Capítulo 261 — ¡Reunión privada! El cóctel de recepción estaba casi terminado cuando el reloj marcó las diez de la noche. Durante toda la noche, Verónica había estado atendiendo a los invitados, por lo que no sabía nada sobre el incidente que ocurrió en el jardín con Lidia y Camila. Cuando vio que no quedaban muchos invitados, empacó sus cosas y se preparó para irse. —Señorita Díaz. —De pronto se le acercó un hombre de mediana edad, un poco regordete y bajito. Ella lo reconoció y lo saludó con una sonrisa: —Ah, señor Leitom. Veo que aún no se ha ido. ¿Qué le parece si le consigo un auto? —No tengo prisa por irme, quiero hablar con usted sobre ese proyecto publicitario, señorita Díaz. —Lucas Leitom sonrió. Su mirada ansiosa no dejaba de recorrer su cuerpo. Verónica permaneció serena. —¿No dijo que había encontrado una mejor empresa de publicidad, señor Leitom? —En cuanto al diseño, ninguna empresa puede hacerlo mejor que Díaz Group. Usted es hermosa y tiene muchas conexiones, se
Capítulo 262 — ¡Te extraño tanto! Después de que Verónica le pisara la entrepierna un par veces, Lucas finalmente se desmayó. Verónica estaba aún más disgustada con él. ¡Este tipo es un pedazo de M****A! Ni siquiera lo he atacado todavía, pero ya se había desmayado. No puedo creer que haya intentado acostarse conmigo. ¡Qué broma! Alguien golpeó violentamente la puerta y gritó fríamente: —¡Verónica, sal ahora mismo! Ella se sintió mareada al escuchar su fuerte voz. Después de arreglarse el vestido, quiso abrir la puerta, pero se detuvo porque estaba segura de que iban a discutir después de solo intercambiar unas pocas palabras y luego separarse amargamente otra vez, como siempre. Se quedó mirando el vino drogado durante unos segundos antes de vaciar el vaso de un solo trago. Luego arrastró al inconsciente Lucas a la cama. Los golpes en la puerta se hacían cada vez más fuertes. Parecía como si Sebastián estuviera pateando la puerta. Verónica, con desdén, le quitó el cinturón a Lu
Capítulo 263 – ¡Gracias por los diez millones! Colgó la llamada y besó los labios de Sebastián, que aún dormía. Le dolían un poco las piernas al bajar de la cama, pero todavía podía caminar. Se puso una bata de baño y salió de la habitación. Tomó su chequera y escribió una fila de números. De pronto, recordó algo. ¿El señor Leitom no estaba en el dormitorio? ¿Dónde estaría entonces? ¿Lo había echado Sebastián de la habitación anoche? Mientras pensaba en esto, se escucharon fuertes golpes en la puerta. Verónica salió con el cheque en la mano, sin olvidar cerrar la puerta del dormitorio tras ella. Cuando abrió la puerta de entrada, vio que el rostro de Lidia estaba contorsionado por la rabia. —¡Así que eres realmente tú! —En el momento en que Lidia vio a Verónica, su rostro se ensombreció—. Hay tantos otros hombres que puedes elegir, Verónica. ¿Por qué tienes que molestar a mi hijo? Verónica sonrió levemente. —¿Lo molesté? No lo creo, señora Cole. Lidia frunció el ceño. Empuj
Capítulo 264—¡Cumpliendo mi promesa! Camila abrió los ojos, parpadeando por la luz del sol que se colaba a través de las cortinas. A su lado, Jeremy dormía profundamente, rodeando su cintura con sus musculosos brazos. —Debes estar bien cansado después de torturarme toda la noche, ¿verdad, tirano malvado? —se quejó en voz baja mientras lo observaba dormir plácidamente. Se levantó con cuidado de no despertarlo y, con mucho dolor en las piernas, se arrastró hasta el baño. Mientras el agua caliente aliviaba su malestar, a su mente llegaron los recuerdos de la noche anterior. Cuando llegaron a la mansión, Camila estaba ansiosa por explicarle a Jeremy que no firmó ese contrato por gusto. Estaba preparada para una charla amistosa y dejar clara toda la situación. Pero en cuanto se abrió la puerta de la casa, Jeremy la cargó al estilo nupcial. Camila, sorprendida, le rodeó el cuello, dándole una mirada interrogante. —¿Qué haces, Jeremy? Jeremy la lanzó suavemente en su enorme cama, se ce
