Sharon miró el hermoso rostro del hombre que en ese momento tenía una expresión juguetona y respiró hondo. ¿Él pensaría que ella lo estaba evitando si se negaba a entrar en su coche?

Si ella de verdad había perdido la memoria y se había olvidado de él, entonces no tenía por qué tener miedo.

Para no despertar sus sospechas, ella frunció los labios y dijo con calma: “Claro. Gracias, presidente Zachary”. Después de decir estas palabras, procedió a subirse al coche.

Tan pronto como se sentó, pudo escuchar al hombre diciéndole al conductor que condujera. El conductor pisó el acelerador apresuradamente.

Sharon se sorprendió un poco cuando vio el paisaje que pasaba por la ventana. ¿Por qué se sentía como si hubiera caído en una trampa?

Cuando volteó la cabeza, casi chocó con el hombre que estaba casi a su alcance. Ella ni siquiera se dio cuenta cuando él incluso se acercó a ella. Ante esto, ella se retiró inconscientemente a la ventana, poniendo cierta distancia entre ellos.

Al ver cómo