Eugene se llevó a Sharon y no se detuvo hasta cuando llegaron a la puerta.

Frunció el ceño y dijo con expresión seria: "Sienna, no vuelvas a hablarle así al abuelo en el futuro".

Todavía había un fuego de rabia en el pecho de Sharon, y cuando pensó en cómo el anciano le había pedido que regresara solo para que pudiera traerle ganancias a la empresa, no pudo apagar el fuego.

"Ya estoy siendo lo suficientemente educada al hablarle así".

"Él es nuestro abuelo, después de todo...".

"Lo trato como mi abuelo, pero ¿cómo me trata él a mí?". Sharon levantó la mirada hacia él. Su estado de ánimo era inestable y subió su tono inconscientemente.

Eugene se quedó sin habla durante un rato. En realidad, también se sentía impotente por el comportamiento del anciano.

“Eugene, no creo que te tenga ningún afecto. Él solo te utiliza como una herramienta para hacer dinero para los Newton, ¿no es así?".

"¡Suficiente! ¡No digas más cosas así!", rugió Eugene de repente con una expresión fría.

Sharon