Simon podía escuchar a alguien hablando en el video, pero habían alterado la voz, así que no podía saber si era un hombre o una mujer.

“Presidente Zachary, ¿puede ver a su novia? Ahora está en mis manos... No hay necesidad de preocuparse y no es necesario enviar a nadie a buscarla. La he sacado de la isla. Ja, ja, ja...”. La risa que atravesó el procesador lo hizo sonar extraño.

Simon miró fijamente el video con frialdad, tratando de ver exactamente dónde estaba atrapada Sharon. Él podía ver que era una especie de celda, pero no tenía idea de dónde estaba su ubicación exacta solo por los alrededores.

“Solo haga lo que le digo, presidente Zachary, y no le haré daño. De lo contrario, le romperé las piernas en este mismo instante”.

El video terminó abruptamente en ese momento. La otra parte no le dijo qué debía hacer a continuación.

Su teléfono sonó poco después, lo que instintivamente le dijo que el que llamaba era el secuestrador de Sharon. Por lo tanto, él aceptó la llamada de inm