CIARA

A Herzl le faltaron palabras ante la revelación que acababa de recibir, todo estuvo tenso por un momento y pude ver la decepción brillar vívidamente en los ojos de mi hijo. Siempre ha tenido en alta estima a este hombre y, sin embargo, no podía creer lo que acabo de decir.

“¿Es verdad papá, rechazaste a mi mami cuando todavía me tenía en su vientre?”.

Ryan se quedó paralizado por un momento, incapaz de distinguir una palabra, luego se encogió de hombros y se obligó a salir de la casa.

“¡Papá, espera! Háblame, nos abandonaste, fue porque no nos querías a mamá y a mí, háblame y dime por qué tuviste que obligarla a criarme sola”. Su pequeña voz se podía escuchar desde una milla de distancia rota y destrozada y, sin embargo, Ryan no se detuvo ni por un minuto para mirar a su hijo, podía asumir que la culpa lo había consumido.

Las lágrimas rodaron por sus ojos mientras veía cómo la puerta se abría y luego se cerraba tan pronto como Ryan se alejaba, siempre creyó que este hombre lo