Su enorme palma de mano, separada por una fina capa de tela de la ropa de Sharon, estaba alrededor de la cintura de la mujer. Sin embargo, ella sintió como si la piel de esa zona le estaba ardiendo.

La cálida sensación se extendió hasta su mejilla y su rostro se sintió muy caliente.

'Oh Dios, ¿qué me está pasando?'.

Sharon no estaba consciente de cómo había logrado llegar al costado del coche. Franky estaba sosteniendo un paraguas junto a la puerta del coche. Al verlos a ambos caminar hacia él, él tomó la iniciativa y abrió la puerta del vehículo. Luego esperó a que Simon entrara al coche.

Sharon se sintió molesta. 'Seguramente Franky habría traído un par de paraguas. No tenía que acompañarlo abajo'.

Al costado del coche, Simon soltó a Sharon y le devolvió el paraguas. No hacía falta decir que Franky le estaba sosteniendo otro paraguas.

Sharon bajó la mirada. "Bueno... que tenga un buen viaje de regreso a casa".

"Está bien. Tú también, presta atención a tu herida". Los ojos del