Hola queridos lectores. ¿Que les está pareciendo la historia? Son Teamfernando o TeamDiego.
BelindaDiego no está enfadado sino furioso al leer la carta de renuncia que acabo de redactar y le entregue en sus propias manos. Estoy asustada porque su mirada asesina se transformó en una carcajada. Dos segundos después automáticamente destrozó la carta en mi presencia.—¿Quieres un aumento? ¿Más días libres?—Sería lo que me corresponde por Ley, pero no se trata de eso. Ya le dejé los pendientes organizados.Es todo lo que digo antes de dirigirme a la puerta, pero antes de rosar el picaporte él toma mi brazo logrando que gire mi cuerpo y nuestras miradas se encuentren.Sin previo aviso tomó mi cintura e intento unir sus labios a los míos, pero yo no cedi y lo empujé.—Esa es la razón de mi renuncia, señor.—¡Soy Diego! —Me repite por milésima vez—Ni intentando renunciar ni vistiéndote como una mojigata lograrás alejarte de mí.—Yo no quiero más problemas, su tía me quiere fuera, no lo puede negar.—Es verdad que me lo exigió, pero esa vieja me debe varios favores y no me puede or
Fernando En este instante me encuentro en una cena familiar en la cual le están dando la bienvenida a mi abuela.Está reunida toda la familia, mi madre y mi hermana no dejan de charlar de la boda y mi padrastro y mi tío del negocio con los nuevos inversionistas quienes llegarán este fin de semana.Cuando me harte de toda esta falsedad simplemente me marché. Necesito aire, mucho aire.No puedo creer que hasta el día de hoy mi madre siga interviniendo en mi vida. Le he repetido hasta el cansancio que Belinda es la mujer de mi vida, pero ella se empeña en separarnos.—¿Tienes fuego? —Me pregunta Diego llegando con un cigarrillo en mano Negué con la cabeza —Quita esa cara el que se casará seré yo no tú —Me tiene harto mi madre y Belinda…—¡Deja de pensar en Belinda! —Él me interrumpe, se ve realmente molesto —Ya renunció porque no quiere volver a verte en su vida —Más bien porque no te soporta Diego. ¿Cuándo la dejarás tranquila?—Muy pronto la dejaré en paz No me gusta la forma en l
En este instante me encuentro charlando con Dylan y Wendy, ellos me ayudaron a recuperar parte del dinero que gasto Graciela.Dylan la distrajo mientras Wendy y yo nos metimos en la casa y tomamos sus joyas y algunas prendas de su ropa para venderla. Por supuesto ella se enteró y se enfadó, pero la amenace con decirle a mi tío si hacía algo en mí contra y le di un buen golpe.—Belly —Aarón me saca de mis pensamientos.—¿Qué haces acá, mi vida?—Lo trajo Fernando —Comenta Ángela —¿Qué hacías con él?—Fuimos a pasear, pero cuando volvimos a casa mami ya no estaba.—¡Es una Perra! —Exclama Wendy y yo le lanzo una mirada asesina Cargue en brazos a Aarón y lo senté en mi regazo dejando un beso en su mejilla.—Te extrañé mi bebé y dime ¿Que hiciste con Fer?.—Fuimos al parque con mi bici y después por un helado. —Él me entrega una caja con un celular nuevo—Te lo regalo a ti y uno para mí.Debí controlarme para no insultarlo.—¿Acaso tú no saludas pequeño? —Wendy deja un beso en su mejilla
Narrador omnisciente Doña Matilde no deja de hablar lo cual está fastidiando a Diego, pero él finge una sonrisa ante los relatos de la señora.—Se tardará mucho Belinda Ella niega con la cabeza —Ya debería estar acá —Puedo pasar a su baño —Adelante joven Diego La mujer se acerca a la cocina para prepararle algo especial y Diego se adentra en la habitación de Belinda para curiosear.Es un cuarto bastante pequeño con una cama, un estante con algunos libros, un closet y una televisión pequeño. Él comienza a buscar en los cajones y encuentra unas bragas color azul, no se controla y las toma entre sus manos, instintivamente inhala su aroma. Muy pronto mi amor El aroma de Belinda, la mujer que lo enloquece le fascina.No puede evitar imaginársela desnuda entregándosele como su mujer y complaciéndolo. Cada segundo su obsesión por ella aumenta. —¡Joven!—Me equivoqué de cuarto —Él se encoge en hombros mientras guarda las bragas en el bolsillo de su jean De todas formas Doña Matilde n
