El lado oscuro de Narel, casi viola al pobre Jason, pero esté ya tras la pista de su incidente y todo apunta a Heller, ¿será que logra saber algo?
Narel vio salir a Jason del estudio y ella le dio alcance.—Tenemos que hablar.—Claro, vas a decirme que quieres sexo, ¿verdad? Pero lo siento, no puedo atenderte porque tengo algo importante que hacer.—¿Me estás jodiendo?—Tengo algo relevante.—¿Cómo qué?—Verás, encontré una pista sobre lo que nos pasó, espero poder obtener resultados.Ella se cogió el cabello y preguntó.—¿Lo que nos pasó?—Alguien nos hizo una treta, usando tu vientre y mi esperma, tengo una pista.—Tengo que saber.—Voy a ver a la persona ahora.—Vamos a ver a la persona ahora.—Narel.—Jason, es mi vida también.Él asintió y le indicó que siguiera y entonces fueron rumbo a la casa de la señora Heller. Jason le contaba un poco de lo que sabía de la dama.—Es una señora de unos 50 años, viuda, con un hijo de por medio.—¿Y ese hijo es Jack?—Sí, Jack.—Es muy raro.—Lo es, eso me tiene loco.Llegaron al sitio y ella miró el jardín y sonrió.—Le gustan las flores, tiene un buen corazón.Jason la miró como diciend
Narel estaba hecha una furia, no esperó que la ex de su novio la atacara tan bajo y Jason le comento.—Ya, déjalo.—No lo entiendes, son mis hijos, siempre los he protegido.—Y lo hiciste en ese momento.—Sí, me refiero a que lo hacía de cosas menores —lo miró—. Le tienen miedo a las cucarachas, yo también, pero cuando aparecía una debía de ser fuerte para matarla, aunque me muriera de miedo.Si volaban, nos metíamos en el armario y luego salía a cazarla; era todo tan distinto.Jason besó su cabeza y entendió que no siempre fue fácil para ella.—Cuando vi esa casa sentí que no debía abrirla, daría mi vida por ellos.Sollozó, Jason la abrazó y Andrew se acercó, un poco incómodo por lo pasado.—Bueno, yo no pensé que Candy fuera capaz de hacer esas cosas.—Ahora ya sabemos de lo que puede hacer.Meneó la cabeza, estaba molesto por haber creído que esa mujer podía ser la adecuada para su hijo.—Será mejor que vayan con mis nietos y los cuiden.Jason tomó a Narel y fueron a casa junto a su
Jack recibía junto a Candy a los invitados y Andrew se sintió abrumado cuando se acercó a ellos.—Señor Miller, bienvenido.Candy estaba en silencio y el sujeto le dijo lo que pensaba.—Parecía una buena idea hasta que vi el ambiente, pero ya estoy aquí, así que a ver lo que ofrecen.—Siempre tan propio —comentó Candy.—Más que tú, sí.Desde ya era un bloque de hielo y Candy miró a Jack con rostro pétreo.—Tranquilo, amor.—Estoy tranquilo, ahí vienen los otros Miller.Jason y Narel tomados del brazo se acercaron junto con Lorna y Denis.—Señores Miller, señora Miller, Narel bienvenidos a mi humilde hogar.—Su mansión es muy hermosa.—Gracias al trabajo de Narel que me ayudó para darle el efecto deseado.Candy miraba a Narel como una diosa vestida y ella sonrió levemente.—Me agrada que te guste mi trabajo.Candy dijo de pronto.—Siempre le digo a mi querido que hay más por explorar en materia de arquitectura, no es solo poner flores por poner.—Es cierto por eso se estudia para darle
Lana y Dave gritaban por la sala de juegos cuando escucharon un estruendo. El niño preguntó.—¿Qué fue eso?—Algo se cayó.Lana se asomó y no vio nada en el pasillo.—Tal vez pasó algo en la sala.Bajaron en silencio y vieron a la empleada desplomada en la escalera y la leche con galletas regadas por el entorno.—Se desmayó.—Hay que pedir ayuda.Lana iba a bajar y Dave la retuvo.—Tengo miedo.—Ella se desmayó, debemos pedir ayuda.Lana bajó con cuidado de no cortarse con los vidrios y sintió un silencio muy extraño y su hermano llegó a ella.—Voy a ver al guardiaspaldas.—Así no se dice.—Voy a irlo a ver.Corrió a la entrada y cuando llegó vio a los guardias en el suelo y miró a todos lados y no vio a nadie consciente.—Esto no está bien.Corrió al interior y su hermana llegó corriendo a él.—Todos duermen, como en la película de la Bella durmiente.—Esto no es normal.Escucharon el ruido de algo que se rompía.—Tenemos que irnos.—¿A dónde?—No lo sé.Dave tomó el teléfono y no hab
