Claude no pudo evitar reír internamente al mirar los ojos de ciervo de Candace; eran claros como el día, pero estaban en alerta máxima. ¿Quizás lo consideraba una mala persona? “No lo malinterprete, señorita. El tío Claude es el guardaespaldas de mi papi. No es un mal tipo”. Sebastian sintió que esto podría salir muy mal. No debía permitir que la señorita White tuviera una impresión terrible del tío Claude."¿Guardaespaldas?". Candace los miró a los dos con recelo. “¿Acaso los guardaespaldas pueden llevar armas de fuego?”. Después de todo, el padre de Sebastian no era una figura pública. "Entonces, ¿qué hace tu papá para ganarse la vida?".Candace solo había visto a Simon una vez antes. Recordó que estaba sentado en una silla de ruedas y tenía un rostro devastadoramente atractivo con una expresión indiferente que exudaba un aura fuerte. “Tu papá no es un criminal, ¿verdad?”. Candace comenzó a hacer sus propias conjeturas.“¡Mi papi es una buena persona! ¡Él no hace cosas malas!”.
"Señorita, ¿entonces eso significa que usted y el tío se volverán a encontrar algún día?". Sebastian siempre estaba buscando una oportunidad para emparejarlos.Candace le dijo de una manera relajada: "Así es". Después, se dio la vuelta para entrar por la puerta principal con una sonrisa.Sebastian cruzó las manos sobre el pecho y le dio un codazo a Claude mientras decía: “Tío, parece que tu acto heroico funcionó esta vez. La señorita Candace tiene una buena impresión de ti ahora, así que no resultaste herido en vano”.Algo pareció congelarse en los ojos de Claude, y no había ninguna expresión de alegría en su rostro. Una persona como él podría perder la vida en un día cualquiera. Sería mejor para él no involucrar a una buena chica en su vida. Lo más adecuado era estar solo.…Cuando Candace estaba en clase al día siguiente, un oficial de policía fue a buscarla. Ella sintió que su corazón comenzó a latir muy fuerte. Sebastian los siguió a escondidas y se escondió detrás de una esqu
En el hospital, Sharon acababa de salir del consultorio del doctor. Su tez estaba pálida y había un informe de prueba en su mano. Caminó como si no tuviera alma mientras las palabras del médico resonaban dentro de su cabeza."Puede ver en el resultado de la prueba que el niño ha heredado su gen...". La posibilidad que la aterrorizaba era una realidad. ¡Sebastian había heredado el gen de la locura!Sin embargo, el médico dijo que el gen no era tan prevalente como el de ella. Si nada lo desestabilizaba, podría vivir la vida como una persona normal, ya que su riesgo no era tan alto. Pero esto no fue lo único que el médico descubrió durante el examen. Sebastian parecía tener anemia aplásica recesiva. Todavía no tenía síntomas evidentes, pero debía ser tratado lo antes posible, o de lo contrario, su vida correría peligro.…Sebastian, quien estaba en la esquina del pasillo del hospital, vio cómo los policías salían de la sala y se iban. “Papá, tío Claude, la policía se fue. Creo que p
“Tengo que quedarme aquí y proteger al presidente Zachary”. Claude se sintió aliviado al saber que Candace había sido liberada de la comisaría. “Yo cuidaré a mi papi ahora. Ve”. Sebastian le empujó. Claude seguía negándose a irse hasta que Simon habló: “Ve. No necesito tu protección en este momento”. Claude miró a los dos y asintió. “Sí, señor”. Era como si simplemente siguiera una orden para recoger a Candace. Sebastian y su papi caminaron hacia la entrada del hospital. Sebastian suspiró y dijo: “Si no fuera por mí, el tío Claude estaría soltero el resto de su vida”. Simon miró a su hijo y le dijo con una media sonrisa: “No esperaba que tuvieras el potencial de ser un casamentero a una edad tan temprana”. “¿Cómo puedes decir eso, papi? Tienes que ser una persona especial para que te trate tan bien”. A él no le gustaba que le llamaran casamentero. Cuando los dos se dirigieron a la puerta, se toparon por casualidad con Sharon, quien venía del otro lado del hospital y tenía
