Quinn tosió pesadamente. “Si no tiene objeciones, por favor, ayúdeme a vigilar a Sienna hasta el regreso de Eugene. La corporación no es un lugar para juegos ni experimentos”.

Sharon estaba a punto de responderle. El anciano no le había dicho nada alentador incluso después de que ella le hubiera pedido a Simon que la ayudara a administrar la corporación. ¡En ese momento incluso le estaba diciendo esas palabras insultantes sin necesidad alguna!

“Siéntase tranquilo, Viejo Amo Newton. Mi prometida conoce sus límites. Usted debería confiar en ella”, dijo Simon de una manera distante pero cortés.

Sharon y Simon firmaron el acuerdo y el contrato respectivamente ante el abogado y todos los tíos de la familia Newton.

Después de la reunión, todos tomaron su propio camino.

Sharon tomó la mano de Simon mientras caminaban hacia la puerta. Ella se volteó para mirarlo un par de veces, y los bordes de su boca se curvaron de alegría.

Simon se detuvo en seco. Él la miró con sus ojos oscuros e int