Luna de miel y llegada de sal

Narrado por Reyzel

— Reyzel Durand, ¿Acepta usted como esposa a Keira Barnes? — pregunta el sacerdote, pero yo solo veo a la mujer que al fin se está convirtiendo en mi esposa.

— Si, acepto, te recibo como esposa y prometo amarte fielmente durante toda mi vida — digo muy seguro.

— Y usted, Keira Barnes, ¿Aceptas como esposo a Reyzel Durand?

— Claro que si acepto, te recibo como esposo y prometo amarte fielmente durante toda mi vida. — dándome la más brillante sonrisa de felicidad.

Luego el sacerdote prosigue diciendo:

— El Señor confirme con su bondad este consentimiento vuestro que habéis manifestado ante él y os otorgue su copiosa bendición. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Puede besar a la novia.

Y sin perder más tiempo, subo el velo y con mis manos tomo la cara de mi ahora esposa y le doy el beso más dulce y perfecto, uno que hace que nuestros corazones se llenen más de amor.

Salgo de mis pensamientos recordando como esa simpl