31. El amor no es para todos.-Bebé, ¿por qué aterrizamos acá? –Preguntó Dylan adormilado y me asomé a ver qué sucedía. Caminé por el pasillo y le pregunté a la azafata que porqué habíamos aterrizado acá, otros pasajeros también se veían extrañados. Se suponía que el vuelo solo haría una escala y eso fue en Madrid, de ahí debíamos venir directamente a nuestra ciudad, no a la capital.-Disculpe señor, hay una fuerte tormenta en el caribe, por lo que los vuelos tendrán que retrasarse unas horas, lamentamos las molestias.-Pero acá no está lloviendo.-Acaba de detenerse, ha estado inestable el clima. –Ella me miró extraño un momento. -¿Me permite su identificación?-Sí. –Le di mi tarjeta de conducción y ella le secreteó algo a una de sus compañeras, eso se me hizo muy extraño, pero lamentablemente, decidí ignorarlo. Hace muchos años vivía tranquilo, sin nada que esconder y pensé que siempre viviría así. No debí bajar la guardia, no debí confiarme tanto. Nadie nunca sale bien librado de s
32. Catástasis.Estaba sentado en la estación sentado esperando a que me llamaran junto a otros detenidos más, llevaba cinco horas esperando, ya eran cerca de las dos de la tarde. No había ni girado a ver a los otros detenidos y de hecho, ni había levantado la cabeza desde que llegué. Había olvidado como respirar, me costaba, sentía que algo me oprimía el pecho y me tocaba tomar grandes bocanadas de aire para no romper en llanto. Jodí todo entre Dylan y yo, todo lo que teníamos. Estaba seguro que apenas hablara con Kit y maya, y se enterara de todo, me iba a abandonar. Yo no fui sincero, le oculté cosas muy graves por muchos años cuando él fue completamente transparente y honesto, cuando él se esforzó tanto en hacerme feliz, en hacer feliz a una persona desconocida, porque él no llegó a conocerme en verdad, estoy seguro que jamás se habría fijado en alguien como yo si se hubiese enterado de a qué me dedicaba, de que me valía de mi rostro para engañar a las personas y que le mentí mile
33. Nueva vida.-Llevas dos horas bajo el agua, sal ya maricón.-Vete al diablo. –Me quejé y el imbécil de Francis me empujó en broma. Él es un tipo de mi edad, al cual conocía de afuera, él nos hacía “favores” a Kit y a mí cuando necesitábamos retrasar a alguien, sea destrozando su auto o solo con un daño parcial. Él es moreno, grande y ancho, y anda con tipos como él, son bastante temidos aquí por lo que he podido aprender. Hay un status social aquí y es en el rango de quienes son temidos, no de gente adinerada ni nada como eso.Hay muchas pandillas y gente de baja calaña, tipos que están presos por cosas como asaltos a mano armada, tráfico de drogas e incluso, gente acusada de asesinato, como Francis que se le acusa del asesinato de su cuñado. Él dice que bebían en una esquina cuando un asaltante atacó a su cuñado, pero no sé si creerle, reconozco cuando la gente miente. Gente como él es muy respetada aquí, porque andan armados y literalmente, deciden en todo. Son ellos quienes tie
34. Juicio.Almorzaba lo que parecía ser lentejas, “carne” no quiero ni saber de qué animal y un puré de papa que sabía cómo si hubiera salido de un trasero. No sé ni porqué pago por esta comida. Estaba recordando lo que debía decir, mi juicio sería mañana, llegó la fecha, los cuatro meses para el juicio, eran tres originalmente, pero aplazaron la fecha. Tenía pocas esperanzas, el de maya lo adelantaron y… la encontraron culpable, la sentencia la dieron un par días después y fueron unos jodidos doce años, ¡doce años por dios! No sé ni qué sentí cuando Kit me dijo eso, fue devastador. Él dice que va a apelar, pero las posibilidades son escazas. El panorama se pinta muy mal para mí, ¿qué esperanzas puedo tener si a ella le dieron tantos años con menos testigos y argumentos que yo? No me hacía ilusiones, sabía que iba a perder.A mi lado almorzaba el pesado de Darío junto a un amigo que hizo que es igual o peor de pesado que él. Darío me molesta, me irrita e incluso, me perturba.Hace un
