“¿Por qué estás llorando? Estas heridas no me matarán”. Simon frunció el ceño levemente. Aunque dijo eso, su voz era claramente mucho más débil que antes.

Sharon se secó las lágrimas de nuevo. No le iba a decir al hombre que estaba llorando porque sus acciones la conmovieron. Eso sería demasiado incómodo y emotivo.

“Cállate. Intentaré encontrar hierbas medicinales para aplicarlas en tus heridas”. Ella no le permitió ver su rostro mientras lloraba antes de levantarse y caminar hacia el bosque cercano.

“Oye... no vayas demasiado lejos”. Simon se preguntaba qué hierbas podría encontrar, pero de cualquier manera, no quería que ella se fuera en ese momento.

“Volveré pronto”. Ella tampoco podía dejarlo ahí solo por mucho tiempo.

Estos bosques eran vastos y grandes. Tenía que haber algunas hierbas desinfectantes en ellos. Las heridas en la espalda del hombre eran demasiado graves y definitivamente requerían algunos primeros auxilios con esas hierbas.

Pronto, ella encontró las hierbas qu