Capítulo 265—¡Señora Langley ni de chiste!“Y bien, dijiste que querías conversar; soy todo oídos.” Camila y Jeremy se encontraban sentados frente a la piscina, tomando una taza de café.—Es… —El contenido del contrato era un poco complicado, por lo que Camila no estaba segura de cómo explicarlo. Primero, hizo una pausa. Jeremy, tras el silencio, preguntó con voz profunda:—¿Está pasando algo entre tú y Sebastián que yo no sepa?—No, no —. Ella negó con la cabeza—. Te lo puedo contar todo. Solo… no te enojes, ¿de acuerdo? —Camila le dio una sonrisa rígida.—Bueno, eso depende —respondió Jeremy.Camila le contó todo sin ocultar ningún detalle.—Entonces, Sebastián te propuso que te casaras con él y te mantuvieras alejada de mí. Después de que yo estuviera casado con Verónica, obtendrías una villa y varios autos de lujo… ¿y firmaste ese contrato sin dudarlo?—Sí... ¡No! —rápidamente, Camila se corrigió—. El señor Cole, al igual que todos, pensó que Verónica y tú se casaban por amorel c
Capitulo 266— ¡Noticias falsas! Camila hizo un gesto con la mano. “No, gracias. Tengo mucho trabajo por hacer, no puedo salir a divertirme”. Hada le tiró de la mano y suplicó como una niña: “Vamos, por favor, Nana. Trabajas sin parar todo el tiempo, ¡te mereces un descanso! Además, nunca he estado en el extranjero en toda mi vida”. Camila tomó el teléfono de Hada, queriendo verificar la información. “¿Cómo lograste ganar un premio tan importante? ¿Puede ser que...?” Camila. . Se giró para mirar a Hada con sospecha. Hada le dio una palmadita en el hombro y dijo. “Edwin no sabe nada sobre mi cuenta de Twitter. Vamos a divertirnos un poco solo nosotras. Venderé el tercer boleto en línea, y con el dinero la pasaremos bien e iremos de compras. ¿Qué te parece?” —En ese caso, ¿qué pasa con tu pasaporte? —preguntó Camila, escéptica. “Simplemente pagaré para que lo hagan”, contestó Hada. Camila lo pensó un momento, dándose cuenta de que hacía mucho que no se iba de vacaciones, y mucho
Capítulo 267 — ¡Me volví rica! Uno de ellos comentó: —Obelisk Mall obtiene una ganancia de unos cientos de millones anuales. ¿Realmente el señor Langley se lo dio a la señora Camila así como así? Otra chica respondió: —¿Ustedes vieron las noticias, verdad? La familia Cole también es una de las familias más influyentes de la ciudad, y según dicen los periódicos, también la quieren como nuera. ¿Creen que el Sr. Langley le dio este regalo a la Sra. Reynad porque está celoso? —El señor Langley es muy generoso al regalar un centro comercial como ese. ¡Estoy realmente envidiosa! —En ese caso, ¿a quién elegirá la señora Reynad? —Yo también me muero por saberlo. Creo que debería aceptar todos los regalos y luego elegir —dijo otra de las chicas. Mientras tanto, Camila, sumida en su trabajo, no se daba cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor. —Ahora, vayan a trabajar y dejen de chismorrear —dijo la secretaria antes de irse. Por la tarde, Hada llegó a la oficina de Cam
Capítulo 268 — ¿Con quién aprendiste Aser tan mala actor?Jeremy firmó un documento y se lo entregó a Sebastián antes de decir:—Sebastián, cuando regreses, por favor, ocúpate de este asunto con la planta de fabricación de alimentos.Sebastián tarareó en señal de respuesta antes de irse con el archivo.—¿Sebastián se ha ido? ¿Así de fácil? —preguntó Edwin tras mirar la puerta bien cerrada. Luego volvió a ver a Jeremy—. ¡Maldita sea! Sebastián ya tiene treinta y tantos años. ¿De verdad te parece bien verlo envejecer sin esposa ni hijos?—¿Te parezco un casamentero o algo así? —replicó Jeremy.Edwin se rascó la cabeza, frustrado.—Eso es todo. No puedo completar la tarea que me encomendó Hada. ¡Rayos, estoy condenado!Jeremy sonrió. Sabía que el temperamento orgulloso de Sebastián nunca le permitiría revelar sus verdaderos sentimientos. Naturalmente, emprendería el viaje sin que nadie tuviera que pedírselo dos veces. Jamás dejaría a Verónica a la vista de otros hombres. Sin embargo, cu