Sahar Estaba nerviosa, mi padre me llamaría esta noche y tenía las indicaciones de lo que debía decir, pero, aun así, odio mentir sobre todo a mi papá. De repente algo en mi mente hace clic, me estoy autoengañando, los sentimientos están jugando conmigo. He vuelto a ser esa niña de cinco años que lloraba en las noches abrazando a su muñeca de trapo, preguntándose dónde está papito. ¿Por qué nos abandonó? En mi corazón, no quería engañar a ese padre que jugó conmigo en las noches, ese que me hacía cuentos que incluían las historias de nuestro país y sus grandes reyes. En qué momento ese hombre se volvió algo tan maligno, ¿qué fue lo que pasó con él? No tenía forma de saber, ni siquiera a quien preguntarle hasta que alguien entró en mi vida. La verdad, nunca supe nada de mi familia paterna, mamá no tenía conocimiento de quién era él en realidad o al menos nunca lo ha dicho. Yo por mi parte lo descubrí durante la guerra, quien era realmente Amed Xaham y cuanto me costaría ser su hija.
Sahar Nuestras vidas siguen igual, sin noticias ni siquiera de mi esposo, bueno no totalmente. Según las revistas y programas de chismes, anda viajando con una modelo por el mundo, Ro no me mintió cuando dijo que tenía una amante. Debo decir que al final estaba haciéndome un favor, pues corroboraba lo que le había contado a mi padre y ahora veo que el contrato solo funciona de un lado. Aún voy a visitar a mi madre con autorización de Maciel esta vez. Nos reímos en cómo tenía que reportarme cuál soldado, pero bueno, fue lo establecido. A veces, cuando voy de salida de la casa de los guardaespaldas, siento una punzada en el corazón. Observo el lugar y recuerdo su toque, su voz y me doy cuenta de que lo extraño. Luego caigo en que no sé qué pasará si me divorcio, será capaz de aceptarme siendo amigo o hermano de mi exesposo. ¿Podrá olvidar a esa mujer que menciono y elegirme? Me detengo justo ahí, pues no tengo tiempo para realmente pensar en eso, hay cosas más importantes. Solo queda
SaharUn mes más:Otros treinta días que pasan volando y de repente se me anuncia que tengo visita. Nadie viene a visitarme porque no me relaciono a no ser con mis compañeros de trabajo y ellos no conocen donde vivo. Si fuera mi esposo no lo hubiesen anunciado de esa manera. Bueno, me estoy rompiendo el cerebro por nada, cuando lo único que debo hacer es bajar y ver. Me rio de mí misma mientras salgo a ver quién me busca y mis ojos se abren grandes, pues frente a mí está el abogado; este me sonríe algo tímido. Creo que era al último al que esperaba ver, ¿por qué? No lo sé, pero sencillamente era de esa manera y da gusto ver que no me han mentido al menos en lo referente a la duración del matrimonio.Sí que cumple sus promesas el desgraciado, me ha dado el divorcio en el año y jamás dio su cara. No duele, pero hinca un poco, porque al final no termine con la curiosidad de ver su rostro. Ni siquiera sé cómo suena la voz de la rata inmunda, je, no debería ofenderlo, pues al final se ha po
RogerTrato de abrir mis ojos, pero se sienten pesados y cuando logró hacerlo solo un poco, la luz me ciega. Mis oídos se sienten molestos, un sonido trata de atravesarlos, pero no puedo distinguir que es, hasta que ese tono metálico comienza a tomar color y hacerse más perceptible. Mi nombre se repite varias veces y eso me hace centrarme para lograr abrir mis ojos por completo, lo cual desee no haber hecho, pues la claridad me quema sin perdón. Los cierro con fuerza y digo con la voz algo quebrada que apaguen esa luz. Enseguida todo se vuelvo oscuro y es cuando puedo abrir los ojos de nuevo para encontrarme en un puesto médico militar. Lo sé porque, aunque no hay luz, se cuela un poco de claridad de la parte exterior y veo la estructura. Lo que me permite distinguir a Fernando, le sonrío y este se tira sobre mí llorando, sin querer me lastima y esto provoca un quejido de mi parte.—Lo siento hermano, es que estaba realmente asustado.Dice aflojando su abrazo lo cual agradezco de todo