35. Love bites.Cuando llegué de nuevo a la estación, Francis y los demás, se acercaron a ver cuál había sido el veredicto. Quedaron boquiabiertos cuando les dije la sentencia, francamente no esperaba que fueran tantos años, muy en el fondo tenía la esperanza de que saldría, de que todo mejoraría, pero mi vida se acabó.Llegué a mi celda y me acosté en la cama, recuerdo que lloré toda esa noche, estaba devastado y cuando el idiota de Darío se metió a mi cama de nuevo, lo empujé y al ver mis ojos hinchados, no me molestó más.Al día siguiente desperté con un dolor de cabeza terrible, pero debía hablar con Kit, me dijo que vendría a verme para arreglar una apelación, no sé cuál apelación, ambos sabemos que eso no se puede, pero sé que de todas formas lo intentará. Mis padres lo están presionando mucho y no solo a él, han movido todas sus influencias, pero ha sido imposible. Yo sé que lo están intentando, sé que tengo a muchas personas que se preocupan por mí, pero perdí a la persona que
36. Declive.--Seis meses después---Maldición, esto duele. –Tan solo el ruido de esa máquina me perturbaba los oídos. Un chico me hacía un tatuaje de un dragón en la parte superior derecha de mi espalda, este medía alrededor de diez centímetros y era solo de color negro. Jamás me hubiese hecho un tatuaje por voluntad propia, los detesto y pienso que manchan mi cuerpo, pero perdí y tuve que hacérmelo. –Me las vas a pagar Francis.-Hace mucho no me ganas, tus amenazas no me asustan.-No mientas, te gané con honor el sábado, pero me caí porque me golpeaste en mis zonas especiales.-¿Zonas especiales? Que marica eres, mañana dirás que llamas flor a lo que te cuelga, o bueno, puede que tengas vagina con esa cara.Durante casi el año que ya llevo en este lugar, siempre me han hecho bromas por mi apariencia. Yo desde pequeño ya era consciente de que me veía bien y lo fui más cuando llegué a la adultez cuando empecé a valerme de la belleza heredada por mis padres para conseguir dinero. Pero
37. Cambios.--Dos años y siete meses después--Han cambiado muchas cosas en mi vida, muchas.Hoy era un buen día, me sentía bien, una clase extraña de felicidad me invadió. Era mi cumpleaños número treinta y nueve, lógicamente no recibí nada porque en la cárcel no permiten ingresar nada, pero aun así, Darío logró ingresar alguna extraña clase de botella de un licor desconocido y barato (que ojalá no nos deje ciegos) para celebrar mi cumpleaños en la noche.Más temprano ese día recibí la visita de mis hermanos y hablé con mis padres por teléfono. Leo y Mary me trajeron una torta de chocolate que por ser hoy un día especial me dejaron tener. Mary me dijo algo que me dejó boquiabierto como por cinco minutos. Estaba embarazada.-¿Quién te embaucó? Dime que es un buen tipo y que va a responder o saldré exclusivamente para masacrarlo.-No es un mal tipo, es de Carlos Andrés, volví con él y en unos días iré a vivir en su apartamento.-Bueno me alegra que sea él, ¿pero cómo harás con la empr
38. Destello de luzAbrí los ojos en medio de la madrugada, hacía más frío del usual y eso que tenía medio cuerpo del pelinegro encima. Le dije que se moviera a su cama porque saldría el sol dentro de poco y podían vernos en una extraña situación desde otras celdas. Sí, durante las últimas dos semanas he tenido encuentros con Darío, él lo hace porque en verdad lo desea, yo por mera necesidad física. Ya le he dicho varias veces que no espere más de lo que puedo darle, porque no puedo tener una relación, no puedo verlo como él me ve a mí. No creo que alguna vez en mi vida pueda querer a alguien de la forma en que quise a Dylan, de una forma tan íntima y sincera. No creo que eso sea posible, creo que amores así solo ocurren una vez en la vida y el mío ya pasó, no ocurrirá de nuevo, no es posible.Sonaré loco o enfermizo, pero cada vez que veo a mis hermanos les pregunto por él, por su relación, es como una horrible obsesión por saber cómo está, si enfermó, si todo anda bien en su vida. A