Eugene tenía una mirada hosca en su rostro y estaba a punto de sacar a Fern del estudio. Sin embargo, alguien lo detuvo inevitablemente.

El director se acercó a ellos y rápidamente reconoció a Eugene. Él dijo cortésmente: “Oh, es el Presidente Eugene de la familia Newton. ¿La Señorita Fern Thompson le ha ofendido de alguna manera? ¿A dónde la llevas?”.

Los ojos de Eugene eran fríos y afilados como un cuchillo. Él lanzó su mirada al director, enviando escalofríos por la columna vertebral del hombre.

“¡Ella no va a filmar este comercial!”. Tan pronto como abrió la boca, él rechazó el acuerdo de patrocinio para ella.

Si él hubiera sabido que ella aceptaría este tipo de trabajos, ciertamente lo habría rechazado.

“¿No va filmar el comercial? ¿Por qué?”. El director lucía desconcertado.

Fern estaba aún más desconcertada por esto. ¿Por qué vino tan de repente solo para entrometerse en su trabajo? ¿Lo había ofendido de alguna manera?

“¿Quién tomó esa decisión? ¡Suelta mi mano!”. Ella tr