De camino a casa:Aterrizo justo cuando el abogado me llama para decirme que se dirige a la casa a entregar los papeles. Mi corazón late a cien, pero por más que quiera verla, no puedo. El viaje me ha cansado, aún tengo punzadas en la herida y necesito recuperar fuerzas para la tormenta que se acerca, llamada Batiosta. Sé que pronto voy a verla, un día más no cambiara eso. Decidimos hospedarnos en un hotel y solo comunicamos con Maciel para que vea a Donal y me cuente como va todo con Sahar.Lo que menos podía imaginarme era la buena química que había entre ambas. Bueno me enteré luego de los gritos de terror que sufrieron mis oídos, que mujercita tan intensa, con razón Donal tiembla cuando se la mencionamos. La conozco desde que somos pequeños, pero nunca vi esa parte de ella, ¿Oh sí? Quizás es que ha empeorado al crecer y tener los grados que tiene.Logro salvarme de toda la perorata por la llamada del abogado, que me cuenta que mi esposa ha firmado y que había pasado lo que le tení
Como he dicho antes perdí a mi madre de pequeño, entonces como mi padre se encerró en sí mismo y mi abuelo no podía dejar de atender los negocios y a la vez atendernos a ambos, pues me entregaron a una nana. La cual, a pesar de ganar un buen sueldo, trato de raptarme junto con su pareja para ganar dinero, sería uno de los primeros peligros que correría en mi vida. Gracias a Alex Crode el intento fue frustrado y al rescatarme, Eli (su esposa) decidió que me criaría junto con Fer, de ahí en adelante toda mi infancia paso entre ellos. Hasta que crecimos y decidieron enviarme al extranjero a estudiar junto con este, éramos solo niños de ocho años aún. Mi abuelo nos trajo de vuelta ya con doce, diciendo que no era necesario estar lejos para tener una buena educación. Que estar con la familia también era importante, aunque le pesa haberse dado cuenta tarde de eso. Yo no le guarde nunca rencor al viejo porque cada vez que lo necesitaba estaba a pesar de todo.Ya Maciel había nacido, solo nos
EnfrentamientoRogelLlegando a la casa solo escucho la voz de mi padre subida de tono dando órdenes para que me localicen ya. Pongo mis ojos en blanco y respiro, pido perdón a mi abuelo por lo que está a punto de pasar. Pero esta es la única forma de lograr lo que quiero, lo mismo que buscaba mi exesposa, libertad. Desciendo del auto y entro, para ver que en la sala está el gran señor caminando de un lado hacia otro con Alex y Maciel frente a él. Los miro y les hago señas de que salgan, mis dos amigos ya están afuera retirando a todos lejos de la casa. Al final es mi padre y por respeto no quiero que nadie escuche todo lo que se dirá aquí, será una sección de limpieza de alma. Veremos qué tal va, si logramos sanar o simplemente destruirnos.El señor Batiosta se gira al ver a los dos salir de la habitación y me busca con la mirada. Me atraviesa con ella, puedo sentir su disgusto y solo cierro los ojos para acercarme hasta él.—Buenas noches, a que se debe la urgencia de mi presencia.—
Sahar—Hija, debemos quedarnos aquí esta noche, estamos muy agotadas.—Lo sé madre. —La beso en la frente y le sonrío, realmente se ven cansadas—. Tomen un baño, iré a buscar algo de comer, por ahora estamos bien aquí.Me coloco la peluca que compramos en la gasolinera que dejamos atrás hace poco y salgo en busca de comida. Estos dos días han sido un torbellino; he tenido que desviarme de la ruta planeada, optando por caminos casi olvidados, esos que apenas existen en los mapas y que el GPS ni siquiera registra. Esa decisión nos ha salvado la vida, al menos por ahora. Rezo para que podamos seguir burlando a esos hombres de la misma manera.Mi tío envió a sus hombres tras nosotros, y aunque aún no entiendo cómo logró encontrarnos, esta ha sido una carrera desesperada por nuestras vidas, sin un solo respiro. Hace apenas unas horas logramos perderlos, lo suficiente para recargar gasolina y encontrar un lugar donde escondernos, aunque sea temporalmente. Mis sentidos están embotados por el