De lo que uno se entera cuando escucha detrás de la puerta.
Candy estaba arrimada a la puerta, asimilando lo escuchado.—Es un Miller, es un Miller… —sonrió triunfal—. Jack es un Miller.Tenía que barajar bien esa carta y no perder a Jack por nada del mundo, salió y miró a todos lados, vio a Clare en shock y se acercó a ella.—Hola, Clare.—Candy.—¿Sucede algo?—No, nada.—¿Y mi amorcito?Clare miró a la joven con interés y le preguntó.—¿Tú quieres a mi hijo?—Claro que lo quiero, pensé que Jason sería el amor de mi vida, pero él no me merece.—Es que deseo que mi hijo sea feliz.—Y lo será, se lo prometo.Fue en su búsqueda y lo encontró tomando una medicación.—Hola, amor.—Candy, ¿todo bien?—Todo, querido, necesitamos hablar.—Ahora, no es un buen momento.Lo vio tenso y lo acarició, sonrió con cariño.—Tranquilo, estoy contigo, no te dejaré.Jack la miró detenidamente y le preguntó.—¿No me piensas dejar?—No, es más, pienso ayudarte.Jack no entendió la forma en que ella podía ayudarle.—¿De qué hablas?—De destruir a los Miller, te ayu
Denis intentaba asimilar el asunto de su “hermano”.—¿Ese sujeto, mi hermano?—Es una posibilidad.—¿Por qué nos atacaría?—No lo sé, no lo entiendo.—Es retorcido.—Lo es, pero mamá no debe saberlo, así que tratemos de disimular el hecho.Jason se fue a cambiar y al entrar recordó la madrugada de su accidente. Llovía y había tormenta, una de sus pasiones era fotografiar rayos y allí iba, a cazar rayos con su lente cuando pasó ese incidente. Si ese sujeto tenía que ver, le debía mucho tiempo de su vida.**Narel sacaba siete pizzas del horno y les decía a las empleadas.—Dos son para ustedes y el resto para la tropa de fuera.Ellas sonrieron y fueron llevando las pizzas a la mesa y Jason acomodaba a sus hijos en las sillas.—Niños, hoy comemos bien.—Espero que les guste mi pizza loca.Lorna veía la pizza fascinada y comentó.—Nunca he cenado pizza.—Es pizza loca, abuela —comentó Lana—. La mejor del mundo.Jason vio las flores tan hermosas y comentó.—Arreglaste muy bien la mesa para
Los niños iban rumbo a no sabían dónde, Dave miraba por la ventanilla y no reconocía el paisaje que le circundaba. A su corta edad sabía el camino de memoria, su hermana solo pensaba en lo que jugarían en casa.—Podemos ir con el tío al lago y pescar algo o hacer un pícnic.Dave estaba inquieto y sus manos estaban frías y era una extraña sensación la que sentía.—Quiero hablar con papá.—¿Qué te pasa?—Quiero hablar con papá.Sacó su móvil y tecleó el número. El sujeto que manejaba lo vio por el retrovisor y entonces le comentó.—¿Qué sucede?—Quiero hablar con papá.Marcó y Lana le dijo a su hermano.—Debe estar esperándonos en casa.El teléfono sonó y Jason vio que era Dave, frunció el ceño y miró al frente, estaba en una junta y de repente se levantó.—Disculpen un momento.Tomó la llamada y escuchó la voz de su hijo.—Déjeme, no.—¡No lo lastime!Frunció el ceño y su cuerpo se tensó.—¿Dave? ¿Lana?—Papá… papá, nos lastiman.La llamada se cerraba y él estaba pétreo en su puesto. Lo
Denis presionaba el cuchillo contra el cuello de Jack.—Responde, tengo ganas de solo quedarme con un hermano.—Escucha… yo…—Dímelo ya —ordenó.—Ok, ok… Los envié a dejar en la carretera Oeste, en donde sucedió lo de Jason. Va poca gente por ese lado, está bien…—Escucha, te metiste con lo más sagrado que tengo y no te lo voy a perdonar nunca.Lo estrelló contra el espejo, soñándolo en el acto.**Narel se sobaba los brazos y la policía no recibía ningún pedido de rescate y uno de los policías comentó.—Tal vez no sea por dinero.Jason, al escuchar esto, se acercó.—¿Qué quiere decir?—Puede ser algo personal.Se temió que la persona que lo agredió lo intentara de nuevo a través de sus hijos. Colt lo llamó.—La última llamada fue desde un punto saliendo de la metrópolis, luego se pierde la señal.—Entonces hay una posibilidad de que los sacaran de la ciudad.—Eso temo.Narel les dijo entonces a todos.—Lo siento, he esperado todo lo que me han dicho y no resisto más, tengo que ver a m
