RogelCuando bajamos, me sentí algo débil, de verdad necesitaba recuperarme, abusé de mi cuerpo. Pero era dichoso porque al fin tenía a mi mujer y era totalmente mía. Al fin, no más tentaciones sin avances. Aunque no voy a negar que jugar al gato y al ratón es altamente delicioso.La llevo de la cintura y de vez en cuando beso su hombro, a lo que ella sonríe y reconoce acariciando mi mejilla. Ya abajo nos dirigimos a la cocina para preparar algo, era extraño que no hubiese nadie en la casa. No le damos importancia y nos involucramos en una rutina de “MasterChef”, je. Todo el tiempo reímos y nos dijimos palabras llenas de cariño, no me despego de ella para nada. Al terminar nos miramos porque creo que nos pasamos en preparaciones, puede comer un ejército con todo lo que hicimos. Igual sacudimos los hombros y sin problema la ayudo a poner la mesa, mientras disfruto cada roce, caricia o beso que se pierde en el camino. Hasta que:—Dios mío, ya dejen el manoseo por un rato. Rogel querido,
SaharEstoy feliz en sus brazos, he dejado escapar mis miedos y me he permitido pensar en un futuro a su lado. Un camino largo que quiero vivir hasta que nuestros cabellos se vuelvan blancos, pero sin que medie el matrimonio. Lo sé, suena feo que no le responda su propuesta, pero… ¿Alguien puede culparme? Cuando vivas ese momento horrible en el que todos te miran y señalan como la novia abandonada. Cuando sientas esa humillación en tu piel, entonces dime que deje eso a un lado.Sí, fui a la guerra y me considero a pesar de todo una mujer fuerte, pero no de hierro. Tengo mis debilidades, como ahora cuando casi pierdo a Rogel por cobardía. Me aterroriza la simple idea de volver a caminar hacia un altar. Simplemente, mi corazón deja de latir y los recuerdos atormentan mi mente. Y es que no, aunque lo amo con todo mi ser, no estoy lista para dar ese paso. Además, de que no estoy segura de querer hacerlo con mi secreto aun en el medio. Rogel merece saber todo de mí, desde como crecí, hasta
Sahar—Eso espero, tiempo es lo que necesito, luego, lo sabrás todo. Ahora dime, ¿dónde viste la marca? —Aclaró su garganta y eso llamo mi atención—. ¿Qué más me escondías Rogel Batiosta?—No me llames así, ya no soy Batiosta sino Lamar, el apellido de mi madre.—Okey, pero cuénteme, señor Lamar.—Para decirte como lo vi, debo empezar por contar algo de mí que tampoco sabes. —“Eso es evidente” Lo veo botar el aire y mirar a lo lejos—. No soy un simple comerciante Sahar, de hecho, ninguno de nosotros cuatro, lo es. Técnicamente, de momento, todos estamos fuera de servicio por heridas en combate, con excepción de Maciel que solicito la baja y Fernando que está fuera de servicio por opción propia.—¡¿Espera qué?! Sabía que habían sido entrenados de forma militar, pero no pensé que…—¿Qué éramos realmente del ejército?—Anja. Además, ¿cómo es eso de qué baja médica? ¡Espera! Entonces tu vida corre aún peligro porque perteneces al ejército.—No es exactamente el ejército de este país cariñ
RogelParece mentira, pero llevamos juntos casi un año en este hermoso lugar que hemos tomado como hogar. Se puede decir que nos hemos creado una rutina en la que cada día aprendemos más a estar compenetrados, a entendernos y disfrutar lo que cada uno tiene para ofrecer. Incluso nos ayuda a descubrir lo que realmente detestamos como que Sahar no soporta las ranas. Eso lo descubrí un día que paseábamos a caballo, corrimos un rato por los prados para que los animales se liberaran y era muy entretenido. Tan solo verla competir me muestra lo peligrosa que puede ser, es suficiente para ver un atisbo de su fuerza en un campo de batalla. Es una rival para tener en cuenta sin duda alguna, siento pena por aquellos que han tenido que enfrentarla como enemiga, ha de ser terrible.En fin, volviendo a su miedo o asco, llegamos hasta un prado y decidimos caminar un poco para dejar descansar a los caballos. Durante el paseo veo una hermosa ranita y la agarro para mostrársela, creo que Sahar volaba, n
