A Giselle se le escapó un gesto furioso y la acorraló. —¿Y crees que solo por eso tienes el camino libre con Zack? —preguntó inmediatamente—. Estaba prometido seriamente conmigo, así que ¿por qué no te desapareces de su vida? Andrea se quedó helada al escuchar aquellas palabras. Ella sabía que Zac
—¿Qué fue lo que mi padre le dejó a Adriana? Aquellas fueron las primeras palabras de Zack cuando llegó a la casa y se encontró con su madre. Estaban todos en el salón jugando con la bebé, a excepción del señor Nikola que estaba durmiendo su siesta en su habitación. Luana frunció el ceño mientras
Andrea respiró hondo y Zack la sintió hacer un gesto tentativo para alcanzar su boca. Sus labios se unieron en una espiral de cansancio, deseo y ganas de olvidar, y él gruñó mientras apretaba aquel cuerpo mojado contra el suyo, haciéndola arquearse y acomodarse a su pecho. Por un instante todo lo d
Zack sintió que el corazón le subía a la garganta mientras el auto se acercaba. Era demasiado tarde para detenerse. Estaba demasiado lejos como para alcanzarla. Ni siquiera le salió voz para gritar. El auto la golpeó con fuerza y ella cayó al suelo. Se escucharon gritos y Zack corrió hacia ella. L
—¿Y qué pasó? —Todo fue perfecto hasta el último día antes del parto... Mason había estado inquieto las últimas semanas, pero yo también, supuse que era normal —recordó Andrea—. Cuando la bebé llegó Mason me llevó a urgencias... —Se detuvo un momento como si le costará trabajo continuar, y Zack sab
Andrea sentía un cosquilleo en las palmas de las manos que la hizo temblar. La mitad de ella quería creer aquello, y la otra mitad no. —Pregúntamelo en enero —murmuró y Zack frunció el ceño. —¿En enero...? ¿Por qué en enero? —preguntó. —Porque ahí vamos a estar de vuelta a la realidad de cada uno
—¿Te crees que es gracioso? —rezongó, pero por su sonrisa se dio cuenta de que sí lo era—. ¡Vamos a ver si te hace gracia ahora! Tiró de su cinturón y lo escuchó gruñir de gusto mientras se deshacía de sus pantalones. Besó aquel abdomen marcado y su boca fue bajando hasta que aquel monstruo salió d
Andrea no tenía palabras para describir aquellos días. Iban mucho a casa, a ver a Adriana, pero parecía que la bebé estaba encantada con los padres de Zack. La cabaña era perfecta en todos los sentidos, y lo que debían ser dos días se alargaron a casi toda la semana. Cada día Zack y Andrea salían j