CHARLOTTE Sintió en su vientre al niño que la pateaba como a un guerrero, sabía que su hijo sería el heredero de un imperio, ella y su padre eran genios en la bolsa y en arriesgadas negociaciones ... había superado a su padre, hijo, sin lugar a dudas, lo superaría...

De hecho, él sería el dueño del mundo, y no el desafortunado padre, que pensó que podía ser más listo que ella ... pobre, pobre imbécil, ni siquiera sabe que es solo un peón en mis manos, le entregaré el mundo a mi hijo en una bandeja... Solo él merece tener el mundo... mi mundo... el mundo que creé...

Va a ser el heredero de un imperio, Brent.

— Por supuesto que lo harás… estamos trabajando en eso, querida.

Pero Charlotte sintió que algo había cambiado en la relación, se dio cuenta de que el hambre se había ido, era como si Plató