—¿Por qué has entrado sin tocar? — Alexis estaba furioso y nervioso, él no se imaginaba que Sophie iba aparecer en su habitación, y menos, vestida tan malditamente sexy.
—Yo… yo… ¿Por qué has hecho eso Alexis? — Sophie no pudo evitar que su voz se escuchara dolida, y que de sus ojos salieran lágrimas, la tal Emily, sonreía con malicia desde su posición. Alexis vio dolor en los ojos de su esposa y se sintió miserable.
—Emily, quieres hacer el favor de esperar en el baño — la chica lo miró sorprendida, pero obedientemente hizo caso, y con un andar muy sexy se encaminó al baño, pero antes de entrar se giró a Alexis que no atención le había puesto.
—No tardes amor — Alex la miró enojado y con el ceño fruncido, sab&i
Había pasado un mes desde que Alexis había sacado a Sophie de la habitación, y desde entonces no se habían visto, salía muy temprano y llegaba extremadamente tarde con tal de no tener que dirigirle la palabra, de no tener que ver su mirada dolida, él ya no pensaba ser infiel, al menos lo que durará su matrimonio.Alexis tenía una gala benéfica al día siguiente y se suponía que sería el primer evento que estaría con su esposa, pero no pensaba ir con ella, iría solo e inventaría cualquier excusa.Suspiró frustrado cuando llego a casa era pasadas la media noche, se sentía realmente cansado, no estaba descansando como debía, estaba pensando en hacer un espacio para él en su oficina, largo de la casa, así no tendría que ver a Sophie, en cuanto entró dejó el maletín en s
A pesar de que Alexis pensó que no iba a poder dormir y descansar por todo lo que tenía en su cabeza, no fue así, ya que su cansancio pudo más y cuando abrió sus eran las 10 am, se sorprendió ver que era muy tarde para él pero se sentía muy descansado y con mucha hambre, por lo que decidió ir a darse un baño y bajar a desayunar, una vez en la cocina Teresa, su ama de llaves ya sabía que él estaría en la casa, por lo que no se sorprendió cuando lo vio entrar a la cocina con un pantalón de mezclilla sin camisa y descalzo.—Buenos días, señor Black.—Buenos días Teresa.—¿Lo mismo de siempre?—Sí, por favor.—En seguida.Teresa empezó a preparar el desa
Alexis no sabía que le había pasado, pero no podía volver a caer en algo así, por más que le hubiera encantado y sintiera que tocaba el cielo.Unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.—Adelante — dijo tratando de calmar los latidos de su corazón.—Señor, su traje para esta noche está en su habitación.—Gracias Daniel.—También le traje estos documentos que Elsa necesita que firme, puede revisarlos y en cuanto los tenga listos los llevaré.—Claro, te avisaré en cuanto los tenga listos. — Daniel asintió y salió de ahí en el camino se topó a Sophie quién llevaba una taza de café a Alexis.—Hola Daniel — lo saludó con sonrisa.—Señora Black. — Daniel siguió di
El silencio que hubo en todo el camino fue realmente incómodo, Sophie se encontraba herida, decepcionada, ya no creía poder enamorarlo, debería darse por vencida, cumpliría con el contrato, luego se iría a cualquier lugar, solo quería que fuera muy largo, así podría reparar su corazón.Estaba tan arrepentida de haberse casado. ¿Y si le pedía el divorcio? Giró para observarlo y él la miraba muy intensamente.—He tomado una decisión — le dijo algo nerviosa, cosa que hizo que él frunciera el ceño. —Debemos divorciarnos. —En ese momento Alexis la miró como si estuviera loca.—Daniel, detente y sal del auto — la voz de Alexis era de enojo, Daniel por su parte lo dudo por un segundo, pero al ver la mirada de su jefe, decidió a orillar el auto y salió sin ganas de hacerlo, Alexis bloqu
—¿Eso que Sophie quiere hacer es bueno no? — preguntó Fiorella algo confundida con lo que acaba de pasar.—Siempre y cuando todos sepan que está casada, no hay problema, ella tiene que darle primero el lugar al esposo, por eso yo no quería que trabajará — Alexis miró a su suegro.—A mí en realidad no me molesta que trabaje y quiere ser independiente Oliver, pero te doy la razón cuando dices que todos deben de saber que está casada, osea que no está disponible. — su suegro asintió dándole la razón.Luego de dos horas Alex sentía que se iba salir de control, Sophie no había vuelto con él, por el contrario, había estado junto con su amiga y él hermano de ésta, quien en cada momento se acercaba más a ella y si no había perdido aún el control era por su suegros e
—¿Acaso estás loco?—Es tu culpa que esté así — tiró la camisa al suelo, mientras se acercaba a ella, Sophie trataba de alejarse, cada vez que él daba un paso.—¿Estás bromeando? — Alexis la miró enojado.—¿Me ves riendo Sophie? —ella negó con la cabeza. — O es que solo puedes abrirte de piernas a los extraños. — Sophie jadeó horrorizada al escucharlo, ¿porque era tan cruel?, además, ¿de que mierdas estaba hablando?—¿Qué diablos te pasa conmigo Alexis? — la risa que él le dio fue sarcástica.—Me pasa de todo Sophie, te odio por haberme despreciado, no una sino tres veces, te odio, porque no sólo te has acostado con Yael, sino que ahora quedas con el imbécil hermano de tu amiga, eres una cualquiera, no
Unos golpes en la puerta de su oficina la distrajeron de sus pensamientos y un Robert muy sonriente entró, ese hombre trataba de hacer todo lo que podía para que ella saliera con él, pero nada había pasado aún, estaba cansada de decirle que no le interesaba salir con él, que era felizmente casada.—Hola hermosa, ¿Qué tal si salimos por un café?.—Hola Robert, no puedo, tengo mucho trabajo— él suspiró frustrado, Sophie siempre le decía que no, estaba cansado de que lo ignorara y de que siempre lo rechazara, trataba de ser un hombre agradable pero ella siempre tenía una excusa para negarse.—Sophie, creo que deberías ser un poco más gentil, solo te estoy invitando a un café — Sophie cerró los ojos frustrada, estaba cansada de todo, Alexis todos los días la traba de una cualquiera, porque seg&u
—No puedes obligarme — dijo un Alexis no muy convencido.—Eres un maldito imbécil Black, uno que no ve más allá de su propio dolor o de su propio amor, uno que ha visto sólo lo que quiere ver, se que parte de la culpa la tengo yo, pero solo parte porque la otra es tuya, por ser un idiota, un egoísta que no sabe escuchar, que no puede sentarse hablar como un adulto — un mareo la invadió y Alex lo notó y fue directamente hasta ella, quién trató de recomponerse rápidamente — No me toques, nunca más en tu asquerosa vida quiero que me toques — él dio un paso hacia atrás dolido por sus palabras, pero más por la mirada tan decidida que le dio. — Voy hablar contigo solo esta vez, porque después me voy a largar de una vez por todas de aquí. — Alexis sonrió amargamente.—¿Para qué? &