De camino a casa:Aterrizo justo cuando el abogado me llama para decirme que se dirige a la casa a entregar los papeles. Mi corazón late a cien, pero por más que quiera verla, no puedo. El viaje me ha cansado, aún tengo punzadas en la herida y necesito recuperar fuerzas para la tormenta que se acerca, llamada Batiosta. Sé que pronto voy a verla, un día más no cambiara eso. Decidimos hospedarnos en un hotel y solo comunicamos con Maciel para que vea a Donal y me cuente como va todo con Sahar.Lo que menos podía imaginarme era la buena química que había entre ambas. Bueno me enteré luego de los gritos de terror que sufrieron mis oídos, que mujercita tan intensa, con razón Donal tiembla cuando se la mencionamos. La conozco desde que somos pequeños, pero nunca vi esa parte de ella, ¿Oh sí? Quizás es que ha empeorado al crecer y tener los grados que tiene.Logro salvarme de toda la perorata por la llamada del abogado, que me cuenta que mi esposa ha firmado y que había pasado lo que le tení
Como he dicho antes perdí a mi madre de pequeño, entonces como mi padre se encerró en sí mismo y mi abuelo no podía dejar de atender los negocios y a la vez atendernos a ambos, pues me entregaron a una nana. La cual, a pesar de ganar un buen sueldo, trato de raptarme junto con su pareja para ganar dinero, sería uno de los primeros peligros que correría en mi vida. Gracias a Alex Crode el intento fue frustrado y al rescatarme, Eli (su esposa) decidió que me criaría junto con Fer, de ahí en adelante toda mi infancia paso entre ellos. Hasta que crecimos y decidieron enviarme al extranjero a estudiar junto con este, éramos solo niños de ocho años aún. Mi abuelo nos trajo de vuelta ya con doce, diciendo que no era necesario estar lejos para tener una buena educación. Que estar con la familia también era importante, aunque le pesa haberse dado cuenta tarde de eso. Yo no le guarde nunca rencor al viejo porque cada vez que lo necesitaba estaba a pesar de todo.Ya Maciel había nacido, solo nos
EnfrentamientoRogelLlegando a la casa solo escucho la voz de mi padre subida de tono dando órdenes para que me localicen ya. Pongo mis ojos en blanco y respiro, pido perdón a mi abuelo por lo que está a punto de pasar. Pero esta es la única forma de lograr lo que quiero, lo mismo que buscaba mi exesposa, libertad. Desciendo del auto y entro, para ver que en la sala está el gran señor caminando de un lado hacia otro con Alex y Maciel frente a él. Los miro y les hago señas de que salgan, mis dos amigos ya están afuera retirando a todos lejos de la casa. Al final es mi padre y por respeto no quiero que nadie escuche todo lo que se dirá aquí, será una sección de limpieza de alma. Veremos qué tal va, si logramos sanar o simplemente destruirnos.El señor Batiosta se gira al ver a los dos salir de la habitación y me busca con la mirada. Me atraviesa con ella, puedo sentir su disgusto y solo cierro los ojos para acercarme hasta él.—Buenas noches, a que se debe la urgencia de mi presencia.—
Sahar—Hija, debemos quedarnos aquí esta noche, estamos muy agotadas.—Lo sé madre. —La beso en la frente y le sonrío, realmente se ven cansadas—. Tomen un baño, iré a buscar algo de comer, por ahora estamos bien aquí.Me coloco la peluca que compramos en la gasolinera que dejamos atrás hace poco y salgo en busca de comida. Estos dos días han sido un torbellino; he tenido que desviarme de la ruta planeada, optando por caminos casi olvidados, esos que apenas existen en los mapas y que el GPS ni siquiera registra. Esa decisión nos ha salvado la vida, al menos por ahora. Rezo para que podamos seguir burlando a esos hombres de la misma manera.Mi tío envió a sus hombres tras nosotros, y aunque aún no entiendo cómo logró encontrarnos, esta ha sido una carrera desesperada por nuestras vidas, sin un solo respiro. Hace apenas unas horas logramos perderlos, lo suficiente para recargar gasolina y encontrar un lugar donde escondernos, aunque sea temporalmente. Mis sentidos están embotados por el
