Me lavo las manos como me indico el señor Juan, me las seco, recojo la libreta que esta encima de barra y de paso al segundo piso, me doy una miradita en el espejo que está cerca de las escaleras para ver que no tenga crema en la cara, o en la ropa y que este bien peinada ya que la presentación de una mujer cuenta mucho así sea para vender un confite.
Cuando voy subiendo las escaleras siento que los hombres están en una conversación un tanto acalorada, por que de tanto que hablan ni se entiende que es lo que discuten.
Voy entretenida en mis pasos cuando siento que un muro choca conmigo, pero cuando estoy por caer cierro los ojos esperando el golpazo en mi lindo trasero, pero este nunca llega, solo siento que soy jalada de las manos, me estabilizan y en esta acción siento una fuerte descarga por todo mi cuerpo, pero solamente es por un segundo, es la primera vez que siento algo así. estoy aliviada de no haber rodado escaleras abajo o haber terminado con un chichón en la cabeza por darme duro contra el muro, voy abriendo mis ojitos lentamente y poder darle las gracias a la persona que me ayudo, no hay nadie en mi campo de visión, pero la mayoría de los hombres del grupo de empresarios que están en la mesa me están mirando y tienen una mirada de asombro y la verdad no sé qué pasa.
Mi mirada se clava en el único hombre que no me mira, es como si me estuviera ignorando y no sé por qué. parezco más invisible que un fantasma para que hermoso hombre, porque, si está bien rico parece un chocolatito bien envuelto, de esos que provocar probar de a pedacitos.
Sacudo mi cabeza, señor saca esos pensamientos de mi linda cabecita, debe ser el cambio de cuidad que me está haciendo ver cosas donde no las hay.
Coloco mi mejor sonrisa y me acerco y digo muy buenas tardes caballeros mi nombre es Roxana el día de hoy seré la encargada de tomar sus pedidos, así que no duden en decir que es lo que desean y con mucho gusto los atenderé.
Cuando termino de decir mi presentación siento una mirada muy penetrando recorro de manera rápida toda la mesa y me doy cuenta de que dicha mirada le corresponde a un hombre un tanto mayor para mi gusto, me mira de una manera nada agradable y me genera es asco y siento sucia la manera en la que me mira, siento unas inmensas ganas de vomitar, pero trato de disimular lo más que pueda.
El hombre chocolatito, por fin alza la mirada y le dice a ese asqueroso hombre, que él le paga para que de soluciones y no sé qué otra cosa, y que adiciona a eso tampoco le paga para que ande mirando camareras que no se fijan por donde andan y que aparte de eso no saben dar las gracias cuando recibe ayuda.
Hay caigo en cuenta que fue el hombre que me ayudo hace unos minutos e impidió que saliera rodando por esas escaleras.
Que pena señor, pero yo si se dar las gracias, solo que cuando.
Ni me dejo terminar lo que tenía por decir, ya que me cayo la boca en cuestión de segundos y diciéndome que él en ningún momento me había dicho que hablara y mucho menos me estaba preguntando algo, para que yo procediera a darle una respuesta cuando él no la está pidiendo que mejor, realice mi trabajo como es debido y que lo mejor que puedo hacer es que es que les tome la orden de lo que ellos desean y que deje de perder mi tiempo y que no los haga perder el de ellos.
Así que no le responde de nuevo lo miro como un culito, aunque hay que decir que es un culito muy rico, pero lo que tiene de bueno lo tiene de engreído.
Procedo a tomar la orden de cada uno de ellos y les informo que en unos diez a quince minutos estaré de vuelta con sus pedidos y por si llegan a requerir algo más que no duden en pedirlo.
Con permiso y ninguno de esos hombres responde, manada animales, pueden estar más buenos que el pan con chocolate, pero eso no les quita lo grosero que han sido, sobre todo el hombre chocolatito y el buñuelo andante. Que tiene la mira más sucia que el carro de la basura.
Estoy en la cocina preparando cada uno de los pedidos que solicitaron ese grupo de empresarios y mientras voy preparando las cosas yo misma, para no molestar a nadie más, porque sé que andan colgados con tantos clientes que hay esperando, también voy sacando el diablo que llevo adentro cuando no me dejan expresar lo que llevo por dentro. Ya bastante me toca aguantar en casa de mi tío los malos tratos, en todos los sentidos de esas mujeres, para que me toque acá en el trabajo también.