SaharMi Ro se había ido hacía un mes y lo extrañaba un mundo, quería que volviera ya. Que me malcriara y consintiera, pues no me siento bien, en estos días tengo mucha ansiedad y flojera. Por suerte no me aburría, las chicas siempre estaban ahí, justo ahora estamos reunidas en la habitación.—Y bien Tanila, cuando piensas contarme cómo fue que tú y cierto susodicho se hicieron novios.—Si, hasta yo quiero saber cómo mi hermano lo consiguió. Fue bastante rápido lo de ustedes.—Lo sé, fue raro, creo que desde la primera vez que lo vi me llamo la atención. Pero con lo que paso con tío yo estaba aterrorizada y me aleje de él. No obstante, un día que estaba trabajando con los terneros, él apareció y comenzó a ayudarme. Luego de eso volvía a diario por allá y hablábamos mucho, a pesar de que es mayor que yo, es un chico muy dulce y chistoso.—Si, sobre todo eso (?)Me reí porque era cierto que más que chistoso era un payaso, pero realmente era dulce, de los tres era el más atento. Y al fin
SaharDesde esa tenebrosa conversación han pasado semanas, ahora no me dejan casi ni moverme de la casa a no ser a pasear. Como era de esperar tengo un humor de perros, no soporto estar encerrada, siento que me ahogo. Sin contar que este bebé no ayuda, me tiene muy mal con los malestares y por eso no he hablado por vídeo con Ro, pues estoy pálida. Mi madre me ha dado todo tipo de remedio para subirme la hemoglobina y por suerte lo logró.Según la ginecóloga, todo se ve perfecto en los análisis, solo tengo dos meses y medio, y por suerte ya la anemia ha sido controlada. No digo yo, si es que yo me viro al revés y cuando vuelvo la cara ya mamá me mete la cucharada de comida en la boca, je. No voy a quejarme mucho, ya que la vida me ha sonreído al permitirle que este a mi lado. En fin, en la consulta no quise hacerme ningún ultrasonido, pues quiero que Ro este conmigo, no es justo que solo yo lo conozca. Esta cosita debe ser presentado a la par a sus padres que van a amarlo con todo su co
SaharAunque estoy agotada, no consigo dormir, he estado observando a Ro como una acosadora. Me he aprendido cada parte de su rostro, lo he extrañado tanto que no quiero dejar de tocarlo para ver si es real que está aquí. Mas, me detengo para no despertarlo, se ve que está agotado por todo el proceso que ha tenido que enfrentar en la corte. El bebé se mueve y me siento incómoda, además de que tengo hambre. Por eso decido salir, ya ha amanecido, necesito comer y caminar un poco para pensar en ese mal sueño que me invadió.Luego de alistarme, desciendo hasta la cocina donde me decido por jugo y galletas. Cuando estoy satisfecha salgo a caminar, por suerte he tomado un chal para cubrirme de la frialdad que hay a esta hora. Al avanzar por la hierba siento la humedad y el olor a tierra mojada, es algo que me encanta. Justo ahora hay un silencio que a veces puede ser perturbador, pero para mí hace el efecto contrario en estos momentos.Llego hasta el columpio y luego de abrir su cobertor, s
RogelHe despertado al no sentirla entre mis brazos, casi muero del susto, me levanté corriendo a buscarla por la habitación. Al no verla me puse unos pantalones de pijama y bajé rápido tratando de localizarla. Al llegar a la cocina, la señora Meli me mira con los ojos abiertos al verme sin camisa.—Buenos días, hijo, ¿qué sucede?—Perdone la falta de ropa, señora Meli, pero…—Tranquilo, ella está bien, está en el columpio. ¡Ah! Y no me digas más señora Meli, dentro de poco deberás llamarme madre o Meli, el que más cómodo te sea. Ahora ve, no la dejes sola, necesita mucho cariño y comprensión en estos momentos.Con eso se vira y comienza a tararear mientras sigue cocinando. Yo me quedo en blanco, pues me ha permitido decirle madre y es una palabra tan grande para mi boca, que decirla no es tan fácil. Hasta ahora nada más le digo así a Eli y no siempre lo hago. Camino hacia la entrada y sigo pensando en lo que me ha dicho que mi mujer necesita amor. ¿Qué habrá pasado en mi ausencia?Cu