Incluso en ese momento, ella insistía persistentemente en ser su esposa. De lo contrario, ¡moriría con resentimiento!

Sharon los miró desde la pequeña distancia que los separaba. Al escuchar las palabras de Tammy, ella no pudo evitar preguntarse si la señorita Tammy era alguien que solo tenía amor en su cerebro. Por amor, ¿lo sacrificaría todo?

Simon no sentía nada por ella, pero por un hombre así, ¿aún podía sacrificar su propia vida?

Simon bajó su mirada mientras miraba el brillante anillo de diamantes. Él se quedó en silencio durante unos segundos antes de estirar la mano para tomarlo. Tammy estaba emocionada. ¡Ella pensó que él estaba dispuesto a ponérselo y admitir que era su esposa! Sin embargo, las siguientes palabras del hombre la llenaron completamente de dolor.

Los ojos de él estaban apagados mientras la miraba. “Tammy, solo tengo una esposa, y no eres tú. Lo lamento. No puedo mentirte”. Desde el principio hasta el final, él siempre la había rechazado cuando se trataba