Llegue a la casa realmente agotado, tanto fisica como mentalmente. Queria dejar de pensar en todo aun que sea por unos instantes, que todo desapareciera y que pudiera pensar con tranquilidad en todo lo que estaba pasando. Pero la intranquilidad aún así no se iba de mi, lo que mas me preocupaba en este momento era la salud de mi hermano y que gwen junto a mi pequeña esten a salvo de todos los idiotas que nos rodean.

Abri la puerta entrando de forma silenciosa, la sala se encontraba vacia pero mis ojos solo se encontraron con el cuadro de Alexa, me acerque lentamente hacia este haciendo una pequeña mueca en mi rostro. Ella ahora mismo sabria que hacer, sabria como calmar mi mente y estos pensamientos absurdos que no tenian ni llegada ni salida.

- En estos momentos me haces tanta falta alexa. -susurre-. Tengo miedo de no encontrar la solución a esto que esta sucediendo.

Mordi levemente mi labio inferior soltando un pequeño suspiro.

-Te prometi que haria feliz a Gwen, que le daria una