Compañero de Trabajo: Hola Hermosa, que es lo que tanto estas renegando ahí solita.
Nada nene, acá hablando un poco sola mientras termino de preparar estos pedidos para los clientes del segundo piso.
Compañero de Trabajo: te tocaron eso clientecitos, que cuando entraron nos miraron a todos como si ellos fueran los reyes del mundo y con unas caras de amargados que no se sabia si eran personas u ogros.
¡Si esos mismos!
Compañero de Trabajo: pues te deseo mucha suerte y, por cierto, el señor Juan dice que le lleves un poco del postre nuevo para que degusten ellos también, y yo también debo aprovechar porqué ya se están acabando y ni los he probado y tus postres te salen divinos y deliciosos.
Gracias nene eso hare, les subiré un poco para ver si se les quita lo amargados.
Coloco todos los productos en dos bandejas, para no tener que hacer dos viajes y poder ayudar un poco a los chicos acá abajo por que los veos corriendo de un lado para otro y me pregunto de donde carajos esta saliendo tantos clientes el día de hoy. Voy subiendo de nuevo al segundo piso, la verdad soy ágil con las manos y tengo buen equilibrio ya que, en el campo, me toca cargar agua del rio hasta la casa, entonces estas pequeñas bandejas no son un problema para mí. Cuando llego a la mesa solicito permiso para dejar los productos de cada uno de ellos, estoy terminando de colocar la mesa y dejar los postres en el centro para que los degusten. Cuando les voy a informar que estos son de parte de cafetería. Me dice el chocolatico que me equivoque ya que ellos en ningún momento solicitaron postres que haga el favor y los retire de la mesa. Pero como yo en ocasiones soy tan atenta le doy mi mejor sonrisa, cojo un poco con la pequeña cuchara, se la meto a la boca, el me mira con cara de a
Una vez estoy de vuelta en la mesa los miro mal a todos y les pregunto que si ya encontraron una solución a nuestros problemas. Mi mirada esta fija en mi celular por que no quiero ver la cara de esa chica de nuevo ya que parece un ángel de eso que te incitan a pecar, tiene unos pequeños labios rojizos, su cabello es muy claro y su piel es muy blanca y delicada dan la impresión de ser de porcelana, todo ella es un pecado andante y de ese tipo de mujeres quiero estar lo más lejos posible, ya tuve algunas de esas y no quiero más en vida, ya que solo quiere dinero, fama y lujos. Veo que se acerca a nosotros con una linda sonrisa, se presenta de una manera muy sencilla pero educada, trato de no levantar la mirada y hago de cuenta que ella no está ahí, imagino que es una mujer fea la que esta hablando y que no es de mi agrado y así me voy calmando poco a poco. Hasta que el imbécil que tengo como empleado y que está ubicado en el puesto a mí lado derecho hace un movimiento y veo que la est
Cuando ya es hora de salir de la cafetería una vez solucionado algunos problemas, porque todavía no pienso dar a conocer quien es la persona involucrada en todos los sabotajes que hemos tenido hasta el momento, recuerdo que debo pasar por la caja a preguntar ya sea por el dueño o administrador de este lugar para ofrecerle un muy bien trato por el chet que elabora los postres. Solo espero que no sea una persona ambiciosa y solicite más de lo que le puedo ofrecer porque hay personas que se aprovechan de eso cuando ven que uno está interesado en alguno de sus productos o servicios. Me acerco y la chica de la caja me recibe con una sonrisa coqueta y me dice que ni el dueño, ni el administrador se encuentran en el lugar en esos momentos y que no sabe a que horas regresa, ya que es la misma persona, le pregunto por el chet que prepara los postres y me indica que ya salió y que adicional a eso hoy era su ultimo día trabajando en la cafetería, ya que había encontró algo mejor. Donde lo pued
No puedo creer que esta mujer sea tan despreciable es la única compañera con la que no me he llevado bien, ya que siempre anda diciendo que yo me he robado, todas sus propinas que culpa tengo yo que los clientes deseen dármelas a mí que a ella. Me pongo de rodillas y comienzo a recoger lo que se encuentra tirado en el suelo para lavarlos de nuevo, al menos no eran todos, porque si no de acá no salgo, tengo que terminar rápido porque, si llego tarde a casa, me dejan afuera y me toca dormir en el patio de atrás y no quiero eso porque hoy en especial está haciendo más frio. Me coloco manos a la obra y en cuestión de 40 minutos por fin termino, miro el reloj y todavía tengo una hora para llegar a la casa, lo malo es que a esta hora el autobús es un poco más lento de lo normal. Salgo de la cocina y me dirijo a los camerinos, me cambio de ropa, recojo mi bolso y activo la alarma y por fin cierro la cafetería. Cuando estaba más o menos a tres cuadras de la parada de autobuses comenzó a llo
