Dwayne fue directo al baño sin tomarse un segundo para respirar, debido a las prisas y al no darse cuenta de que el piso del baño estaba engrasado, resbaló golpeándose fuerte la cabeza con la bañera.

La cabeza de Dwayne palpitaba de dolor, lo que le hizo gemir con fuerza. Un escalofrío inmediatamente envió una onda a través de él, al darse cuenta de que estaba sangrando profusamente por el impacto de la caída. Estaba desorientado y apenas podía comprender lo que le estaba pasando.

Intentó gritar, pero pareció que de repente perdía la voz. Por mucho que intentara gritar, apenas podía oír su propia voz.

Intentó levantarse pero no pudo debido al dolor insoportable en su espalda y su cuello le dolía muchísimo; tenía una dislocación en el cuello debido a lo fuerte que se golpeó la cabeza con la bañera.

Lentamente, sintió que su vida se alejaba de su cuerpo sin nadie cerca que lo ayudara. Él hierve en agonía, arrastrándose hacia la puerta.

Las extremidades de Dwayne se sentían pesa