Su teléfono sonó de repente. Wyatt miró la pantalla y dijo: “Es una llamada del Viejo Amo”.

Los ojos de Eugene seguían cerrados mientras se pellizcaba el centro de las cejas. “Contéstale”, dijo él en tono bajo.

Wyatt deslizó el dedo por la pantalla para contestar la llamada. Luego colocó el teléfono frente a Eugene.

“¿Planeas huir de tu propia boda, mocoso? ¿Cuánto tiempo piensas dejar aquí a la novia y a los invitados?”. La voz enfurecida del Viejo Amo sonó desde el otro lado del teléfono.

Eugene recordó de repente que su ceremonia de boda aún se estaba celebrando. Él había dejado a su novia en la ceremonia de la boda.

“Abuelo, ya voy de regreso”. Había algunas cosas que tenía que completar.

Eugene volvió al salón de bodas. Sydney estaba esperando en silencio su regreso con los ojos enrojecidos.

Ella se levantó inmediatamente después de verlo y lo miró con una alegría incontenible. “Eugene, has vuelto...”.

“Sí, la ceremonia de la boda continuará ahora. Tú... ¿Todavía