Decidí regresar al trabajo con Diego porque de lo contrario nunca me dejará en paz. De todas formas el señor Edward me dijo que su oferta de trabajo seguirá en pie.Ha sido una semana muy tranquila, preparando el nuevo proyecto para el inversionista Ruso que vendrá este fin de semana.No sé mucho de él, quién ha negociado es Fernando. Debido a que su área son los negocios internacionales.Solamente sé que es un hombre de unos treinta y cinco años quien heredó una fortuna de parte de sus fallecidos padres y la triplicó, su nombre es Vladimir Nabokov.Durante los últimos días me he sentido asechada. No sé por qué tengo la sensación de que alguien me persigue, creo que estoy paranoica.En este instante me encuentro en la oficina con el señor Gruñón quien no me ha dejado de acosar en los últimos días. Le estoy enseñando las proyecciones del plan de negocios, él debe conocerlo a la perfección.—Quiero que tú me acompañes con los nuevos socios —¿Son dos personas?Él asiente con la cabeza —
A veces quisiera ser lo que piensan mi abuela y la señora Olga que soy para que hablen con razón. Detesto la actitud de mi abuela.Si aceptara las propuestas de Diego y me convertiría en su amante podría obtener dinero para darle a Aarón todo lo que necesite sin tener que descuidarlo y matarme trabajando pero tengo principios.No me gustaría que cuando él crezca me desprecie, eso no lo soportaría.Empaque en mi bolso ropa extra para Aarón y su traje de baño también los documentos y dinero, lo esencial para pasar el día fuera.—¡Fer! —Exclama Aarón al verlo y de inmediato corre hacía sus brazos—Perdón el retraso enano —Él deja un beso en su mejilla Debo admitir que él se ve muy guapo a pesar de tener una vestimenta casual. Un Polo color azul y jeans blancos, no pueden faltar sus anteojos de sol.—¿Pasa algo, Belinda?Negué con la cabeza —Discutió con la abuela —¡No seas chismosito, Aarón! —Lo regaño—Puedes decirme lo que sea.—No te incumben mis problemas.En menos de cinco minutos
Estoy en el acuario observando a los animales mientras Fernando le explica a Aarón sobre el origen de los diferentes tipos de peces y sobre el Rey del Mar a quien todos temen.Él no deja de reír ante la historia de Fernando. Debo admitir que los dos tienen una química muy bonita. Hubiera aceptado regresar con Fernando si me pidiera perdón por exigirme que aborte a nuestro bebé, pero actúa como si él no hubiera existido y eso me duele muchísimo.—Es hora de irnos, no creen.—No quiero.—Te prometo que muy pronto volveremos, Belinda tiene razón ya es muy tarde.***En este instante estoy abrazando a un dormido Aarón en el carro mientras Fernando conduce. Puedo observar por la ventana que ya está oscureciendo, muy pronto entraremos a la ciudad.—Te lo agradezco muchísimo —¿Por qué?—Por la manera en la cual tratas a Aarón. Eres muy especial con él y el hecho de alquilar el parque para nosotros por todo un día fue un gran detalle.—Me encanta la forma en la cual brillan tus ojitos cuando
—Los dibujos de antes eran mejor. ¿Recuerdas a los dragones mágicos imaginarios?.Rodee los ojos —Hace poco me di cuenta de que eran imaginarios, pero no critiques a los dibujos de Aarón porque se enoja.—Te enojas niño, salsa —Él bromea —¿Cómo nunca te diste cuenta de que eran imaginarios? ¿Eran dragones gigantes que hablaban?—Tenía seis años—Yo ocho y lo sabía, princesa. Terminamos de juntar la mesa y lave los platos mientras ellos escogen una película para mirar los tres.Rodee los ojos cuando me percaté que película escogió Aarón.—Ya la vimos dos veces —¡A mí me gusta! ¡Te cuento Fer!Reí —Amor quieres que Fer la vea con nosotros y le contarás el final.—No, el final. ¿Te cuento?—Adelante enano —Es un mundo de superhéroes… Simplemente, reposé mi cabeza en el hombro de Fernando porque ya conozco de memoria esa historia.Lo malo de tener un hijo terco es que te obliga a mirar los mismos dibujitos una y otra vez.Apagamos las luces y preparé palomitas luego nos dedicamos a mir