Sin nada más que hacer en el frente de la casa me dirijo al patio trasero de esta y espero poder hacerme en un rinconcito para poder pasar la noche y que no siga lloviendo tanto porque fijo el día de mañana estaré o enferma o mi madre encontrara mi cadáver, ya que es de las primeras que se levanta en casa y recorre este patio. Por más que trato no puedo dormir hace demasiado frio, y ya falta poco para que la ropa se me termine de secar, pero cada uno de mis huesitos tiemblan como si fueran gelatina y aparte de eso me duelen las piernas de una manera horrible que ni se explicar, pero fijo fue porque me deje secar la ropa encima, pero ni modo, me levanto del lugar en el que estoy y comienzo a caminar en círculos para tratar de entrar un poco en calor, tengo las manos y los pies como cubitos de hielo a este paso seré un iglú por completo. En el recorrido que hago por el patio logro encontrar unas cosas que quizás me ayuden a formar un cambuche para cubrirme un poco del frio, encuentro u
Llego a la habitación de Estela y está ya se encuentra despierta y me esta lanzado una mirada de odio más de lo normal y no tengo ni la menor ideal del porqué, pero tampoco es que me importe. Estela: oye campesina mugrosa porque no has llegado a la misma hora de siempre para despertarme, tenlo muy claro que si llego tarde a la U me las cobrare y adicional a eso anoche te estuve esperando con Esteisy para que me hicieras mi trabajo de emprendimiento y nunca llegaste le diré a mamá que andas de zorra en esa cafetería de quinta en la que trabajas. No llegue no porque no quisiera si no porque tú madre no me dejo entrar en la casa y si no me crees tranquilamente le puedes preguntar no tengo nada que esconder ni a ti ni a nadie así que termina de levantarte mientras voy a despertar a tú hermana y rápido que mi tío está en la mesa y nos quiere a todos sentados halla. Me dirijo a la habitación de Esteisy, esperando encontrarme con lo mismo que acabo de vivir con Estela, pero me llevo una gr
Una vez todos sentados en la mesa pudimos disfrutar de un gran desayudo, comer de todo un poco y guardar la esperanza que estos desayunos se puedan repetir cada vez más seguido, pero sé que eso es un poco difícil y más con estas tres. A las únicas que se ve a leguas que están disgustadas y amargadas con nuestra presencia es el trio de brujas, pero ni modo, como mi tío está presente no pueden dar a conocer sus verdaderas caras, pero como dicen por ahí el diablo tapa y después destapa. Solo espero que cuando destape nosotros estemos bien lejos de este lugar porque la verdad no quiero estar cerca ni por casualidad, porque en el poco tiempo que llevamos aca me he dado cuenta de que estas mujeres guardan más secretos que la policía y eso creo que sería poco. Una vez mi tío se retira de la mesa mi familia y yo también lo hacemos porque no queremos que nuestro rico y nutritivo desayuno se devuelva a causa de esas mujeres sangronas. Proceso a recoger todos los platos de la mesa mientras mi
Llegó a la cafetería antes de todos, comienzo con mis labores porque sé que gracias al gran día que tuvimos el día de ayer salieron grandes, pedidos y no puedo desaprovechar la oportunidad de dar a conocer más de mis creaciones, que se algún día tendré la oportunidad de terminar de estudiar, de tener mi propio negocio y mi casa, para no vivir de arrimados en ningún lado, que cada uno de los miembros de mi familia tenga su propio espacio y que todos podamos ser muy felices y alcanzar cada uno de nuestros sueños solo espero que sea más pronto de lo esperado. Estoy con mis audífonos puestos, escuchando todo tipo de música, porque me considero una joven crossover que le encanta de todo desde una salsa hasta una balada y a medida que avanza la reproducción consigo van avanzado las horas, se llega el momento de abrir la cafetería y gracias al universo yo ya tengo todo preparado no es si no emplatar y colocar todo en las vitrinas para dar inicio con las ventas. El señor Juan está muy conten