Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Instagram @anamarescritoraEnrique -dos meses después - A Izel se la comió la tierra, no hay rastro de ella y, por desgracia, la única comunicación que teníamos se ha disipado porque tiene el móvil fuera de servicio. Todo esto quiere decir que Izel se fue lejos, se olvidó de mí, de todos lo que nos prometimos, y simplemente hemos caído ambos en el olvido; me sigo preguntando qué pasó. Para mi buena suerte, Carolina no dijo nada sobre la carta, así que nadie de mi familia sabe de mi intento de escape, de mi confesión, y de mi pérdida. Todos actúan normal y para mí eso me destruye porque me he dado cuenta de lo solo que estoy, de lo poco comprensiva que la vida ha sido conmigo y de todo lo que he tenido que sacrificar para poder estar aquí; en este lugar que no tengo ni idea de dónde es. Así que no me queda más que tomar mi papel de hombre de negocios, dejar de pensar en cuentos de hadas y enfocarme en la realidad. Estoy a la
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Instagram @anamarescritoraEnrique -tres meses después- A pesar de todo, seguí buscando a Izel por cielo mar y tierra. Pagué un investigador privado que fuera a buscarla a Tepoztlán, al lugar de donde es, solo para encontrar negativas de todos y uno que otro desconfiando que no quiso dar nada de información. Todos los días me despierto con la esperanza de que me traiga buenas noticias pero, al parecer, no hay tales; si Izel no aparece, es porque no quiere aparecer. Además de la desaparición de Izel, y del cambio de país de mis mejores amigos que, ahora, disfrutaban de un año en Francia donde Thalia triunfaba trabajando, otra noticia llegó a mí que, a pesar de que me la esperaba me tomó por sorpresa: mi padre, estaba en sus últimos días.Me enteré el lunes pasado, mientras tomaba café en el jardín de la casa y leía los correos de la oficina en mi móvil. Carolina, se encontraba en la misma mesa leyendo un libro de sanación del
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Instagram @anamarescritoraEnrique El velorio de mi padre fue en verdad acontecido, mi madre se encargó de invitar a la crema y nata de toda España, además de a nuestros socios que lo único que hacían era llegar la lugar y darle el pésame a Pastora y a mi hermana, que se encontraban en el papel de viuda e hija de viuda, mientras que yo simplemente veía a la nada. ¿Cómo mi padre se atrevió a confesarme eso antes de morir?, ahora me deja con más preguntas que respuestas y con la necesidad de buscar a dos personas… a Izel, de quién no quito el dedo del renglón, y ahora, de mi supuesta madre que no tengo ni idea de por donde empezar. ⎯¿Te sientes bien? ⎯ pregunta Carolina, interrumpiendo mis pensamientos. Volteo a verla, y esa piel pálida enfundada en ese vestido negro profundo la hace ver como si ella misma hubiese salido del ataúd para preguntarme sobre mi estado de ánimo. ⎯Lo estoy… ⎯ respondo, para luego sonreírle. ⎯Sé que
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Instagram @anamarescritoraSalvador Debo admitir que ir al velorio del padre de Enrique fue algo que me pegó, no porque estimara al padre de Enrique, si no porque me imaginé el velorio del mío. Por fortuna, mi padre y yo nos llevamos bastante bien, y no tenemos una relación tan tensa como ellos dos. En algún punto de nuestras vidas tuvimos nuestras diferencias pero, ahora estamos mejor que nunca, sobre todo desde que se enteró de que sería padre por segunda vez y ahora, si era de la mejor manera. Así que volé de Euskadi a Francia con un tono medio amargo, sintiéndome mal por dejar a mi mejor amigo de nuevo, ahora sumido en tantas preguntas que no tenían respuesta, y sobre todo en una familia que parecía ser de las peores que había conocido. Aún a Carolina no le tenía mucha confianza, aunque parece ser una mujer sin maldad, que solo lleva un día a la vez su vida y que parece tan frágil que parece se derrumbará sin esperarlo; aú