Jack sonreía y le pareció un descaro y lo encaró.—¿Quién m****a te piensas?Él se acomodó en la silla y le respondió.—Cálmese, solo fue una broma, soy un poco ácido con ellas, pero su rostro de horror fue muy bueno.—¿Quién eres?—No soy nadie, para usted.Clare salió con unas frutas y al ver a Andrew se quedó helada.—¿Tienes algo contra mi familia?Jack le respondió.—Es una pregunta interesante…—Jack, ¿qué sucede?—Tu hijo se metió con los míos.—Mi Jack nunca haría eso.Clare dejó la comida en la mesa y se puso los brazos en jarra y entonces le dijo molesta.—Solo quieres mandar donde no tienes derecho.Jack estaba disfrutando de todo eso,—Escucha, tu hijo hizo algo y agredió a mis nietos.—Mi Jack no se mete con nadie, ya déjanos en paz.Jack intervino para decirles.—Es cierto, no sé qué sucedió en su casa, pero no tuve nada que ver.Andrew lo apuntó con el dedo y le dijo molesto.—Sé que te traes algo, puedo verlo.—Interesante, me siento un libro abierto al público.Clare l
Narel entró al baño con la foto en su móvil y Jason estaba recostado en el jacuzzi desnudo cogiéndose su miembro y ella le dijo.—Tienes que ver esto.Cuando alzó la mirada lo vio así y gritó dándose la vuelta.—¿Qué haces?—Intento relajarme —dijo cubriéndose.—¿Cogiéndote tu cosa?—Le daba ánimos, hace tiempo que no tenemos acción.Narel estaba roja de la vergüenza y le dijo todavía de espaldas.—Tengo que mostrarte algo importante.—Espero que sean tus tetas, me urge ver algo hermoso.Salió de la bañera y se acercó a ella que estaba de espaldas.—Muéstramelo.Ella se dio la vuelta y lo vio desnudo y casi tira su móvil al suelo.—¡Qué te pasa!—No te entiendo.—¡Cúbrete!Él jaló una toalla y se cubrió y ella miró con los dedos semiabiertos y le dijo aliviada.—Escucha, lo siento, es que me emocioné mucho con lo que vi.—Te entiendo, suelo causar ese efecto en las mujeres.Ella le señaló el móvil y le mostró.—Me refiero a esto.Él vio una foto de uno de sus hijos, tan lindos y tan al
Candy estaba arrimada a la puerta, asimilando lo escuchado.—Es un Miller, es un Miller… —sonrió triunfal—. Jack es un Miller.Tenía que barajar bien esa carta y no perder a Jack por nada del mundo, salió y miró a todos lados, vio a Clare en shock y se acercó a ella.—Hola, Clare.—Candy.—¿Sucede algo?—No, nada.—¿Y mi amorcito?Clare miró a la joven con interés y le preguntó.—¿Tú quieres a mi hijo?—Claro que lo quiero, pensé que Jason sería el amor de mi vida, pero él no me merece.—Es que deseo que mi hijo sea feliz.—Y lo será, se lo prometo.Fue en su búsqueda y lo encontró tomando una medicación.—Hola, amor.—Candy, ¿todo bien?—Todo, querido, necesitamos hablar.—Ahora, no es un buen momento.Lo vio tenso y lo acarició, sonrió con cariño.—Tranquilo, estoy contigo, no te dejaré.Jack la miró detenidamente y le preguntó.—¿No me piensas dejar?—No, es más, pienso ayudarte.Jack no entendió la forma en que ella podía ayudarle.—¿De qué hablas?—De destruir a los Miller, te ayu
Denis intentaba asimilar el asunto de su “hermano”.—¿Ese sujeto, mi hermano?—Es una posibilidad.—¿Por qué nos atacaría?—No lo sé, no lo entiendo.—Es retorcido.—Lo es, pero mamá no debe saberlo, así que tratemos de disimular el hecho.Jason se fue a cambiar y al entrar recordó la madrugada de su accidente. Llovía y había tormenta, una de sus pasiones era fotografiar rayos y allí iba, a cazar rayos con su lente cuando pasó ese incidente. Si ese sujeto tenía que ver, le debía mucho tiempo de su vida.**Narel sacaba siete pizzas del horno y les decía a las empleadas.—Dos son para ustedes y el resto para la tropa de fuera.Ellas sonrieron y fueron llevando las pizzas a la mesa y Jason acomodaba a sus hijos en las sillas.—Niños, hoy comemos bien.—Espero que les guste mi pizza loca.Lorna veía la pizza fascinada y comentó.—Nunca he cenado pizza.—Es pizza loca, abuela —comentó Lana—. La mejor del mundo.Jason vio las flores tan hermosas y comentó.—Arreglaste muy bien la mesa para