Sharon no le respondió y limpió en silencio el desastre en el suelo antes de levantarse. Ella le dio la espalda y volvió a guardar silencio. La verdad es que su corazón ya no estaba en paz. Simon estaba absolutamente seguro de que ella le estaba ocultando algo. “¿Es por la visita al hospital de hoy? ¿Estás enferma?”. Esto era lo peor que se le vino a la mente a Simon. Sharon no podía contenerse más; sus emociones estaban hechas un desastre mientras intentaba reprimir sus gritos. Incluso sus hombros estaban temblando. Una expresión de preocupación apareció en el rostro de Simon mientras la hacía girar para mirarla. “¿Qué pasa? Cuéntame”. ¿Era una enfermedad grave, tal vez? Sharon quería contestarle, pero le costaba hablar, así que no tuvo más remedio que pasarle el informe de la prueba. Simon lo agarró y lo miró con desconfianza. “¿Qué es esto?”. Parecía que era el informe de una prueba de su hijo. “¿No lo ves? Sebastian ha heredado los genes de mi familia. Además, está enfe
Al día siguiente, ellos fueron juntos a ver al médico. La respuesta que obtuvieron siguió siendo que tuvieran otro bebé, ya que era la mejor opción para curar a Sebastian de su enfermedad. Tras salir del hospital, los dos se quedaron sentados en el coche con un ambiente deprimente envolviéndolos. “Simon, ¿qué tal si escuchas al médico? Deberías tener otro bebé...”. “¡Cierra la boca!”. La expresión de Simon era extremadamente solemne y su voz era gélida. “Buscaré otro médico. Debe haber otra opción. Tienes que dejar de sobrepensar, ¡y no se te permite decir ni una palabra más sobre que tenga un bebé con otra mujer!”. Sharon giró la cabeza hacia un lado y miró por la ventana. Sus ojos estaban enrojecidos en ese momento. ... Sharon estaba tan agitada que fue a hablar con Riley. “¿Qué? ¿Cómo pudo Sebastian contraer semejante enfermedad?”. Riley se quedó muy desconcertada al oír esto. “Lo que me preocupa ahora es su tratamiento. Simon no acepta la idea de buscar un vientre de
Lena sintió escalofríos en su espalda, quizás por lo penetrante y fría que era la mirada de Simon. Ella pensó que había dicho algo malo y se corrigió rápidamente: “No... No es cooperación. Quise decir que trabajaré bien a su lado... Haré mi mejor esfuerzo por trabajar bien con usted”. La mirada de Simon se volvió más fría. Él miró a Sharon y preguntó con voz severa: “¿Por qué me has traído a esta persona?”. Él podía adivinar la razón a estas alturas, pero quería escuchar a Sharon decirlo ella misma. Por lo tanto, Sharon tuvo que explicar: “Simon, ya hemos hablado de esto. Por el bien de Sebastian, tienes que tener otro bebé, y Lena es...”. “¡Suficiente! ¡Cierra la boca!”. La mirada de Simon era aterradoramente fría. ¿A Sharon en serio no le importaba el hecho de que él tuviera un bebé con otra mujer? ¡Sin mencionar que ella incluso se tomó la molestia de buscarle una mujer! El corazón de Sharon también palpitaba dolorosamente. Esto no era realmente lo que ella quería para ellos
Penelope los miró con frialdad y preguntó con un tono frío: “¿No estaban ustedes discutiendo en voz alta hace un momento? ¿Por qué no están hablando ahora? ¿Se quedaron mudos de repente?”. Ella miró fijamente a Sharon y dijo: “Tú. Dime qué pasó con Sebastian”. “¿Acaso no nos oíste? Él está enfermo y necesita un tratamiento con sangre de cordón umbilical”. Sharon no pudo ocultar el rastro de fatiga en sus ojos. “¿Entonces? ¿Quieres que Simon tenga un bebé con esa mujer? ¿Por qué tú no puedes hacerlo?”, preguntó Penelope. De repente recordó algo y miró a Sharon con una expresión burlona mientras decía: “Oh, casi me olvido de tus pésimos genes. Si tienes otro bebé, ¡probablemente tendrá la enfermedad de la locura como tú!”. “¿Por qué estás aquí, Penelope?”, dijo Simon bruscamente. Su presencia solo empeoraría el conflicto entre él y Sharon. “Si no estuviera aquí hoy, ¿llegaría siquiera a saber que Sebastian está enfermo?”. Penelope resopló con enojo. Ella volvió a mirar a Sharon y