Una carcajada se escucho de su parte al terminar mis palabras, estaba furioso, queria tomarlo y romper cada uno de sus huesos de una forma lenta hasta que suplique para que me detuviera. Mi mirada se encontro con la de gwen, varias lagrimas se escapan de su rostro mientras que sujetaba a nuestra pequeña hija en sus brazos protegiendola.

- Dejalas ir, tu problema es conmigo -gruní-. Arreglemos las cosas nosotros dos, no las pongas en el medio a ellas dos.

El hizo una mueca dudando de mis palabras para al final negar:- No creo que sea eso posible, ellas vendran conmigo.

- ¿Tu crees que te dejare salir de aqui con mi mujer y mi hija?

- ¿Vas a impedirmelo? -preguntó.

- Pruebame. -respondí friamente-. Da un solo paso y estas dandome el permiso a que te rompa cada uno de tus huesos .. ¿Me oyes?

- Tiemblo de miedo querido evan..

- ¡Escuchame! -el grito de gwen llamó nuestra atención-. Tu problema es con nosotros, deja a nuestra hija fuera de esto -sollozo-. Me ire contigo pero deja a sop