Seamos felices

Narrado por Keira

— Pues… — dice Reyzel mientras se acerca a mí — ya que estamos solos… — me agarra de la cintura.

— ¿Qué propones que hagamos?

— ¿Qué tal si estrenamos cada rincón de la casa haciéndote mía?, y por la noche me gustaría que saliéramos a cenar — puso la otra mano en mi mejilla — cuando volvamos, tomarte de nuevo hasta que la noche se acabe y salga el sol encontrándonos unidos — apreté los muslos por el retorcijón que me dieron sus palabras.

— Me parece la mejor de las ideas — dije con la voz ronca de la excitación.

Ni bien termino de decirlo que ya me está besando con urgencia, alevosía, le respondo igual, porque mi deseo por él es potente, es algo difícil de explicar.

Con sus dos manos me alza como si no pesase nada y yo enredo mis piernas en su cintura, el polo que llevo de él se sube, lo que le da acceso a que me toque directamente la piel de mi trasero.

Camina pegándome a la pared.

— Pues empecemos aquí — sus verdes ojos están oscurecidos por el deseo