RogelLuego de terminar de hablar con los chicos les pido que me ayuden a encontrar a Sahar. Todos aceptaron, así que nos dirigimos al despacho para trabajar. La suerte era que la camioneta que se llevó tenía forma de ser rastreada, como todos mis carros. No demoramos en ver que está manejando y el recorrido es por la carretera central, aunque por lo rápido del movimiento algo no está bien.Maciel se infiltra en el sistema de cámaras de tráfico y en minutos tiene los vídeos, donde se ve que están siendo perseguidas por otra camioneta negra. Les doy órdenes de prepararse, estamos saliendo en cinco minutos. Debo recoger algunas cosas importantes, ya que iremos para la finca en cuanto las encuentre.Como dije en el tiempo estipulado estábamos montados en ambas camionetas y partimos alrededor de las doce de la noche. Amanecimos en el camino, por el rastreador sabíamos que ellas tampoco se habían detenido en todo este tiempo. Si por la noche, no se detienen a cargar gasolina en algún lugar,
RogelRetomamos el camino, me la he pasado toda la noche mirando el paisaje y reflexionando en que le diré a Sahar. Puedo crear tantos escenarios en mi cabeza, tan variados en su respuesta, en sus gestos. Uno de los que más me gusta, es que se gire hacia mí al decir su nombre y me sonría, para luego correr a mis brazos. En donde la recibiría al estilo de una película romántica, alzándola en mis brazos para luego acercarla a mis labios y al fin besarla. Tomar sus labios sin que nada ni nadie nos detenga, acariciar sus cabellos y sentir su aroma. Creo que mejor detengo mis pensamientos, aquí no hay baño para resolver el problema si se alza la carpa del circo. Me rio para mí mismo, esta mujer me ha vuelto un descarado.Avanzamos sin problema, gracias al mapa que lleva Maciel hasta la próxima gasolinera, donde justo a unos metros hay un motel. Luego de recargar combustible, nos dirigimos al lugar, en donde al llegar a la recepción le preguntamos a una señora mayor por la descripción de Sah
SaharAbro mis ojos y no reconozco dónde estoy, me incorporo con calma mientras observo todo. No hay nadie conmigo, trato de escuchar el exterior, pero hay total silencio. La oscuridad me cubre, pero pronto mis ojos se adaptan para dejarme percibir algo. Me observo y tengo puesto un pijama, si esta fuese la casa de mi tío u otro lugar donde me tuviesen prisionera de seguro no perderían su tiempo vistiéndome. Me muevo al borde de la cama y coloco mis pies en la alfombra, es una habitación bastante espaciosa, al menos eso puedo reconocer.De repente las imágenes se agolpaban en mi cerebro, había olvidado que lo último que vi ayer fueron esos ojos marrones. Estoy inquieta con esto, pues quizás fue una ilusión.“Me pregunto sí, ¿realmente pudo haber aparecido por mí?”Me muevo hacia el gran ventanal que hay, me siento algo mareada, pero logro llegar y apartó un poco la cortina, la luz me ciega por un momento. Es normal, siempre me pasa cuando paso de la oscuridad a la claridad acabada de d
SaharCuando mi familia me vio descender las escaleras se abalanzaron a mis brazos, sonriendo las abrace a ambas, era un alivio tan grande verlas a salvo. Y lo mejor, era volver a comer comida hecha por mi madre, sentada en una mesa enorme, llena de gente buena y querida.—Sahar… —Mire al lugar de donde me llamaron—. Es agradable ver que puedes sonreír de esa manera. Me alegro mucho de que te veas tan libre.—Gracias, Fernando, yo también estoy contenta de volver a mostrar los dientes. —Todos rieron en la mesa—. Lo que más feliz me hace, es que mi familia está bien y eso se lo debo a ustedes, así que gracias a los cuatro por esto.—¡Pfttt! No hicimos nada.—No tienes que agradecer.—Amiga, todo está bien, era nuestro deber.Ro solo negó, lo cual me hizo reír.—Igual, es algo que me gustaría hacer de la forma correcta.Me levanto tomando a mi hermana y nos ponemos al lado de mi madre. Las tres, colocamos la mano izquierda sobre la derecha en el pecho, inclinamos nuestras cabezas y damos