Simon terminó la llamada rápidamente. Miró a Sharon, quien aún estaba enojada, con una mirada solemne en su rostro y dijo con una voz grave: “Necesito ocuparme de algunos asuntos urgentes ahora. Le pedí a alguien que trajera el desayuno. Puedes irte después de comer”.

Después de decir eso, el hombre se dio la vuelta para irse. En efecto, parecía que era muy urgente.

Sin embargo, cuando llegó a la puerta, él recordó algo de repente. Dejó de caminar y se dio la vuelta para mirarla directamente antes de decir con seriedad: “Sharon, tienes que confiar en mí”.

Simon no dijo demasiado y se fue sin mirar atrás.

Sharon movió los labios. Quería llamarlo para que regresara a aclarar las cosas. ¿Qué quiso decir con confiar en él?

Sin embargo, la figura del hombre desapareció rápidamente. Ella no pudo preguntarle nada.

Después de un rato, escuchó la puerta de afuera cerrarse. Él de verdad se fue...

De repente, ella sintió como si le hubieran quitado toda su energía. Cayó en la cama sin vida