COLEEN Y SU MAMÁ estaban bajo la lluvia que caía frenéticamente sobre el funeral de su padre, ella no aceptó el paraguas, pero James apareció y la cubrió con su abrigo negro.

— No sé cómo afrontar esto, James.

Ninguno de nosotros sabe cómo afrontar la muerte, Coleen, hasta que nos vemos obligados a afrontarla.

Ella lo miró.

— Sabes, Jim, no sé por qué, pero cuando veo el brillo en tus ojos, algo me dice que sabes cómo superar las probabilidades de esta vida.

— Simplemente vivo cada día como si fuera el último, no es cuestión de entender o no entender, simplemente de ver el lado bueno de las cosas, porque siempre están ahí para disfrutarlas.

— Pero el dolor es demasiado grande.

— Así que sé feliz incluso si tienes dolor...

COLEEN BURNS ERA empleado de otro banco