Liz.
De un momento a otro decidimos viajar pero sin Dylan, ya que él se encargará de todo lo que quede pendiente, pensé que al llevar a los niños a que conozcan a Rafael y Samantha todo estaría bien, pero me equivoque, cuando llegue a casa de Rafael fui a buscar a Samantha para decirle que por un tiempo estaría cerca de ella, pero jamás me imaginé que estaría con Rafael y por tonta me pasan las cosas, me debo imaginar que Rafael se puso furioso porque le arruine el momento o porque pensó que le estaba reclamando y eso ni al caso, jamás tendría celos de esa pareja.
Samantha es una chica bonita, simpática y Rafael es un chico genial de buen corazón, ambos se merecen ser felices y yo que pensaba ayudar, pero al parecer no podré porque Rafael se desquitó conmigo todo lo que l
—Perdón Samantha, es que Liz tiene graves problemas y yo que no le permití que hablará.—Está bien Rafael, pero después de que solucione los problemas que tiene ella tú y yo hablaremos de lo de nosotros.—Samantha no solo son los problemas que ella tiene, son todo lo que su familia tiene y solo te diré una cosa Samantha lo que te dije esta mañana de lo que pienso de ti y de lo que pasó ayer es toda la verdad, tú eres una chica muy sensual y me has llamado mucha la atención y lo que tenemos que hablar tiene que ser en un lugar especial para los dos —no es que le esté pidiendo matrimonio, pero no voy a negar que una cosa me lleva a la otra.Estoy pensando intentar las cosas con Samantha y espero que no salga las
—Así será jefe, ahora aquí le paso una llamada del encubierto —mi atención esta totalmente en el móvil, lo agarro.—Aló, qué pasó, me tienes buenas noticias, ¿como esta mi esposa y mis hijos?—Jefe, su esposa no está aquí —escucho temblor en su voz—, le explicó, ella vino con sus hijos, pero se tuvo que ir porque tuvo una fuerte discusión con Rafael y ella se fue junto con sus hijos, pero por suerte Dominik vino a tiempo y él se la llevó a un hotel mientras mañana le entregan la casa de seguridad—maldita sea, sabía que no debía dejar que mi Liz se fuera sola con mis hijos, qué le habrá dicho ese bastardo.—Pero maldita sea, dime qu
Daniela.Mi nombre es Daniela y todos me llaman Rosalinda por ser la mera, mera, en mi trabajo, mi trabajo es agente encubierto de la D.E.A. Y me encargo de atrapar a todos los hijos de puta que corrompen este mundo, todos aquellos que contaminan el ambiente, desde pequeña soñé en ser una mujer poderosa y ser alguien que perteneciera a la justicia.Mis misiones son seducir a los traquetos más poderosos y que ellos caigan con mi sensualidad y todo sea por el bien del mundo, me he propuesto limpiar toda esta basura y soy una huevona guerrillera, si me propongo que alguien duro caiga es porque va a caer, para mañana tengo una invitación de una gran fiesta que ahí estarán los más duros de la organización, no saben lo que les espera, tengo un plan preparado y estoy dispuesta a seducir al señor de señores
—Buenas noches, señorita, disculpe que la interrumpa, pero me tendré que robar a esta bella dama —la mujer extravagante se ríe y levanta la ceja.—Gracias por lo de bella.—Disculpe señorita, pero no es que sea grosero, dado que a la única persona que le dije es a mi novia Samantha —¡boom!, y está que se le cae la cara de vergüenza, pero en eso yo no tengo la culpa quien la manda que tenga una autoestima alto y que se crea la mujer más perfecta en el mundo.—Adiós señorita Rosalinda, la conversación pendiente la dejaremos para otro día —ese nombre me parece muy conocido, pero realmente no sé dónde, estaré pensando dónde. Mientras todos vamos escapando para que la policía no nos atrapé voy al pendiente de Rosalinda, esperando que por el amor a Dios no le hagan nada. De un momento a otro escucho un disparo, me pongo nerviosa, que es lo que estará pasando será que todos vamos a morir.Es Dominik el hermano de Liz, está herido y la causante de este caos es Rosalinda la que le disparó, que barbaridad, ¿cómo pudiste hacer eso?, ahora no tengo idea como salvarte la vida, esa chica si tiene su muerte segura, no quiero ver lo que pasará, ¿cómo Diosito? Cómo le puedo ayudar para que ella escape. Dios dame la sabiduría para poder ayudar a esa mujer, el trabajo de esa mujer es honrado solo que es peligroso, no quiero ser parte de toda esta historia, sí en mis manos está ayudarla la ayudaré y no me importa lo que me pase.Capítulo 20
***Han pasado dos horas y Liz aún sigue con Dominik en la habitación y lo bueno que tiene ayuda del médico, ambos están operando a Dominik y solo esperamos que todo salga bien.—Esa Liz que acabo de ver cómo reaccionó es otra y no la misma que ambos conocemos —después de un rato sin decir ni una sola palabra el maldito de Rafael quiere sacar el tema de mi mujer.—Rafael te parece poco lo que le hicieron a su propio hermano, no entiendes y no comprendes como ella se está sintiendo en estos momentos.—Lo Entiendo y nosotros deberíamos vengar lo que esa perra le hizo a Dominik —eso me dice que no quiere que Liz se meta, pero ahí no puedo porque es su hermano y los sentimient
Dejo ahí a Dylan solo y me voy a comprobar que todo lo que me dijo sea una gran mentira y cuando llegó al sitio que deje a Samantha no la veo, por Dios mi corazón se está acelerando, espero Diosito que no sea cierto lo que me estoy imaginando y salgo a la bodega, le digo a los hombres de Dylan que me dejen entrar, entro con cuidado para que no me descubra y es ahí cuando veo que Samantha que está desamarrando a la sapa. No puedo creer que Samantha me esté traicionando, ¿por qué está haciendo esto?, me escondo en una parte oscura de la bodega y escucho todo lo que ella dice.Cuando veo la zorra que sale primero y antes que Samantha salga apresuró el paso y la detengo del brazo, sé que Dylan no tendrá piedad de ella, lo que más me duele es que yo me estaba enamorado o darle una maldita oportunidad.
—Te amo Liz… —musita.Nooo… No te vayas Dominik, por favor no te vayas.—Dominik no te permito que te mueras, no te permito que me dejes, ¡despierta! Hermano no me dejes, te lo pido con todo mi corazón, te prometo que no seré la misma, que cambiaré, pero necesito que no te vayas, lucha por vivir conmigo, Dominik vuelve, háblame hermano, quiero escuchar tu voz, quiero escuchar tus consejos, quiero escuchar decir que es lo que te molesta, quiero escucharte decir mi nombre, Dominik hermanito no me dejes sola, tú me prometiste que siempre ibas a cuidar de mí.—Señora, él ya se fue —siento la mano del doctor en mi hombro—, no hay nada más que hacer.—Mi