Scarlet no quería desanimar a Jim, pero dado su comportamiento de escoria en el pasado, ni siquiera ella elegiría casarse con él si estuviera en el lugar de Riley.

“Ya te he defendido delante de Riley, pero ella sigue sin querer perdonarte y está muy decidida a no casarse contigo. Si no quieres quedarte soltero por el resto de tu vida, será mejor que te cases con otra persona”.

Scarlet quería que él supiera que ya no debía tener ninguna esperanza en Riley.

“No te pedí que me defendieras delante de ella. ¿Por qué eres tan entrometida?”, preguntó Jim con impaciencia.

Él agarró las llaves de su coche e intentó marcharse.

“¿A dónde vas?”, preguntó inmediatamente Scarlet.

Ella tenía miedo de que su hijo volviera a causar problemas.

“Voy a ir a buscarla. Resolveré mis propios problemas, ¡así que espero que no vuelvas a interferir en mis asuntos!”, exclamó Jim.

Él había empezado a sentir pánico cuando se enteró de que Riley se iba a ir. Tal vez no debería haberla dejado sola. P