Lana observaba a la señorita Lessan con enfado y Narel para no incomodar más le dijo a su pequeña.—Vamos, Lana.—Papi, ven con nosotras.Jason se vio en un aprieto y se disculpó con Tania que lo miró sorprendido.—Lo siento, debo ir con mi familia.Tania se quedó boca abierta y volvió a casa molesta y se topó con Lorna.—Lorna, querida.—Tania Lessan, es bueno verte.—Parece que no muy bueno, ¿qué pasó con tu hijo?—¿Con Jason?—Está diferente.—Ahora es padre, querida, y aunque nos tomó de sorpresa aquello, te aseguro que fue lo mejor.Entonces preguntó por Narel.—¿Y esa mujer?—¿Narel? —la vio asentir—. Es una gran chica, la admiro mucho.—¿Estás de acuerdo con que se una a tu hijo?—Querida, Jason es feliz ahora y eso es lo único que importa.No esperó esa respuesta, salió pensando en una forma de acercarse a Jason.**Narel estaba seria y Jason se acercó a ella y le dijo.—¿Puedes prepararme otra hamburguesa?—Claro.Lana la ayudaba, y le comentó a su mamá.—Vamos a ponerle un le
Candy le contaba todo sobre su charla con la Lessan y terminó diciendo.—Y la contrató para redecorar sus hoteles.—¿En serio?—Sí, eso es tener cojones.Bebía de su jugo y Jack le dijo divertido.—Será todo un acontecimiento.Candy lo miró y preguntó con curiosidad.—¿Piensas en algo?—Pienso en muchas cosas, pero, cariño, no deseo atormentarte.Ella rio divertida, aplaudiendo y le comentó.—Desde que te conocí me siento como la bruja mala del cuento.—Entonces yo soy el mago malvado.Sonrió triunfal.**Jason acudió a la cita y vio a Dave muy apagado.—Dave, hijo —lo tocó y tenía fiebre—. ¿Qué tienes, hijo?—Quiero dormir.La señora Prady habló con él.—Le dimos su medicamento para la fiebre, pero su ánimo me preocupa.—¿Su ánimo?—Parece ser que los problemas personales entre su familia y la madre del pequeño lo afectan.Recordó el incidente con su padre y la señora Prady le dijo entonces.—Todo ese estrés que ha pasado Dave, sumado al maltrato que recibe su madre, lo está afectando
Narel se había vestido y estaba molesta con la broma que Jason le había hecho y lo vio salir del baño ya vestido y con el cabello húmedo. Él le dijo con una sonrisa.—Vamos, sonríe, es un poco de humor Miller.La joven se miraba al espejo acomodando su cabello húmedo.—Humor y un cuerno.Recordó que la Lessan quería con él y para molestarlo comentó.—La Lessan desea cenar contigo, me pidió permiso y se lo di.—¿Te pidió permiso?—Al menos eso pienso cuando una mujer se me acerca a decirme que quiere invitarte a cenar.—¿En serio? —comentó divertido.—Sí, me da pena las mujeres así.—No tengo ganas de cenar con ella.—Ya te di permiso, puedes ir.Jason la besó en el cuello y ella molesta le comentó.—Deja, deja, creo que le gustas.—Siempre le gusté, tonteé con ella en la universidad, fuera de eso, nada más.Jason la abrazó por detrás y le comentó.—Tenemos dos hijos y no hice nada por hacerlos.—Escucha, no deseo que tu familia piense que soy un error.—No lo eres. Mi padre no es toda
Denis se dio cuenta y con una hasta de seguridad le pegó a la culebra, enviándola lejos de ella.Narel se levantó con dificultad y le dijo a su cuñado.—Voy por los niños.Corrió al exterior, en donde la prensa y los invitados corrían despavoridos, y miró a todos lados y no vio a sus hijos.—Dave, Lana —los llamaba.La policía llegaba en esos momentos y ambulancias, pues había gente picada por esas cosas y ella buscando a sus hijos en medio de ese caos.—Dave, Lana, hijos… ¡Dave, Lana!Nada, un hombre recibía oxígeno, pues el susto le aceleró el asma, y una mujer era llevada desplomada del terror, pues era fóbica de las culebras.Miró a todos lados y corrió a buscar a sus hijos por los alrededores; no aparecían.—Dave, Lana… Hijos.Adentro se vivía un frenesí con gente acorralada por los animales o paralizada del terror, y Jason no miraba nada más que el rostro maligno de Jack.—Eres un loco desquiciado y pagarás por ello.—Tengo un buen cambio.—¿Qué te hice para que me hicieras todo