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Instagram @anamarescritoraIzel -Un día antes de la fuga- Voy en el auto con Miguel mientras repaso en mi mente cada cosa que debo hacer antes de desaparecer e irme con Enrique. He dejado varias cartas despidiéndome de todos, pidiéndole a Miguel que no me juzgue por este acto tan apresurado y sobre todo, pidiéndole perdón a Salvador y Thalia por no avisarles e irme sin darles la cara. ⎯¿Mañana será un gran día?, ¿estás nerviosa?⎯ me pregunta Miguel, distrayéndome por completo. ⎯¿Disculpa?⎯ inquiero. ⎯¿Estás bien?, Sé que eres callada pero, vienes más callada de lo normal. ⎯Estoy bien⎯ admito, aunque no es verdad⎯ solo estoy haciendo una lista mental de todo lo que tengo que hacer y de los lugares a los que tengo que ir. Él me sonríe y guiñándome el ojo me responde⎯ saldrá bien, eres talentosa y será un éxito total. Solo te digo que ya hay personas interesadas en tu trabajo. ⎯¿De verdad?⎯ pregunto melancólica con un toque
No, no perdí la memoria. Esta no es una de esas historias donde despierto y no sé quién soy. Esta es la historia de una mujer que se percató que ser ella no la acercaría jamás al hombre que amaba, así que tuvo que cambiar. No podía cambiar de piel pero si de nombre e historia. Inventar ser otra para sobrevivir…para poder vencer los obstáculos. ***Izel ¡Izel!, ¡respóndeme!, ¡Izel! Escucho a lo lejos una voz que me desesperada me pide que abra los ojos, trato de que sea rápido pero, el dolor de cabeza es tan fuerte que lo impide. Así que, muevo mi mano para hacerle saber que lo entiendo y que poco a poco reaccionaré. Cuando puedo abrir los ojos, veo la figura borrosa de lo que sé es Miguel Caballero, quién está hincado sobre el suelo acariciando mi mejilla y despertándome. Cuando al fin lo enfoco, siento que no puedo respirar y me levanto tomando bocanadas de aire. ⎯¡Sácame de aquí! ⎯ le pido, tratando de tomar aire. ⎯Izel…espera.⎯Solo sácame de aquí, muéveme de aquí, no debes p
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Instagram @anamarescritoraIzel -5 años después - El día que Nuria me empujó y me pegué en la cabeza, morí. Me encargué de que eso se viera así. Izel Santa Cruz había muerto, se fue, junto con el rencor, el pesar y todo lo malo que su nombre, su apellido y origen despertaban en la familia “De León”. Morí porque yo quise, no porque ella tuviese la fuerza suficiente para matarme o la inteligencia para tratar de averiguar qué había pasado conmigo. Yo sí tuve la fuerza para desaparecer, para resguardarme en un piso en Francia y pensar en mi siguiente paso. Podría ser que Nuria y Pastora pensaran que me habían vencido y ganado una batalla pero, no había ganado la guerra; esa la ganaría yo. Tal vez tenía todas las de perder. Había abandonado al hombre de mi vida y al amor de mis amores sin darle ni una pista de donde estaba. Sé que él me buscó por cielo, mar y tierra, me lo dijo mi familia pero todos siguieron mis instrucciones y
Tú si sabes quererme©Safe Creative Código 2109289374098Instagram @anamarescritoraEnrique -5 años después - La boda de mi hermana esta cerca, y todo es un caos tanto en mi casa como en la de mi madre y mi hermana. Carolina, también se ha unido a la fiebre de la fiesta, ayudando a su cuñada a preparar cada detalle pero también tratando de olvidar que es la tercera vez que le ha dado cáncer, ahora fue en el seno, y acaba de salir de su último tratamiento después de un año de idas constantes al hospital, dolores insufribles, y un cansancio extremo que nos sofocaba. La veo ahora frente a mí, como siempre tan blanca, tan delgada, con el cabello apenas creciendo y me alegro que de nuevo pueda bajar a desayunar conmigo y esté tan parlanchina. La ha pasado mal y al menos, ahora, se entretiene con otras cosas que no son el olor a medicina o el tratamiento natural que quiere experimentar en la India. ⎯¿Qué te parece este? ⎯ me pregunta, y bajo mi iPad para ver otro vestido de noche. ⎯Cre