Después de que Selene y Emmett salieran del registro civil. Él condujo al centro de la ciudad, solo detuvo el auto cuando estuvieron en un lujoso restaurante, eran pocas las personas que podían entrar a este tipo de lugar, ya que para asistir tenía que sacar una reserva de al menos un mes de anticipación.

Emmett abrió la puerta y extendió su mano para que la mujer bajara.

El largo vestido aguamarina se extendía por el cuerpo de Selene hasta caer en sus tobillos, amoldando perfectamente cada curva de su cuerpo, en una sola noche el rostro de Selene había dado un gran cambio y se veía más tierno y reluciente, solo que esta vez llevaba un pañuelo negro envuelto alrededor de su cabeza.

— Esposa mía me he tomado la tarea de complacerla, por eso reservé este lugar para que pueda sentirse cómoda—.

Selene le devolvió una sonrisa y se aferró al brazo de su marido.

— Lyn, ¿haz pensado en volver a Seattle?, tengo varias empresas establecidas en Londres y pienso que sería mejor que nos quedá