las manos a su rehén; así se evitaba algún problema. No podía permitir que Sofía escapara de sus manos; su primera parte del plan, estaba en camino. —Nos vamos, sé que lo vas a disfrutar tanto como yo. —No pienso moverme hasta que dejes libre a mi prima.—Obviamente, ella no está aquí, no soy estúpida, sé que Darío está en algún lugar, no quiero terminar en sus manos, ahora camina o sabes lo que pasará.Linda tomó el brazo de Sofía, caminó rápidamente hasta el ascensor de servicio; marcó el primer piso. Avanzó por el pasillo y salió por la puerta trasera donde había un auto y obligó a su rehén a hacer lo mismo.Sofía sabía que no podía discutir con la mujer, solo obedecer, no quería perder a Gaby.Andrew ingresó a la habitación para encontrarla vacía, la ropa y los accesorios de Sofía estaban en la mesa.Salió prácticamente corriendo del lugar y dio aviso: no podían estar lejos.Darío, al escuchar el mensaje, salió prácticamente corriendo del auto. Al l
Linda ato a Sofía a una silla, había sangre en el rostro de la mujer, tomó una cerveza, la abrió y bebió un sorbo.Podía notar la mirada asesina de Sofía sobre ella, sonrió ampliamente. —Me odias, no es verdad, el sentimiento es mutuo. Al fin tendré el placer de deshacerme de ti. Esperé tanto tiempo por este momento, por la mañana. Ustedes dos están muertas; lanzaré sus cadáveres al lago congelado. Después de meses, en el verano, encontrarán sus cuerpos. Sofía intentó soltarse, pero era imposible. En ese momento estaba en las manos de esa loca. —Lo haces porque no quieres aceptar la realidad, él jamás volverá a poner sus ojos en ti, no te engañes. La mujer tomó la lata de cerveza y la lanzó contra la pared. Gabriela miró a Sofía y negó con la cabeza, no quería que Sofía hiciera enojar a la mujer. —Si me haces enojar, voy a desfigurar tu bello rostro. —Suficiente, Sofía —la habló Gaby —no quiero que te haga daño, es mejor que te quedes tranquila. Sofía soltó un suspiro pesado,
Darío soltó el cuello de la mujer, sabía que no podía confiar en una rata como Patricia, pero qué opción tenía en ese momento. —Son para protección, últimamente tengo muchos enemigos al acecho, incluyéndote. Iré a buscarlas, puedes venir conmigo o quedarte, como quieras.La mujer tomó el arma y la colocó en su bolso. Darío la miró con desconfianza.—Tú, ir a buscarlas, acaso me tomas por imbécil.—Quiero meterle un tiro a esa mujer en la cabeza y tengo mis motivos, así que no te metas en mis asuntos.La mujer le mostró una fotografía, se podía apreciar a Pablo y la mujer besándose apasionadamente a las afueras de un bar.Darío miró las fotografías por un momento, luego las colocó en la mesita. —Esa maldita intentó aprovecharse de mi buena voluntad, ahora la quiero muerta. Si Sofía sobrevive, podré cumplir la segunda parte de mi venganza: ver a Pablo en la calle, no pido mucho.Darío se cruzó en el camino de Patricia, no confiaba en ella. —¿Cómo sé que dices la verdad? Siempre has s
El hombre les ordenó a ambas mujeres bajar del auto.Sofía no puso resistencia y bajó lentamente del coche.Gabriela hizo lo mismo, estaba aterrada de solo imaginar que asesinarían a Sofía por su culpa.—La mataré primero a ella, para que puedas observar todo, mi querida Sofía, luego lanzaré su cuerpo al río —señaló el vacío —es una caída de cuatro metros, pero no sentirá nada, no te preocupes por eso.El hombre tomó a Gabriela del brazo y la obligó a arrodillarse; había empezado a nevar con intensidad.Saltar al vacío sería un suicidio. El agua estaba congelada, unos minutos en ese lugar, y morirían de hipotermia.Sofía había estudiado todas sus posibilidades con cuidado y era realmente frustrante no poder hacer nada.No quería terminar asesinada, luego lanzada a un lago congelado, quizás su cuerpo nunca sería encontrado. —Últimas palabras, cariño —preguntó la mujer mientras le quitaba el seguro a su arma.Se acercó a Gaby y apuntó directo a su cabeza.—Es tu última oportunidad, soy
Pablo estaba en su oficina, esperando una llamada que no había llegado; estaba empezando a impacientarse.Caminaba de un lado al otro en la oficina, acaso algo había salido mal, ¿por qué Linda no se había comunicado con él? Su corazón latía con fuerza, sus manos temblaban ligeramente, había pasado 10 minutos sin ningún tipo de noticia.No podía aguantar tanta espera, pero no podía llamarla. Si algo salía mal, no quería que lo asociaran con la mujer. Revisó las redes sociales y no había nada, pero pronto algo en la televisión llamó su atención.“Noticia de último minuto: la policía ha estado trabajando sin descanso en el caso de la familia Clark, la joven heredera Sofía Clark y su prima Gabriela Clark, había sido secuestradas, se presume que fue por venganza, esta mañana ambas fueron rescatas con vida, en el lugar de los hechos hay tres cadáveres, una de ellas es Patricia Zamora y Linda Rodríguez, hay un tercer cadáver que no ha sido identificado.Después de días de terror, la histor
Sacó las llaves de la mansión que en algún momento fue suya, las luces estaban apagadas, ingresó por la puerta trasera para evitar ser visto por los policías que custodiaban el sitio.Debía de ingresar como un ladrón; era realmente humillante.—Pablo —escuchó la voz fría de su tío, detrás de él. Se giró lentamente, podía notar la mirada de asesino en serie de su tío; un escalofrío recorrió su espalda. —¿Piensas matarme? —preguntó con algo de nerviosismo. —No, quiero que lo hagas tú mismo, bajo tu maldita desesperación, no eres más que una rata que se arrastra en el suelo sin nada. Pablo sonrió débilmente, la vida era demasiado cruel con él, era irónico, en algún momento lo tuvo todo. —¡No me asustas! —Prefieres que lo haga yo mismo, está bien, pienso torturarte por horas, hasta que supliques por tu vida, tu muerte será peor que la de Erick Clark. Pablo bajó la cabeza, ingresó al lugar, no tenía otra opción. La mansión parecía estar abandonada, subió las escaleras lentamente, m